La economía feminista y el decrecimiento

Post publicat al web  Decrecimiento

Ipar Haizea Taldea – Ametzagaña

La economía feminista y el decrecimiento y su escasa influencia en los planes económicos de la izquierda.

 

LA ECONOMÍA FEMINISTA

Para establecer un análisis de la visión del feminismo de la economía, es conveniente el repaso que desde estos grupos sociales y autoras como Yayo Herrera, se hace de los diversos modelos económicos.

Resumen de las etapas de las teorías económicas

ESCUELA DE LOS FISIÓCRATAS

Esta corriente que nace en Francia establece el concepto de la PRODUCCIÓN, como aquello que la Naturaleza puede generar con ayuda humana. Por ejemplo, el caso de la AGRICULTURA, en todo lo referente a alimentos; pesca; ganadería; producción forestal, donde se formula que TIERRA + TRABAJO = PRODUCCIÓN. Curiosamente dentro de este marco se considera a la MINERÍA como algo que la Naturaleza renueva con ayuda humana, creyéndose por esta escuela que las piedras se regeneraban, crecían.

ESCUELA CLÁSICA

De finales del siglo XVIII, desde la Revolución Industrial y cuya figura clásica es Stuart Mills. Esta escuela introduce un cambio importante en el concepto de PRODUCCIÓN donde el TRABAJO se considera más importante que la TIERRA. Y también se le otorga una enorme importancia al CAPITAL.

ESCUELA NEOCLÁSICA

Desde finales del XVIII hasta la actualidad. Juega con el concepto de TIERRA-TRABAJO-CAPITAL, pero lo más importante para esta corriente es el CAPITAL, que es MOTOR DE TODO. Esta corrriente con sus variaciones es el actual sistema económico capitalista en un mundo globalizado.

1.- MONETARIZACIÓN DE LA ECONOMÍA Y LA SOCIEDAD.

Entra en el análisis económico y posee ese valor económico SOLO AQUELLO QUE TIENE UN PRECIO, QUE SE VALORA EN DINERO. El resto de las actividades econóímcas no cuenta. Como la Naturaleza, los bienes comunes como el Agua, el Aire y los Cuidados de la Vida no se miden en dinero, NO CUENTAN.

Este análisis miope e interesado no lleva en cuenta que el dinero no lo puede todo, no puede arreglar el deterioro de la capa de ozono, ni el efecto de los gases invernadero, por ejemplo. Pero eso no se lleva en consideración.

En realidad sin las actividades económicas no remuneradas la Economía Tradicional NO PODRIA EXISTIR, por eso se BASA OBLIGATORIAMENTE EN LA DESIGUALDAD, EN LA EXPLOTACIÓN DE LA NATURALEZA Y DEL CUIDADO DE LA VIDA, Y POR CONSIGUIENTE DE LA MUJER PRINCIPALMENTE.

2.- TEORÍA DE LA SUBSTITUCIÓN

Es decir todo es sbstituible para esta economía. Para el sistema, TERRA y TRABAJO siempre pueden ser SUBSTITUIDOS por el CAPITAL. Por ejemplo, en Europa (en España) se acaban los nutrientes del suelo, pues se traen de otras partes comprándolos, como los fosfatos del Sáhara ( robados por Marruecos).

Cuando no hay algo se substituye utilizando el capital para trabajo esclavo en condiciones de explotación en todos los países del Sur, así como explotando a la mano de obra inmigrante en el Norte.

Como ejemplo extremo se llega a robar tierra fértil y cargarla en aviones para Occidente en Ucrania, Mozambique, etc.

3.- PRODUCCIÓN

Para sostener el sistema es necesario que exista mucha actividad económica. Hay que aumentar incesantemente la producción, producir más para seguir produciendo y ganando. En esta esquizofrenia y como la producción sólo se mide en dinero, da lo mismo armas que trigo; todo es producción. Se produce en realidad, sólo dinero y no se pregunta qué se produce ni para qué.

En este sistema la PRODUCCIÓN SE DESVINCULA DE LAS NECESIDADES.Se produce no para satisfacer necesidades sino para acumular capital en cada vez menos manos.
Injusticias del actual sistema económico

a) Como todo se mide en dinero, el instrumento que se utiliza mayoritariamente por la economía tradicional es el PIB pese a sus evidentes limitaciones, lagunas y disfunciones. Otros instrumentos de medición como el IDH o el BUEN VIVIR siguen siendo muy minoritarios.

b) En un análisis por sectores como hace Yayo Herrera, tenemos que:

SANIDAD no cuenta, no suma en economía, es una “carga”, NO TIENE VALOR. En cambio la ENFERMEDAD SI CUENTA, TIENE VALOR ECONÓMICO por su gasto en medicinas, medicamentos, hospitales, etc.

ALIMENTOS Los truques, la complementariedad, la ayuda mutua NO TIENEN VALOR ECONÓMICO. Por ejemplo si una persona se abastece de su propio huerto, no cuenta en la economía. Sólo cuenta cuando se COMPRA y se VENDE el alimento. 

AGUA. La fuente, el río, los lagos, NO CUENTAN ECONÓMICAMENTE. Los llamados BIENES COMUNES no se miden económicamente. Cuando se paga por esa agua, entonces si entra en el PIB. 

AIRE. El aire limpio NO CUENTA en el sistema. El AIRE CONTAMINADO SI CUENTA por el gasto que conlleva. 

TIERRA. SOLO CUENTA CUANDO SE COMPRA O SE VENDE 

SOL. Sólo cuenta cuando se PAGA por su energía, o cuando se PENALIZA CON MULTAS la autosuficiencia. 

TRABAJO. Trabajos no remunerados NO CUENTAN. Sólo el EMPLEO cuenta. 

VIVIENDA. Es el bien especulativo por excelencia. En España el “ladrillazo” ( 1994-2007) con más casas construidas que Alemania, Francia e Italia juntas, y su nefasta influencia en el estallido de la crisis es un claro ejemplo. Eso sin embargo se VALORA ECONÓMICAMENTE. Al contrario SE PENALIZA LA AUTOSUFICIENCIA Y LA AUTOGESTIÓN. 

