Noruega acuerda prohibir la venta de vehículos de gasolina y diésel en 2025

Article publicat a Xataka

En una decisión sin precedentes, los principales partidos políticos de Noruega han acordado prohibir la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles a partir de 2025 en el marco de un cambio total de su política energética.
Con un 17% de cuota de vehículos eléctricos, Noruega ya está a la cabeza en la adopción de este tipo de vehículos. Pero hoy hablamos de una de las políticas más agresivas para reducir la dependencia del petróleo que hemos visto y en uno de los mayores productores de petroleo del mundo.

El primer país del mundo en alcanzar, de verdad, las cero emisiones

Fiordos Noruegos Geiraiger

Sin lugar a dudas, el transporte por carretera es uno de los problemas más importantes con los que tenemos que lidiar en la lucha contra el cambio climático. A día de hoy, muchos países han conseguido basar su estructura energética en renovables. Si obviamos la parte de la tarta relacionada con el transporte por carretera; porque si lo contamos, las cero emisiones son, hoy por hoy, una quimera.
El problema no es nada fácil de resolver. ¿Cómo incentivar la venta de vehículos sin emisiones y conseguir que los combustibles fósiles sean cosa del pasado? La solución más radical – prohibirlos – se viene debatiendo bastante en serio en lugares como Países Bajos (a propuesta del gobierno pero con la oposición del resto de partidos) o la India (que estudia estrategias para impulsar la transición de su flota para 2030).
Noruega, si el acuerdo anunciado llega a materializarse, será el primer país en introducir políticas de este tipo y reducir drásticamente su dependencia del petroleo. Es decir, será el primer país en disposición real de alcanzar las cero emisiones.

En casa de herrero, cuchara de palo

Plataforma de Statoit Shah Deniz.  
Plataforma de Statoit Shah Deniz. Foto: Shahin Abasaliyev

Aunque esto no deja de ser paradigmático. Todo esto puede parecer sorprendente teniendo en cuenta que Noruega es uno de los mayores exportadores de petroleo del mundo. Pero solo lo parece.
Como explicaba nuestro compañero Josep Camós hace sólo un par de días, Noruega está optando por una jugada maestra antes de que sea demasiado tarde. El país nórdico decidió en octubre del año pasado virar completamente su economía ante la previsión de que «dentro de 20 años no se use crudo«. Lo cual en un país en el que el petroleo supone un 40% de su PIB es todo un reto. Por lo que vemos, podemos decir que los noruegos se han tomado al pie de la letra aquello de ‘a grandes males, grandes remedios’.
En Xataka | ¿Por qué la cuota del coche eléctrico en Noruega es del 17 % y en España es del 0,22 %? y Países Bajos se plantea prohibir la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2025

España necesitará invertir 385.000 millones para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de CO2

Article publicat a El Economista 
Enllaç a l’Informe de Deloitte 

Deloitte recomienda mantener las nucleares y el carbón durante el periodo transitorio para alcanzar los objetivos

