Article de Herman Daly, publicat a The Daly News, (CASSE) | 17 /9/ 2015
L’article es refereix a la política monetària d’EEUU, però és aplicable també a Europa
El mercado de valores ha sufrido una caida, por lo que la Fed probablemente continuará manteniendo la tasa de interés a cero siguiendo con su objetivo de apoyar los precios de los activos a través de la flexibilización cuantitativa. ¿Qué es lo que va mal con un tipo de interés cercano a cero? ¿No es esta una medida para impulsar la inversión, el crecimiento y el empleo?
Hay muchas cosas que van mal con un tipo de interés cero. Recuerde que la tasa de interés es un precio que se paga a los ahorradores, prestando a los inversores. A un precio cero, los ahorradores ahorrarán menos y recibirán menos rentabilidad por los ahorros acumulados, así que ahorradores y pensionistas están penalizados. Con un precio cercano a cero para los préstamos, se está subvencionando a los inversores que invertirán en casi cualquier cosa, lo cual va a traer muchas malas inversiones y rendimientos negativos, fomentando la ya avanzada transición de la economía desde un crecimiento económico hacia un crecimiento antieconómico. El Interés Cero promueve una demanda infinita de ahorros con una oferta nueva nula. Pero la «oferta» se provee artificialmente con la impresión de dinero por la Fed.
La demanda infinita se frenaría a través de los crecientes costos crecientes de los recursos naturales y de los daños al medio ambiente, si estos costos estuviesen internalizados, pero no lo están. Sin embargo, los costos ambientales son reales y no desaparecen simplemente por el hecho de que no se contabilicen. Con dinero gratis y los costos ambientales no contabilizados, ¿por qué no invertir fuertemente en fracking?
Una distribución muy desigual de los ingresos frena la demanda, por lo menos para los bienes que no son de lujo. Los ricos tienen un excedente cada vez mayor de dinero para invertir, lo que también ayuda a mantener baja la tasa de interés. Si las tasas hipotecarias caen, beneficiará a los ciudadanos en el momento de comprar la vivienda, sin embargo van a perder más en sus cuentas de jubilación. Además, existe otra repercusión significativa con la tasa cero que se paga a los ahorradores y las tasas positivas que se cargan en la tarjeta de crédito y otras deudas, lo cual a los bancos les va bastante bien.
Pensemos también por un momento en el cálculo del valor actual de las finanzas: el flujo perpetuo de ingresos futuros dividido por la tasa de interés da su valor capitalizado. Si la tasa de interés es cero, entonces el valor capitalizado actual de cualquier flujo de ingresos perpetuo positivo se hace infinito. Por decirlo de otra manera, un tipo de interés cero es equivalente a decir que un flujo hipotético de ingresos en el futuro infinito està totalmente disponible en la actualidad. La oferta de capital financiero en términos de su valor actual es infinito. Pero se supone que el capital financiero es una medida de capital real que no es infinito. La tasa de interés, en un grado significativo, también refleja el riesgo de pérdida. Con un capital infinito poco importa si se pierde algo, así que el riesgo tampoco se contabiliza.
A escala macroeconómica, las tasas de interés cero estimulan el crecimiento agregado a niveles ecológicamente insostenibles además de antieconómicos. Las tasas de interés cero también negligen el riesgo de la pérdida, fomentando la mala asignación microeconómica a proyectos estúpidos. Al mismo tiempo, redistribuyen el ingreso de manera desigual. ¿Todo esto no induce a pensar que la política de establecer tasas de interés cero podrían ser insensatas? Los economistas se enorgullecen de su conocimiento de las matemáticas avanzadas, pero no parece importarles el hecho de que sus políticas implican una división por cero!
Por supuesto que con un desempleo severo vale la pena, como dijo Keynes, contratar a gente para cavar agujeros y llenarlos de nuevo con el fin de aumentar el gasto. Sin embargo, sería mejor que el Tesoro pagara, emitiendo dinero nuevo, a los cavadores de agujeros en lugar de hacerlo a través de la Fed, mediante la distorsión de la escala, la distribución y la asignación de los recursos de toda la economía, con las tasas de interés cero con el fin de crear dinero bancario nuevo. Además, el dinero creado por el Tesoro no le cuesta al ciudadano ningún interés, mientras que el dinero creado por la Fed nos cuesta la tasa positiva con cargo a los prestatarios y no el tipo cero pagado a los depositantes. El dinero es un servicio público como una carretera. ¿Deberíamos permitir a los bancos privados que establecieran un peaje y nos cobrasen por el uso de las carreteras públicas? Por cierto, la Fed es propiedad de los bancos privados que son sus miembros.