SEGURIDAD. Poder salir libremente por la calle, NO CUENTA en el PIB. La INSEGURIDAD SI CUENTA con sus gastos en policías, guardianes, alarmas, etc. 

ESPACIOS DE RELACIONES. Cuando son LIBRES NO CUENTAN en el PIB. Sólo cuentan cuando HAY QUE PAGAR POR USARLOS. 

ARTE. Cuando es libre y gratuito NO CUENTA. Sólo cuenta cuando se PAGA  

AMISTADES. Las amistades, sin más, NO CUENTAN en el PIB. Cuando se PAGAN LAS CARENCIAS AFECTIVAS en forma de ansiolíticos, terapias, etc, ENTONCES SI CUENTA. 

Los análisis de la izquierda actualmente subscriben y desarrollan la mayoría de estos conceptos, pero en la práctica se sigue insistiendo en una economía productiva, es decir se apuesta por aumentar la actividad económica para que aumente la producción y las ganancias. Eso sí, como figura en el programa de PODEMOS con una clara intención social, redistribuidora y primando la producción al dinero. En las actuales circusntancias sería una mejora increíble… ¡ pero se sigue estando dentro del sistema ! En este aspecto las izquierdas no comparten plenamente la postura feminista con respecto al mito de la producción, el mito del crecimiento y el mito del desarrollo actual.

Claves de la Economía Feminista

El punto de vista de la economía desde la mirada feminista, no se recoge, más allá de alguna declaración de intenciones por los políticos de la izquierda. Con clarísimos avances con respecto a la economía capitalista, no obstante se sigue apostando desde la izquierda por un sistema productivista inviable.

Por eso desde el feminismo más crítico y constructivista ( Marcela Lagarde, Amaia Pérez Orozco…)se viene insistiendo en repensar el modelo actual de economía capitalista que a su juicio no debe ser reformado sino abandonado, apostando por otra forma de economía.

Igualmente no acaba de recogerse claramente la necesidad de una ECONOMÍA DE LOS CUIDADOS, considerando que debe ser centro del eje económico el CUIDADO DE LA NATURALEZA Y DE LAS PERSONAS POR ENCIMA DE LA PRODUCCIÓN. No se trata de aceptar el hecho de que el patriarcado adjudica los cuidados de forma abrumadora a las mujeres, no se trata de que el peso de las crisis siga recayendo en las familias y, principalmente, en las mujeres. De lo que se trata es de reconocer que SIN UNA ECONOMÍA DE CUIDADOS el sistema, cualquier sistema seguirá siendo inviable e injusto.

Como algunas izquierdas reconocen la PERSONA HUMANA DEBE SER EL CENTRO DEL SISTEMA ECONÓMICO, NO LA PRODUCCIÓN NI EL CAPITAL. Frente a la COMPETITIVIDAD es necesario contar con LA SABIDURÍA DE LAS MUJERES PARA UN NUEVO MODELO ECONÓMICO.

DSC_0426
 

LAS PROPUESTAS DEL DECRECIMIENTO

Diagnóstico del sistema económico actual

El sistema capitalista neoliberal, especialmente desde su proceso de globalización, se presenta como el único posible, siendo todo lo demás algo irreal e irrealizable. Sin embargo, este modelo ya ha demostrado hace tiempo su insostenibilidad y su intrínseca injusticia social. Desde sus comienzos se ha basado en la desigualdad como motor indispensable de su desarrollo.

Los paradigmas de producir más para crecer más hace tiempo demostraron su fracaso. El sistema actual consume recursos sin límites, aumenta sin cesar la miseria y las desigualdades y defiende un llamado “desarrollo sostenible” que ni es un verdadero desarrollo y desde luego no es sostenible. En este contexto, los poderes neoliberales que son conscientes de la finitud del sistema, intenta seguir mintiendo y mintiéndose. Hablan de ecología cuando han quebrado el equilibrio medioambiental. Hablan de políticas de reciclaje, cuando sólo se trata de un paliativo sino se entra en un proceso de decrecimiento y descenso del consumo. Hablan de “desarrollo sostenible”, cuando este concepto es un oxímoron, una contradicción en sí misma; si se trata del actual modelo de desarrollo, de crecimiento, no es sostenible.

Se nos habla de la actual crisis económica global, se nos alerta del crecimiento de los totalitarismos, pero se porfía en el mismo sistema que lo hace posible. Y ocultan que hay más crisis que la económica que nos presentan como única culpable del desastre. Se olvidan de la crisis medio ambiental, del fin de los recursos naturales, de la feminización de la pobreza, de la continuación del expolio del Sur. No mencionan la marginación, exclusión y opresión de las poblaciones inmigrantes en el Norte, a las que se les impone una especie de nazismo modernizado, lo que algunos autores han dado en llamar “darwinismo social militarizado”.

Y pese a esta realidad, los diversos gobiernos se niegan a reconocer que se han convertido en meros gestores de los intereses económicos nacionales e internacionales. Y lo peor es que, incluso las izquierdas y los sindicatos llevan décadas aplicando las recetas capitalistas, mejorándolas en lo social pero sin tocar el sistema, al que contribuyen a limpiar su imagen y a legitimar en la práctica.

Para cualquier tipo de análisis o diagnóstico hay que partir de la base, como lo hacen autores como Arcadi Oliveres y Carlos Taibo, de que a diferencia de otras crisis del capitalismo, la crisis actual ha llegado para quedarse. Y ello porque no se trata de una crisis coyuntural, sino estructural y sistémica. Todo el sistema capitalista está en crisis en todos sus niveles: económico, financiero, estructural, político, social, cultural, de valores, ecológico, etc. Y por lo tanto las posibles soluciones no pueden constituir una regulación del sistema, sino un sistema nuevo que, por primera vez, tenga su centro en el ser humano y no en el dinero y los mercados.


Desde las diversas instancias del poder se habla de ir hacia un capitalismo regulado, como si fuera la solución. El problema es el capitalismo en sí mismo, regulado o no. Igualmente es un error distinguir entre neoliberalismo y globalización y sus abusos, porque estos sistemas en sí mismos son un abuso.