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
España necesitará invertir entre 330.000 y 385.000 millones de euros, unos 10.000 millones de euros anuales, para cumplir con los objetivos de reducción de CO2 establecidos por la Unión Europea para 2050, según el informe ‘Un modelo energético sostenible para España en 2050’ de Deloitte.
De este importe total, la mayor parte (entre 185.000 y 251.000 millones de euros) deberán destinarse a la generación eléctrica libre de emisiones -las renovables-, entre 50.000 y 59.000 millones de euros a redes de transporte y distribución energéticas, entre 38.000 y 73.000 millones de euros a eficiencia energética y conservación y entre 29.000 y 39.000 millones de euros al cambio de vector energético.
En la presentación del informe, el socio de Deloitte Alberto Amores destacó que estas cifras «son asumibles», ya que están en línea con la cantidad media anual invertida por el sector eléctrico durante la época de crecimiento.
Según Deloitte, para alcanzar ese compromiso de reducir las emisiones de carbono entre el 80% y el 95%, será necesario que el peso de la producción de origen renovable alcance en el horizonte de 2050 más del 90% del total, frente al 38% actual.
Esto quiere decir que de los actuales 52 gigavatios (GW) de renovables instalados en la actualidad se deberá pasar a entre 161 y 216 GW en 2050. Esta implantación de renovables requeriría además una capacidad de respaldo de unos 40 o 63 GW.
Además, la consultora considera necesario que se mantengan en funcionamiento tanto las plantas térmicas como las nucleares durante el periodo transitorio, ya que «para un mundo descarbonizado la nuclear tiene todo el sentido porque no emite y permite hacer un balance adecuado de aquí al 2030», señaló Amores.
Así, el estudio advierte de que el cierre prematuro de las centrales térmicas convencionales hoy instaladas -carbón y ciclos combinados- requerirá nuevas centrales de gas natural a partir de 2020, ya que en ese momento es previsible que todavía no estén disponibles las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía necesarias para el respaldo del sistema, lo que significaría nuevas inversiones por valor de 3.500 millones de euros.
UN 100% DE VEHICULOS ELECTRICOS.
Deloitte también señala que para alcanzar estos objetivos medioambientales será necesario limitar los productos petrolíferos a usos en los que no hay alternativa, como el transporte aéreo, y sustituirlos en los demás usos por electricidad o por gas natural.
En este sentido, supone que en España prácticamente todos los vehículos deberían ser eléctricos en 2050, para lo que se debería vender en 2030 ya unos 750.000 vehículos; que el 60% del transporte pesado se tendría que realizar por ferrocarril, cuando actualmente el 95% es por carretera, y que el 90% de los consumos de cocina, calefacción y agua caliente en viviendas y empresas debería ser eléctrico.
ABARATARA UN 42% EL PRECIO DE LA ELECTRICIDAD.
Según el informe, la descarbonización permitiría rebajar en un 42% el precio medio de la electricidad que pagan los consumidores, al pasar de los actuales 120 euros por megavatio hora (MW) a entre 65 y 75 euros por MWh.
Este descenso se debe principalmente al aumento de la demanda, que se duplicaría por su electrificación, y a la desaparición ya en ese horizonte del déficit del sistema y de la retribución actual a las renovables, que estará ya amortizada.
Además, habrá una menor dependencia energética, ya que, estima, que en 2050 serán necesario entre 7 y 15 millones de barriles de petróleo, frente a los 416 millones de 2013.


Cambio tecnológico y consumo de recursos de los hogares . El efecto rebote

Article de Jaume Freire publicat  a les pg. 208-212 del   informe Cambio Global en España 2020-2050