¿Cómo lo hace la Fed para mantener la tasa de interés a cero? Imprimiendo moneda con la llamada flexibilización cuantitativa. Algunos hiper-keynesianos quieren un tipo de interés nominal negativo (ya tenemos una tasa real negativa cuando se hacen las correcciones relativas a la inflación) porque todavía no hemos llegado al pleno empleo, incluso a un tipo de interés cero. Pero esto es tan insensato que por si solo requiere una discusión aparte.
¿Por qué esta enorme expansión monetaria no ha provocado más inflación? Por un lado, porque el dólar es una moneda de reserva y otras naciones mantienen grandes activos en dólares. Además, otras monedas importantes, siguiendo la misma política expansiva, se han ido depreciando frente al dólar aunque esta tendencia no es probable que continúe. Por otra parte, en realidad ha habido inflación, pero de una manera oculta. En lugar de estimular la nueva producción y el empleo, el nuevo dinero ha incrementado la demanda de activos existentes, tales como acciones, casas, arte, etc., proporcionando poco empleo y dirigiéndonos a las burbujas especulativas. El Indice de Precios al Consumo (IPC), la medida oficial de la inflación, no incluye activos de capital. Y las políticas simultaneas de mano de obra barata, deslocalización de la producción y tolerancia de la inmigración ilegal deprime los salarios y mantiene la inflación bajo control. Además, la externalización de los costos ambientales crecientes mantiene los precios más bajos de lo que deberían ser. Además, como cualquier consumidor puede testificar, la cantidad de alimentos por envase es cada vez menos y la calidad del servicio de las líneas aéreas, proveedores de Internet, servicios públicos, etc. se está deteriorando. Nuestro principal periódico, el New York Times, ahora repite muchos los mismos artículos una y otra vez durante semanas. Obtener menos cantidad o calidad o más repeticiones por el mismo precio es equivalente a un incremento oculto de la inflación. Así que la afirmación de que la flexibilización cuantitativa aún no ha dado lugar a la inflación es, en el mejor de los casos, una verdad a medias que, sin duda, nos ha traído substitutos inflacionistas no medidos por el IPC. Algunas versiones oficiales del IPC incluso excluyen conceptos básicos como la energía, los alimentos y la vivienda (demasiado «volátil» es la excusa). ¿Alguna vez no ha tenido la sensación de que le están mintiendo?
Manipular la tasa de interés como una política variable es una mala idea. Tiene demasiados efectos secundarios, repercutiendo en demasiadas direcciones diferentes, sobre todo en un sistema monetario de reserva fraccionaria. Sería mejor controlar la oferta de dinero directamente, con un cambio hacia un sistema bancario de reserva completo. Deberíamos abolir la Fed, dejar que el Tesoro controlase directamente la oferta de dinero, restringido por la necesidad de evitar la inflación y no por el presupuesto. Una entidad que puede crear dinero no se enfrenta a ninguna restricción presupuestaria y no tiene ninguna necesidad de pedir prestado, pero sí que tiene una restricción con el índice de precios y tiene que ser controlada para la evitar la inflación (o deflación).
Mientras el público quiera tener más dinero, el Tesoro podrá seguir creándolo y gastándolo. Cuando la gente se incline más por mantener bienes reales y menos dinero, irán a cambiarlo por mercancías que impulsarán a la alta el índice de precios: Esta es la señal para que la Tesorería detenga la emisión de dinero y, si es necesario, retire una parte de él. El dinero en un sistema bancario de reserva completo, se convierte en un deuda pública que no devenga intereses, en lugar de ser una deuda privada que sí los devenga. El señoreaje (beneficio de la creación de dinero token ( vales de dinero) a un costo insignificante y recibiendo su valor nominal a cambio) se destinaria íntegramente al gobierno y no principalmente a los bancos privados. Además, los bancos ya no tendrían el poder extorsionador con la posibilidad de poder quebrar todo el sistema bancario como ahora se le permite con las reservas fraccionarias. La tasa de interés, al igual que otros precios, puede autorregularse y determinarse a través de la oferta y la demanda. El foco de la política debería estar en gestionar la oferta de dinero, limitada por un índice de precios constante. En efecto, el valor real del dólar está respaldado por todos los productos básicos del índice de precios, más que el oro, o la «confianza y credibilidad en eel gobierno de los Estados Unidos.» (Véase «Nacionalizar el dinero y no los bancos»).
Las políticas de este tipo, pero elaboradas con mucho más detalle, actualmente son defendidas por la ONG británica conocida como Positive Money. Esta ONG está revitalizando y actualizando la economía monetaria sólida de Frederick Soddy, Irving Fisher, Frank Knight y otros destacados economistas de la década de 1920. La banca de reserva fraccional está apoyando toda la estructura de pirámide financiera de Ponzi (timo financiero) y nosotros necesitamos urgentemente, avanzar hacia un sistema bancario de reserva completo para escapar de la inestabilidad.
Traducció N.C