Para concluir, se trata de que el capitalismo no tiene salida para esta crisis, y que la única respuesta posible es salir de este sistema. Hay que abandonar este modelo capitalista de mercado, recuperar el poder de los pueblos sobre el capital, y situar a la persona en el centro del debate. En definitiva, o se plantea un nuevo modelo de sociedad, y se entra en una política de decrecimiento consecuente, racional y paulatina, o no habrá más remedio que acabar con el sistema de mala manera, corriendo y en medio del desastre total.

Algunas propuestas del decrecimiento

En este contexto, cada vez cobra más importancia la corriente del Decrecimiento, teoría que por sí sola contradice la lógica del capitalismo. Defiende la vida social frente a la lógica de la producción, a la persona ante el dinero, el consumo y la propiedad. Defiende la primacía de lo local, la necesidad de recuperar la memoria de una sana relación con la naturaleza, la reducción de las infraestructuras, la producción y del consumo, la llamada “austeridad voluntaria” . En definitiva, buscar la sencillez y simplicidad. Todos estos valores contradicen a los que defiende el capitalismo. Y son muy raros los políticos de cualquier signo que defienden públicamente el decrecimiento.

El Decrecimiento se plantea desde el convencimiento, cada vez más generalizado, de la absoluta insostenibilidad del actual modelo de crecimiento económico con sus efectos en materia de injusticia social, explotación de países, pueblos y personas, y opresión política.

Estas y muchas otras cuestiones son las que pone en el centro del debate el decrecimiento. Se trata de un concepto que parte de la base de que el crecimiento económico generalizado no produce efectos positivos para el ser humano y el medio ambiente. Esta idea se opone al consenso político ( ¿ y social ¿ ) generalizado tanto en la derecha como en la izquierda según el cual el aumento del nivel de vida, entendido éste desde parámetros economicistas, es el objetivo al que debe aspirar cualquier sociedad.

Como bien dice Carlos Taibo: Frente al modelo capitalista de crecimiento y desarrollo el decrecimiento propone una alternativa no por sencilla de comprender menos revolucionaria: frente a la economía dejemos que la persona vuelva a ser el centro de los debates y de la vida; propongamos un modelo en el que el consumo y la producción se frenen y disminuyan; hagamos que la justicia social y la ciudadanía sean protagonistas y remarquemos que no todo es valorizable económicamente.

FUENTES SOBRE ECONOMÍA FEMINISTA:
Marcela Lagarde / Yayo Herrera / Amaia Pérez orozco/ Mª Ángeles Fernández

FUENTES SOBRE DECRECIMIENTO
Carlos Taibo/ Arcadi Oliveres/ Floren Macelessi/ Serge Latouche/ Jorge Riechmann