Jaume Freire González. Doctor en Economía Aplicada por la UAB. Trabaja como investigador y consultor en áreas relacionadas con la economía ecológica y la economía ambiental, así como la modelización económico-ambiental. Actualmente es consultor sénior en ENT Environment and Management.
Desde diversas disciplinas se argumenta que un crecimiento económico ilimitado resulta insostenible y choca con los límites biofísicos del planeta. Frente a estas argumentaciones, el desarrollo del progreso tecnológico ha sido considerado, por parte de determinados sectores, como la solución a este problema, justificando así la perpetuación de este modelo basado en un crecimiento continuo de la producción. Esta visión considera que el desarrollo de nuevas tecnologías ahorradoras de recursos posibilitaría un menor uso de recursos naturales para sostener los mismos niveles de bienestar material, ya que mejoraría la productividad de los factores, recursos y procesos, incrementando la eficiencia en su uso.
A pesar de que ésta es una proposición irrefutable en un marco matemático-ingenieril, existen dudas sobre su validez a otros niveles de análisis, como sería un nivel socioeconómico. Existe suficiente evidencia del hecho de que, a pesar del gran desarrollo tecnológico experimentado y de que las mejoras en eficiencia en el uso de recursos han sido constantes desde el incipiente pre-capitalismo, el consumo global de recursos no ha parado de crecer desde entonces.
Un destacado estudio de Fouquet y Pearson muestra la evolución de la demanda de energía para iluminación y el progreso que ha seguido su tecnología a lo largo de siete siglos.1 Este estudio muestra cómo cada introducción de una nueva tecnología (candelabros medievales, lámparas de aceite, lámparas de gas, lámparas eléctricas…) mejoraba la eficiencia energética, pero a la vez el consumo global de energía se incrementaba de manera espectacular. A pesar de que las luces eléctricas actuales son unas 700 veces más eficientes que las lámparas de aceite del siglo XVIII, el consumo medido en lúmenes-hora per cápita es unas 6.500 veces mayor.
Ante la constatación de un consumo cada vez mayor de recursos, cabe preguntarse cuál es el papel que juega el progreso tecnológico sobre las presiones que la sociedad, mediante el consumo, ejerce sobre el medio ambiente.
Son diversos los aspectos a considerar para entender la inefectividad del desarrollo tecnológico para reducir el consumo de recursos. A continuación se analizan las principales causas sugeridas por la literatura.
Las paradojas de la tecnología y el consumo de recursos
En lo referente a las medidas tecnológicas y el consumo de energía, los estados han implementado políticas de mejora de la eficiencia energética para reducir su consumo e impactos, en términos de agotamiento de recursos (o dependencia energética) y emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el consumo energético no ha parado de crecer.
Hay que considerar diversos factores para comprender este hecho. Éstos pueden agruparse, como mínimo, en dos paradojas: la Paradoja de la eficiencia energética y la Paradoja de Jevons.
La Paradoja de la eficiencia energética
Esta paradoja se refiere al hecho de que, a pesar de las supuestas ventajas en términos económicos y ambientales de las medidas de ahorro y la eficiencia energética, los niveles de inversión en ellas no llegan al nivel que correspondería por los beneficios potenciales que conllevan. Es decir, existen barreras prácticas a la extensión e introducción de muchas medidas tecnológicas de eficiencia y ahorro energético. Linares y Labandeira argumentan cómo las posibles causas de esta paradoja podrían estar tanto en los fallos del mercado como en la falta de consideración de los aspectos relacionados con el comportamiento humano y social.2 Las causas que citan son las siguientes:
  • Falta de rentabilidad por los precios: los precios de las tecnologías y energías convencionales no suelen reflejar muchos de sus costes (es el caso de las externalidades ambientales y sociales ignoradas por los mecanismos de mercado o de las infraestructuras subvencionadas estatalmente), frenando la inversión en medidas de ahorro y eficiencia por falta de rentabilidad.
  •  Costes de inversión más elevados de lo esperado. En este aspecto, también hay costes “ocultos” (menor nivel o calidad del servicio energético).
  • Incertidumbre e irreversibilidad de las inversiones: la incertidumbre de los precios energéticos dificulta las decisiones de inversión y, además, las inversiones en eficiencia energética a menudo resultan difíciles de recuperar, si éstas finalmente resultan innecesarias o no rentables.3