La renta básica y la participación de las mujeres en el mercado de trabajo

Article publicat a  Sin Permiso

Carolina del Olmo · · · · ·
 
01/02/15
 
 
No seré yo quien menosprecie las complejidades de la propuesta de una Renta Básica universal de ciudadanía. Recuerdo que la primera vez que oí hablar del tema me pareció un sinsentido: ¿dar una cantidad de dinero a todo el mundo por igual, con independencia de si lo necesita o no?, ¿lo mismo para mí que para el dueño de Mercadona? No salía de mi asombro con lo ridícula que me pareció la propuesta. Después, me enteré de las inmensas ventajas de la “incondicionalidad”, es decir, los beneficios de un subsidio que no depende del cumplimiento de ciertos requisitos (como llevar no sé cuánto tiempo en la miseria, tener cuatro mocosos con los zapatos rotos, etcétera) sino que es preventivo, que no viene a parchear la pobreza sino a evitar la exclusión.
Y es que lo peor de los subsidios actualmente existentes no es sólo que sean muy escasos y tengas que estar bien hundido antes de recibirlos sino que, ¡horror!, tienes que demostrarlo. La irracionalidad de la burocracia estatal se convierte en estos casos en sorda crueldad. Los trabajadores sociales están hartos de denunciar que el plazo de tramitación de la renta mínima de inserción a la que pueden optar como último clavo ardiendo quienes se encuentren en dificultades económicas muy serias, es de un año de media. Un año de espera en vete tú a imaginar qué condiciones, y todo no sea que cumplido el plazo no te falte algún papel o no tengas el DNI en vigor. Y no, no se trata de una anécdota: hay un numerosos estudios que demuestran que las ayudas y subsidios condicionales dejan siempre fuera a un importante sector de la población excluida. Según la consejería de asuntos sociales de la Comunidad de Madrid, solo el 10% de las solicitudes que les llegan están correctamente cumplimentadas y se acompañan de toda la documentación necesaria para valorar si se cumplen los requisitos. Lo que nos da buena idea del infierno burocrático al que se tienen que enfrentar quienes necesitan estas ayudas.
Recuerdo que otra de las objeciones que se me ocurrieron cuando oí hablar del tema, aparte de la aparente injusticia de repartir sin tener en cuenta aquello de “a cada cual según su necesidad” fue que podría convertirse en un acicate para la bajada de salarios. El empresario, a quien ya de suyo no le hacen falta muchos incentivos para bajar los salarios, podría razonar así: “si el estado le da a esta mujer 400 euros al mes, ¿para qué le voy a dar yo 800? Basta con le de otros 400 y va que chuta para reproducir su fuerza de trabajo”. Es lo que, al parecer, pudo haber sucedido con las leyes de pobres de Speenhmaland a finales del siglo XVIII, según explicó Karl Polanyi.
Pero es que un punto fuerte de la propuesta de la Renta Básica –que no siempre se tiene en cuenta, pero que a mi entender es básico– es que debe tratarse de una renta suficiente para sobrevivir dignamente. Por supuesto, habrá que discutir si basta con equipararla al salario mínimo o si dejamos de fingir de una vez por todas que el salario mínimo te permite subsistir en una ciudad grande como puede ser Madrid o Barcelona…
Pero dejando de lado estos detalles, lo que es innegable es que si se rompe le ley de hierro de los salarios, es decir, si ir al tajo deja de ser la única forma de sobrevivir dignamente, por fin empiezan a tener sentido algunas cosas muy, muy importantes. Por ejemplo, la libertad y el resto de derechos individuales liberales, que sin una base material que los sustente tienden a quedarse en una carcasa vacía. Por ejemplo, la idea de negociación o diálogo social, algo que sólo puede tacharse de chantaje cuando lo que se juega una de las partes es literalmente su supervivencia.
Así, una renta básica incondicional y suficiente incrementaría estratosféricamente el poder de negociación de la clase obrera y cambiaría radicalmente el tablero de juego. ¿Qué pasaría luego? Qué se yo. Lo que nosotros queramos, lo que seamos capaces de construir. La renta básica per se no derroca el capitalismo ni acaba con el patriarcado ni arregla el medioambiente ni me hace perder los kilos que gané estas navidades, pero es innegable que proporciona un terreno mucho más llano en el que poder pelear por lo que sea que consideremos justo pelear. ¿Que resulta que acaba redundando en una desactivación de las luchas de clase? Pues qué le vamos a hacer: yo, desde luego, no tengo estómago para negar una mejora de este calibre a quien más la necesita en aras de la lucha contra el capitalismo.
Dicho esto, de lo que yo en realidad quería hablar aquí era de una de las supuestas desventajas de la renta básica que los críticos suelen mencionar y que me resulta particularmente fastidiosa como mujer y como madre: el temor a que esta especie de “salario por no hacer nada” desincentive la participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Antes de nada, convendría ver si de una por todas nos ponemos de acuerdo en un punto básico: el mercado de trabajo es un lugar de opresión y degradación en el que abundan las relaciones personales malsanas, la competencia, y un montón de asuntos bien feos que cualquiera que haya trabajado en un sitio que no sea la universidad pública conoce al dedillo y no merece la pena repetir aquí, y no el jardín de recreo en el que las personas nos realizamos.
Desde el punto de vista de cierta ortodoxia feminista, caracterizada por su aguda miopía,  el mercado de trabajo es una herramienta imprescindible para conseguir la independencia económica de la mujer, que es a su vez un puntal irrenunciable para evitar situaciones de opresión indeseables. Pero si resulta que por obra y gracia de la imaginación institucional nos encontramos con una herramienta nueva que garantiza el objetivo de la independencia económica (y lo hace, por cierto, con mucha mayor intensidad y fiabilidad que el mercado de trabajo: 27% de paro, ¿recuerdan?), ¿dónde está el problema? Si algunas mujeres quieren aprovechar la renta básica para salir por pies del mercado laboral e irse a sus casas a cuidar de sus hijos, a cuidar de sus uñas o a tocar la guitarra y comer plátanos tumbadas en una hamaca, ¿cuál es el problema?
Hay quien dirá que el encierro doméstico en un hogar patriarcal es un lastre demasiado pesado y que, hasta el momento, solo el mercado de trabajo se ha mostrado capaz de resquebrajarlo. Puede ser. Pero no podemos olvidar tres cosas: en primer lugar, si la independencia económica está garantizada gracias a la RB, esa situación de encierro se presentaría de forma muy distinta. En segundo lugar, no tiene sentido limitarse tantísimo a la hora de pensar lo que con un poco de imaginación institucional se podría conseguir. ¿Por qué no trabajar para fomentar el asociacionismo entre “amas de casa”, para buscar métodos de empoderamiento más allá del ámbito laboral? Uno de los sectores de empleo más feminizados es precisamente el trabajo de cuidados, en el que el encierro doméstico familiar es fácilmente sustituido o complementado por un encierro doméstico remunerado casi siempre aún más odioso. En los últimos años han surgido iniciativas para dotar de un marco colectivo a este tipo de empleos, tradicionalmente lastrados por la vivencia individual y en soledad. Por ahí podría ir el camino. Y en tercer lugar, los avances en la economía y en la gestión de la mano de obra han dado lugar a un tipo de empleo devaluado en el sector servicios que es perfectamente compatible con el encierro doméstico y la vivencia individual de los problemas –ahora también los laborales–. Desde luego, hay que estar muy ciego para pensar que el trabajo en una gran superficie comercial –trabajos a turnos en los que a las cajeras y reponedoras se las cambia de horario y de lugar de trabajo para dificultar que traben amistad con las compañeras y/o la clientela– fomenta ese tipo de hermandad y apoyo mutuo típico de la vieja fábrica y que, este sí, seguro que fue capaz de abrir puertas y miras a un montón de mujeres hartas de encierro doméstico.
Aunque generalmente las personas no rehuimos el trabajo, así sin más, y tampoco es cierto que solo el acicate económico nos mueva –no hay más que ver cómo les gusta trabajar a los niños para desestimar esos temores a una sociedad de vagos que pueblan las mentes de los críticos más mezquinos de la RB–, no me cabe duda de que si existiera una renta básica universal y suficiente un buen montón de gente, hombres y mujeres, se largarían asqueados del mercado de trabajo para dedicarse a otras cosas. Algunas de estas tareas tendrán una inmensa utilidad social (como el trabajo de cuidados, como la lucha en defensa de una educación o una sanidad de calidad y universales…) y otras ninguna en absoluto. Después, ya encontraremos (o no) la forma de repartir y asignar adecuadamente las tares importantes. Pero, para empezar, si existiera la renta básica, el “mercado de trabajo” tendría que esforzarse un poco más para conseguir gente que limpie váteres, reponga productos en estanterías, atienda quejas telefónicas o empaquete chorradas en un almacén de Amazon. Y eso, se mire como se mire, no puede ser más que una buena noticia.
Carolina del Olmo es directora de cultura del Círculo de Bellas Artes de Madrid

Resum de la Jornada per a REPENSAR el TREBALL des de la PERSPECTIVA de GÈNERE i del DECREIXEMENT

Resum d’algunes ponències i del debat de la jornada  Repartiment del treball des de l’òptica del Decreixement i de l’economia feminista  que va tenir lloc el  21 de desembre de 2013 al  Centre de Cultura  de Dones Francesca Bonnemaison


Conferència d’Albert Recio

Inicia la seva exposició amb l’afirmació de que el plantejament d’una proposta com la de una setmana de 21 hores de treball per part de la NEF no és correcta.

S’ha de fer prèviament una pregunta: què és una jornada normal?    la resposta de la qual estarà condicionada pel volum de béns i serveis que es produeixin dintre de la societat, tenint en compte la tecnologia disponible.

Dintre del món ecologista es vol reduir la producció de béns i serveis perquè part dels mateixos constitueixen mals socials, bé des del punt ecologista o bé com activitats sense cap utilitat social, per exemple la que porten a terme els brokers o les agències de publicitat.

Altre factor a tenir en compte és que l’alta  productivitat guanyada en els últims 120 anys depèn fonamentalment de l’ús del petroli barat. Si aquesta energia barata desapareix la productivitat baixarà i per tant la reducció de les hores de treball es veurà afectada.
enint en compte tot això tornem a la pregunta del principi:

Quins béns i serveis s’han  de produir i en quina quantitat

El model tradicional de producció partia d’aquest punt i distribuïa,  amb les injustícies de cada moment, el treball entre la població. Aquesta forma d’actuar era possible perquè el que es considerava  important no era la producció en si, com fa el capitalisme, sinó la satisfacció d’unes necessitats.

Per concretar més, en una societat tradicional moltes activitats que ara considerem treball no ho eren. Escriure una novel·la, fer ciència, qualsevol tipus de joc (futbol) eren activitats practicades pels senyors que a ningú se’l passava pel cap considerar treball.  Per tant abans de continuar s’haurà de definir que considerem treball.

En  la nostra societat aquesta pregunta és de gran importància pel que fa al treball reproductiu i de cura en general.

Per  altra banda la demanda d’una reducció de la jornada de treball coincideix amb en el temps amb situacions de crisi i d’atur elevat. Dècades dels 80, 90 i ara mateix.

Altre problema a tenir en consideració és que parlar del repartiment del treball significa necessàriament parlar del repartiment de la renda. A la vegada que repartim el treball hem de prendre la decisió de què passa amb el sou. Queda igual, o bé es produeix alguna disminució. La disminució pot ser menys que proporcional i, per exemple, es pot combinar amb una subvenció de l’estat, una reducció dels impostos a les empreses….

En les enquestes la resposta a si es vol una reducció del treball depèn del nivell de renda. Alts nivells de renda units a llargs horaris suposen un desig de reducció de la mateixa encara que això impliqui una certa reducció de la renda, mentre que en  baixos nivells de renda, sempre que impliqui una deducció de sou, no s’accepta aquesta reducció de temps. La raó és que una reducció de la renda quan aquesta és ja reduïda,  comporta un sacrifici més alt.

Sempre  que es parla de reducció del treball es fa dintre de països desenvolupats. (Entre altres coses és a on comptem amb horaris de treball)

La reducció de la jornada laboral no s’ha de confondre amb els minijobs i treballs a temps parcial, utilitzats ens aquests moments en benefici de les empreses. Així, es pot posar l’exemple concret dels torns de netejar la universitat, els quals s’han partit en dos, de tal forma que es pot  contractar un minijob pel mati, de 5 a 9 hores, i un altre per la nit de 21 hores  a l’1 de la matinada. L’objectiu és que no coincideixi el treball docent i els de neteja. Els  treballadors són diferents. S’ha de afegir que atès que la productivitat del treball s’incrementa en jornades més curtes, amb un sou proporcional al de la jornada, sense cap reducció ni increment per tant, es produeix un augment del benefici.

Dels intents d’implementar una jornada de 35 hores a França no es pot concloure res definitiu. En aquest cas l’estat va pagar una part del sou. Les empreses van oferir hores extres i la quantificació del efectes no queda clara, atès que els increments d’ocupació es podrien haver produït per l’evolució econòmica.

Cal pensar que les empreses reaccionen en front d’una reducció de l’horari de treball incrementant la productivitat. Sembla que de totes formes el balanç és moderadament positiu respecte a la creació de treball.

Cal marcar objectius per  fer un canvi de model. Estudiar com fer la transició. Veure els models viables.

Cal pensar que la demanda de les  40 hores es trobava dintre de la demanda d’un model social determinat, que implicava un treball digne i una vida digna. (Aquesta pregunta, què és un treball digne també ens l’hem de fer)

Desprès de la conferència en una conversa entre alguns dels assistents

Albert Recio entén que després de la revolució neoliberal, no es poden fer reformes en el model capitalista. No seran acceptades. L’estratègia  ha de ser una altra. No voldran saber res d’una disminució del temps de treball, ni de  repartiment de renda. No hi ha força per imposar-ho. Les úniques reformes possibles són les que fan els neoliberals per enderrocar l’estat del benestar. Queda com a solució  una modificació de les estructures de poder.


NOTA. Els eixos de la xerrada respecte al repartiment del treball són, segons l’Albert Recio:
1.     Definició de la jornada laboral.
2.     Els problemes de la distribució de la renda que es deriva del repartiment.
3.     Composició actua i futura de la producció de béns i serveis.

Conferència de Giorgos  Kallis

Repartiment del treball i decreixement. Quins problemes podem trobar al reduir  la jornada laboral?

Reflexió prèvia, cal considerar la reducció de la jornada laboral, de les hores de treball o  del temps del treball assalariat més concretament, com un fi en si mateix, no com un instrument per aconseguir un altre objectiu, sigui aquest reduir l’atur o qualsevol altre.

Es tracta d’alliberar-se del sistema productiviste mitjançant la reducció del treball assalariat, per tenir més temps lliure i, entre altres, poder realitzar més treballs de cura. Es tracta de compartir, també de compartir el treball.

La proposta de la NEF de les 21 hores s’ha de considerar una visió. El que sí és important  és l’objectiu de reduir el temps de treball. Una de les crítiques importants és com s’arriba a la reducció del temps de treball.

Des de posicions decreixentistes s’argumenta que les raons principals són el problema del canvi climàtic i la finitud del món. Una reducció del nombre d’hores de treball implica una reducció del consum i això és positiu.