  •  Fallos de información (incluida la información asimétrica, imperfecta o miope): la falta de información o la disponibilidad de información sesgada provoca que los consumidores no puedan tomar siempre las decisiones más racionales.
  • Racionalidad limitada: incluso con la mejor información disponible, los consumidores no pueden (o no están interesados en) realizar todos los cálculos necesarios para tomar la mejor decisión.
  •  Lentitud de la difusión tecnológica: los procesos de difusión tecnológica son lentos, en parte debido a la incertidumbre y la heterogeneidad de los consumidores.4
  • Problema del agente-principal: sucede cuando el agente que paga la inversión no recibe los beneficios derivados de ella. Por ejemplo, para las inversiones en aislamiento térmico de los hogares esto sucedería si el inversor (propietario) no es el mismo que paga la factura de electricidad (inquilino).5
  • Imperfecciones de los mercados de capital: en determinados casos, y para algunos segmentos de la población, existe una dificultad de acceso a una adecuada financiación de este tipo de medidas.
  • Heterogeneidad de los consumidores: algunas medidas que para determinados consumidores pueden resultar rentables no lo resultan para otros, si no hacen el mismo uso de éstas.6
  •  Divergencia entre las tasas sociales de descuento y las privadas: esto también sucede con otro tipo de inversiones y haría que, a pesar de que socialmente las medidas fueran muy beneficiosas, no se considerara así a nivel privado.
La Paradoja de Jevons
Esta paradoja está relacionada con la eficacia real que tienen las medidas tecnológicas ahorradoras de recursos. Es un hecho empírico que las nuevas tecnologías ahorradoras de energía no producen el ahorro energético que inicialmente habían previsto los cálculos ingenieriles. Incluso, en determinados casos, el consumo de energía una vez implementada la medida podría resultar mayor que el consumo inicial.7
Efecto rebote es el término utilizado para describir el conjunto de mecanismos que hacen que una mejora de la eficiencia energética no reduzca el consumo de energía como se esperaba, o incluso acabe incrementándolo, ya sea de manera individual o agregada.8 Esto es debido al comportamiento de los consumidores ante el menor coste de proveer un servicio energético que supone una mejora de la eficiencia energética. El efecto se traduce en más horas de utilización del servicio energético, más consumidores utilizándolo o en una mayor calidad del mismo. Cuando el consumo final de energía resulta mayor que el inicial, se cumpliría el Postulado de Khazzoom–Brookes8c o la Paradoja de Jevons.
Para el caso del aislamiento térmico en los hogares, una vez instalada la medida los consumidores detectarían una reducción de la factura energética, obteniendo el mismo confort térmico. Esto provocaría que determinados hogares decidieran incrementar la superficie o número de habitaciones con calefacción/refrigeración, las horas de utilización del servicio, o acceder a un servicio de mayor calidad, al que anteriormente no podían acceder por cuestiones económicas, compensando parte o toda la reducción de consumo energético. El efecto sobre la demanda del propio servicio energético es conocido como efecto rebote directo. En la tabla siguiente se muestra el efecto rebote directo que podría producirse sobre diversos servicios energéticos en los hogares tras la instalación de un aislamiento térmico.
Por otra parte, aunque los usuarios/as decidieran no incrementar el uso del servicio energético mejorado, la mejora provocaría un ahorro monetario neto, el cual se destinaría a consumir nuevos bienes y servicios, cuya producción a su vez requeriría más consumo de energía, incrementando de manera indirecta el consumo energético global.9 Esto es conocido como efecto rebote indirecto. La energía utilizada en el proceso de fabricación e implementación de las medidas (conocido como contenido energético de las medidas) también formaría parte del efecto rebote indirecto.
Estimaciones del efecto rebote directo por usos finales del sector doméstico en los EEUU
 El porcentaje representa la parte de ahorro de energía esperado (por aplicación de una mejora de la eficiencia) que no se haría efectivo. Fuente: Greening, L. A. et al (2000): “Energy efficiency and consumption – The rebound effect – A survey”, Energy Policy 28.