Crítiques a la reducció del temps de treball assalariat

1.     La reducció d’hores de treball no genera més llocs de feina, sinó un increment del cost del treball, la qual cosa implica una reducció de la producció. Aquesta situació es dona perquè suposem manteniment del salari, però també simplement perquè la gestió de més treballadors per fer el mateix provoca un major cost. Una  solució que pot adoptar el capital per  no augmentar el cost de producció és incrementar la productivitat i això comporta que tampoc es creïn més llocs de treball atès que  les persones son substituïdes per màquines 
2.     Si es redueix la quantitat d’energia, si aquesta s’encareix, es reduirà la productivitat i haurem de treballar més.
3.     Una reducció de les hores treballades suposa un increment de la desigualtat. Es reduirà el nombre d’hores dels assalariats de sou més baix, si implica una reducció del sou acabaríem parlant de minijobs. Mentre els treballadors amb poder de decisió continuarien igual.
4.     No necessàriament es produirà un menor consum. Si treballa més població es poden incrementar les despeses de transport, per exemple. És a dir que es produeixin ineficiències
5.     Per reduir la major despesa que implica el gestionar més treballadors, es pot substituir treball per capital, amb un major grau de despesa energètica.
6.     Si els treballadors tenen més temps lliure gastaran més, consumiran més.

Respostes a les crítiques

1.     L’evidència no recolza aquesta afirmació. Si bé sempre que s’han posat en pràctica mesures de reducció d’hores treball per generar més llocs de feina, el resultat no ha estat directament proporcional, sí que s’ha produït un increment amb  multiplicador del 1,2, aproximadament.
2.     La redistribució del total de  les hores de treball és independent del problema energètic. Possiblement haurem de treballar més en tasques no retribuïdes.
3.     Les desigualtats es poden evitar mitjançant la legislació del govern.
4.     És al contrari, la falta de temps provoca més consum,  s’han de resoldre les tasques amb un increment de despesa d’energia atès que es donen  solucions més mecanitzades, com  plats precuinats o transport privat en front del públic.
5.     Es pot substituir treball per capital, però si el preu de l’energia augmenta, pot no ser la solució.
6.     Se suposa que la mesura de distribució del treball no va sola. Per evitar l’increment del consum es poden imposar taxes a determinats consums i canvis culturals. També s’ha de tenir en compte que es busca una reducció de la producció i que per tant hi haurà un volum de Béns menor per al seu consum.   

El conferenciant va afegir tres punts mes

1.     Els horaris reduïts, minijobs,  o com els vulguem dir, poden ser positius si la demanda  és voluntària. És a dir, si es tracta d’estudiants, dones amb fills,  de persones que per la seva situació desitgen un treball a temps parcial la solució és correcta. En canvi, si és l’única oferta de treball i aquest treball amaga altres objectius, es poden generar situacions socials molt perverses.
2.     S’ha de tenir present que en la nostra societat el treball en fàbriques, ha disminuït. Els  llocs de feina ja no es troben en grans agrupacions de treballadors. Això implica que el control sobre l’horari treball, i sobre les seves condicions en generals, ha disminuït.
3.     Ens trobem en una economia globalitzada, i la deslocalització del capital és molt fàcil. La reducció del nombre d’hores s’hauria de portar a terme en zones geogràfiques grans. 
 
Finalment va reflexionar a l’entorn de la definició del treball com a pas previ de tot el que havia dit.  Abans que res s’ha de dir que és treball i que no ho és.

Resum de la tarda de la jornada sobre repartiment del treball 
El debat de la tarda es va centrar en els eixos RBU (Renda bàsica universal)  vs RGC (Renda garaantida ciutadana) (amb alguna excepció l’aposta per la RB al final va ser majoritària)  i de RTT (Reducció del temps de treball) amb reducció de sous compensada (per la RB o altre) vs RTT sense reducció de sous ( es va entendre millor la primera). 

En R de Iniciatives per al decreixement va introduir el debat de si  cal introduir simultàniament la RB i la RTT o bé començar per la RB i això ja ens portaria  a la RTT de manera natural perque molta gent deixaria de fer feines mal pagades (aquí sorgeix el tema de qui les faria si ningú les vol fer: la solució és un mix: algunes s’hauran de retribuir millor, d’altres s’avançarà en la seva mecanització-automatització, i d’altres es repartiran de manera equitativa/democràtica entre tothom). 
Notes de les intervencions individuals més destacades:
A.F.(parlava en els seu nom propi, encara que va dir que era militant d’ EUA):
– El mínim que s’ha d’exigir a un govern d’esquerres es la RGC
– cal tenir en compte la RTT
– és imprescindible una nova politica fiscal
– un proper govern d’esquerres, a Espanya y també a Catalunya, el primer que ha de fer es derogar les reformes que el PP ha imposat
– major participació dels comitès en les empreses i en la elaboració de la seva estratègia

P. de l’Assemblea de treballadors/res en atur de Barcelona:

– Hi ha una forta dificultat d’auto organització entre els aturats
– als aturats els hi costa veure l’atur com un problema social i l’agafen com un problema personal, cosa que deriva en problemes psicològics
– Estan per la ILP de la RGC (no acaben d’entendre qué vol dir que la RGC comporti la trampa de la pobresa)
– creuen que la RTT avui és només repartir misèria
– veuen una trampa en la RGC amb condicions: el treball social que es demana a canvi, que pot provocar canviar treball assalariat en servei públic per treball fet per aturats –> més atur en el servei públic.
– faran una assemblea el proper 1 de febrer de 2014 al Pou de la Figuera

Una dóna que pertanyia a un col·lectiu decreixentista, però parlava a títol individual , parla de com ella ha solucionat el tema:
– ha decrescut en el seu treball i en les seves aspiracions, en el lleure fa treballs socials i solidaris, té un hort propi (sobirania alimentaria) i és feliç. Joan, un altre participant del grup 15-M, i jo més tard, critiquem que això és una sortida individual que no pot ser alternativa pel perill de fer desaparèixer l’estat del benestar.

Jo. diu que l’objectiu es «viure bé i treballar poc» (segons un llaurador occità, diu Joan). Posa com exemple a tenir en compte Cuba i Veneçuela. Parla que tothom (referint-se a un tots que abarca tot el món) han de sortir beneficiats, ja que ara si nosaltres vivim bé és per que la resta viu amb precarietat.

Aquí va parlar el Ll. i després en R.  com «representants d’ICV Decreixement» exposant algunts punts de la nostra proposta RTT + RBU + Reforma fiscal

Vam detectar que no acabaven de veure la diferència entre RBU i RGC.També vàrem percebre que la necessitat que la RBU vagi associada a la política fiscal no acabava de ser entesa per la majoria.

R.ja en el torn de conversa (abans d’un exercici de discusssió en grup basat en posicionar-nos en un quadrant imaginari segons els eixos RB-no RB, RTT no RTT) planteja que:

– la RBU té perills, però són una febre (el disposar de diners i consumir) que hem de transitar.
– Quan es va proposar les 8h, també va sortir gent dient que tant de lleure provocaria una disbauxa moral insuportable.
– cal el treball «productivista» (aquí, ja quan estàvem en el quadrant; un noi em va ajudar molt per explicar lo de obtenir excedent com forma de tenir capacitat de oferir serveis públics) per poder tenir un estat del benestar (salut, cultura, educació, dependència…)
– El problema no és econòmic (de producció) sinó polític (de distribució), cosa que s’ha de solucionar des de una nova política fiscal. Per això no recolzo la RTT (problema econòmic) sinó que recolzo la RBU (solució política)
– imposar la RTT pot provocar que en algun àmbit de la vida hauriem d’actuar de forma totalitàrtia
– el treball pel bé comú, a canvi de la RBU, fa que aquesta deixi de ser incondicional
– Cal afegir un perill nou a la RBU: la profundització den al feminització del treball de cura, com està passant en Holanda, on la gran majoria del 50% de treball reduït són dones que es queden a casa a tenir cura dels fills i dels grans.
– vaig  introduïr  introduir el concepte de Assignació Autònoma Incondicional (a resultes d’una pregunta d’A.F. sobre per què no oferir quelcom més que un sou en forma de renda): Assignació per l ‘Autonomia Incondicional: serveix contra, entre d’altres, la pobresa energètica
– Vaig parlar de que podem fer crèixer el PIB i alhora desmaterialitzar l’economia a través d’incrementar l’estat del benestar i l’oferta cultural.

i després va venir lo del quadrant… on sorprenentment, els més joves eren els que més oposició mostraven a la RBU (que de vegades seguien confonent amb la RGC: queda molta tasca per treballar a nivel de conceptes…)

En el quadrant es van reproduir moltes de les converses, però va haver una pregunta fonamental que Ll. (Iniciatives per al decreixement)  va fer i que va descolocar: ¿perquè diem sí a «educació universal, salut universal, cura per la dependència universal…» i rebutjem l’universalitat de la RBU, que no és sinó la continuació per altres mitjans del mateix?… la pregunta va quedar sense contestació, només amb l’excusa de que «no és el mateix»

Un tema que sorgeix del cas holandès i fins i tot dels països nòrdics és  el paper de la dona/tasques reproductives no remunerades i RTT. Quines mesures s’haurien d’implementar per evitar la trampa que les dones amb RB se sentin ja prou remunerades i es quedin a casa (confonent RB amb retribució pel treball domèstic), o tendeixin  a continuar essent més propenses a acceptar feines més mal pagades o a temps parcial. O la RB serà un palanca per a que homes i dones convergeixin ?

Economia feminista: una alternativa al neoliberalisme

Tot i que el que es denomina com a economia feminista té una llarga història (que es desenvolupa quasi paral·lelament al pensament econòmic), aquesta té una incidència pràcticament nul·la. El motiu rau en que l’economia feminista, que pretén construir noves perspectives d’anàlisi i redefinició de nous conceptes i categories partint de la pròpia experiència de les dones, suposa l’enfrontament amb el paradigma econòmic dominant –el neoclàssic- i al domini masculí d’aquesta disciplina que gaudeix del major poder social.
En primer lloc, segons les teòriques (majoritàriament dones) d’aquest pensament econòmic, l’economia de mercat no contempla en la metodologia dels seus anàlisi un treball absolutament necessari per la sostenibilitat de la vida humana (i per tant per la reproducció de la força de treball necessària pel mercat), com és el treball que satisfà les necessitats bàsiques de subsistència i de qualitat de vida de les persones, conegut històricament com a “treball reproductiu”. En segon lloc, l’economia feminista no pretén ampliar mètodes i teories per incloure les dones sinó que pretén transformar la disciplina per tal que aquesta integri i analitzi la realitat d’homes i dones. Es tracta  d’utilitzar el “gènere” com una categoria d’anàlisi i no com una “variable” més.
L’economia clàssica centrava el seu anàlisi en la producció capitalista (productivitat, eficiència, divisió del treball…) mentre que la neoclàssica desplaça l’anàlisi cap al mercat, l’intercanvi. L’economia neoclàssica es centra en l’eficient i racional assignació de recursos i exclou de la realitat una activitat no remunerada orientada a la cura de la vida humana, tradicionalment desenvolupada per les dones. Per tant falseja la realitat al no tenir en compte aquest treball i reforça la separació (ja instaurada per Adam Smith) entre espai públic i privat, producció mercantil i domèstica. D’altra banda, l’altre paradigma del pensament econòmic, el marxisme, descriu l’explotació d’una classe vers l’altra en el capitalisme, però nega la possibilitat que existeixi explotació a la llar suposant la convergència natural d’interessos econòmics entre homes i dones de classe treballadora. Aquesta afirmació és qüestionada per autores com la Christine Delphy[1]que considera que en la creació de béns, s’utilitza tant el treball assalariat com el domèstic. El primer s’insereix en un model de producció industrial on s’experimenta una explotació capitalista, mentre que el segon, es dóna dins un model de producció familiar (relacions de producció d’exclusivitat i gratuïtat en el si d’una família) que és responsable d’una explotació patriarcal. Així doncs, l’aportació crucial de l’economia en l’enfocament marxista és la negativa de subordinar les relacions de gènere a les de classe[2], en tant que les dones conformen una classe pròpia per aquestes relacions de subordinació que es donen en el sistema patriarcal[3].
Per tant, cal emfatitzar que l’economia feminista aparta el mercat del centre de l’anàlisi econòmic, i hi col·loca temes com la sostenibilitat de la vida i la importància de la reproducció social de tal manera que acaba amb la invisibilització del treball no remunerat que és el que assegura el manteniment del funcionament del sistema. Aquesta teorització de l’economia qüestiona la noció de benestar basada en béns materials i de serveis i trasllada l’ús del temps com a determinant de qualitat de vida establint el treball domèstic i de cura com el més rellevant pel seu contingut i pel temps que implica la seva realització. S’entén que la satisfacció de les necessitats humanes (materials i immaterials), és a dir, la sostenibilitat social, és l’objectiu bàsic de la societat. De fet, curiosament, el terme “economia” té les seves arrels a la paraula grega “oikosnomia” que significa “gestió de la llar”.
La realitat, però, dista de poder situar aquests elements en el centre del nostre sistema. El neoliberlisme genera precarietat laboral, mercantilitza tots els aspectes de la vida que poden ser font de negoci, acumula riquesa a través de l’especulació financera, organitza una societat entorn a les necessitats dels mercats i no de les persones i privatitza els serveis públics construïts amb l’aparició de l’Estat del Benestar. Però de fet cal dir que l’aparició d’aquest sistema polític ha reforçat els rols de gènere preexistents en tant que la dona, tradicionalment relegada a l’esfera privada, proveeix de benestar en el si de la família i no es requereix la intervenció de l’Estat. Les dones esdevenen el quart pilar de l’Estat del Benestar, cobrint les necessitats domèstiques alhora que participen en el mercat laboral, un espai on les dones, juntament amb les persones joves i les persones migrades, pateixen més precarietat.  Així doncs, són les dones qui actuen d’element de reajustament d’un sistema –el capitalista, intrínsicament generador de desigualtats- en tant que ni els mercats, ni l’estat, ni els homes (en genèric), són responsables del manteniment de la vida. Mentre es posi en el centre del sistema la lògica d’acumulació, és impossible l’existència d’una autèntica responsabilitat social en la reproducció.
Cal doncs, acabar amb aquest sistema i construir-ne un alternatiu que posi en el centre a (totes) les persones. Frigga Haug, catedràtica i feminista socialista, proposa distribuir el temps de vida entre el treball, la reproducció, la cultura i la participació política. Caldria reduir el nombre d’hores laborals per assegurar el repartiment d’aquest i per tant posar fi a l’atur, alhora que permetria acabar amb la precarietat i la temporalitat laboral. La reducció de les hores laborals, aniria acompanyada d’una renda bàsica que permetria a tothom tenir uns ingressos mínims per viure permetent així, el desenvolupament del treball remunerat, del treball de cura d’un mateix i d’altres persones, el desenvolupament d’habilitats i capacitats personals i col·lectives, i la participació político-social. Aquest model que l’autora anomena “perspectiva quatre en un” suposaria la reducció de l’atur, la conciliació de les activitats laborals i familiars i de la divisió unilateral del treball ja que situaria el treball reproductiu com un més a desenvolupar en la vida de cada persona, i permetria fer efectius drets humans referents a la participació política, el desenvolupament de les potencialitats humanes i l’aprenentatge al llarg de la vida. Un canvi així passaria per transformar els conceptes de creixement i consum com a elements d’anàlisi, i situar aspectes com el benestar de les persones, la justícia social i la sostenibilitat ambiental, al centre del nou sistema.
Són moltes les perspectives i els aspectes que aborda i analitza l’economia feminista: des de la relació entre gènere, desenvolupament i globalització o les polítiques públiques en perspectiva de gènere; passant per elements més teòrics com la necessitat de crear nous indicadors econòmics o comptar amb informació estadística desgregada per sexe en totes les àrees socials; fins la relació entre capitalisme i patriarcat. Però del que es tracta en aquest breu escrit és descriure la falsa autonomia del sistema econòmic imperant, el qual només existeix perquè les seves necessitats bàsiques, individuals i socials, físiques i emocionals, queden cobertes per l’activitat no retribuïda de les dones. Per tant es tracta de “visibilitzar i situar el treball de cura com un element central del desenvolupament humà […] que permet plantejar les responsabilitats reproductives com un temps social i polític de primer ordre, i no com un aspecte privat (de responsabilitat femenina). Per tant, es tracta d’un assumpte que per el seu desenvolupament requereix d’una negociació política explícita entre institucions públiques i privades, homes i dones. La forma com s’implementin polítiques públiques i com s’atorguin les transferències monetàries, estarà configurant una organització específica de distribució del temps i del treball entre mercantil i domèstic”[4].
Aquesta pinzellada descriptiva de l’enfocament feminista en l’economia, demostra la necessitat imperant de construir un sistema alternatiu que situï el desenvolupament humà i la qualitat de vida de les persones en el centre del nou sistema. Un sistema econòmic, social i polític basat en la reducció del consum, que aposta per una cultura de suficiència i situa la cura de les persones en el centre del sistema. Un sistema on la organització social es vertebra a partir de les necessitats de les persones i no del mercat, aboleix les relacions de poder i connecta totes aquelles facetes de la vida (treball, cura, participació, oci…). En definitiva, un sistema  basat en la justícia social i la sostenibilitat ambiental que dota de veu a totes les persones que el conformen. 


[1] Feminista, investigadora i Doctora en Sociologia per la Universitat de Quebec
[2] Pérez Orozco, A. ¿Hacia una Economía Feminista de la sospecha?
[3] Segons Lina Gálvez, Catedràtica d’Història i institucions econòmiques de la Universitat Pablo Olavide “el patriarcat és un sistema basat en les diferències de poder entre home i dones, i per tant, en el domini dels homes sobre dones. Gran part d’aquest poder es basa en un diferent accés als recursos econòmics com la terra, el capital o el treball, que ha limitat l’autonomia i llibertat de les dones i que les ha portat a una situació de dependència. A aquest fet hauríem d’afegir el haver assignat a les dones de manera quasi “natural” els treballs de cura no remunerats que han redundat en aquesta falta d’autonomia i llibertat”.
[4] Carrasco, Cristina. 2006. “La economía feminista: una apuesta por otra economía”.

Júlia Boada

Juny 2013