Respecto a estos efectos indirectos, diversos estudios muestran, dentro de rangos dispares, un peso importante en el consumo energético total en edificios.10 Una revisión de literatura de 60 casos de estudio mostró que la proporción del contenido energético en el ciclo de vida de los materiales empleados en su construcción, respecto al consumo total de energía en edificios a lo largo de su vida útil, era de entre un 9% y un 46% para aquellos de bajo consumo energético, y de entre un 2% y un 38% para edificios convencionales.11 Otros estudios similares muestran datos dispares de tiempo de recuperación de las inversiones en términos energéticos, desde inferiores a un año12 hasta 15 años aproximadamente.13 Por otro lado, a nivel de la UE, un estudio muestra cómo ni en 100 años de vida útil podría recuperarse el contenido energético de las medidas aplicadas a los edificios de bajo consumo, a partir de los ahorros energéticos operacionales obtenidos.14
Las implicaciones del efecto rebote
Más a largo plazo, una mejora de la eficiencia energética produciría ajustes en precios, cantidades, salarios y otras variables macroeconómicas que llevaría a una nueva situación de equilibrio a toda la economía, con otro consumo agregado de energía, que podría ser mayor o menor que el inicial, en función de multitud de factores. Esto se conoce en la literatura como economy-wide effects (efectos sobre toda la economía).
A pesar de que para este ámbito todavía hay cierta escasez de literatura empírica, por las mayores dificultades metodológicas que supone estimar los efectos sobre toda la economía, algunos estudios sugieren que las mejoras podrían llevar a un incremento en el consumo de energía (a mayor productividad de la energía, más crecimiento económico, propiciando una economía “mayor”, y por lo tanto mayores necesidades energéticas globales).15
La existencia del efecto rebote es ampliamente aceptada por los economistas que tratan temas de energía, y la evidencia empírica existente así lo corrobora. La principal controversia radica en el tamaño real del mismo y la identificación de las fuentes que lo provocan.9c,e Algunos sostienen que el efecto rebote es menor del 100%, produciendo un ahorro neto de energía (aunque menor del esperado), mientras que otros sostienen que es mayor del 100%, produciéndose lo que se denomina backfire y cumpliéndose la Paradoja de Jevons, es decir, que el consumo de energía se incrementa ante una mejora de la eficiencia energética.
A pesar de la controversia y la poca evidencia existente, diversos estudios9c,e han concluido que, en general, el efecto rebote directo sería más elevado para aquellos servicios energéticos que están lejos de ser saciados, es decir, donde hay más margen de incremento de su consumo. También lo sería para aquellos países menos industrializados y para aquellos segmentos de población con menor renta, ya que aprovecharían la reducción del coste de los servicios para incrementar su consumo, mejorando su bienestar personal.
En el caso español, sólo existen estimaciones del efecto rebote producido por las mejoras de eficiencia energética en los hogares para Cataluña. El efecto rebote directo en el caso del uso de electricidad en los hogares se estima que sería del 36%-49%,16 mientras el efecto rebote directo e indirecto estáticos podrían llegar al 56%-65%;17 tendría que considerarse la posibilidad de un efecto rebote mayor en un contexto dinámico y de mayor productividad energética a largo plazo, con la posibilidad de backfire.
Políticas de eficiencia, crecimiento económico y desmitificación del cambio tecnológico
A pesar de que el progreso tecnológico mediante la eficiencia energética puede contribuir a reducir el consumo de recursos naturales y las emisiones contaminantes y a luchar contra el cambio climático, resulta conveniente una mayor comprensión de las complejas relaciones existentes entre el desarrollo tecnológico, los sistemas socioeconómicos y las presiones medioambientales.
Por una parte, hay barreras a la introducción de las medidas que mejoran la eficiencia, a las que hay que hacer frente, pero adicionalmente, como se ha mostrado, determinadas tecnologías ahorradoras de recursos tienen potenciales efectos adversos, en particular a causa del efecto rebote. Este efecto rebote es raramente tenido en cuenta en los análisis oficiales sobre los ahorros energéticos potenciales de las mejoras de la eficiencia energética y en las decisiones políticas. Una excepción es la política del Reino Unido para mejorar el aislamiento térmico de los hogares,18 la cual incluye un 15% de reducción de los ahorros energéticos esperados de las medidas de aislamiento en los edificios para contabilizar el efecto rebote directo.
No considerar el efecto rebote hace que las políticas de mejora de eficiencia pierdan efectividad. Sería necesario, en la concepción e implementación de la política energética, que estas fueran acompañadas de medidas complementarias que evitaran el efecto rebote. Estas serían una mezcla de medidas de sensibilización, normativas específicas y medidas de fiscalidad ambiental orientadas a compensar la reducción de coste que supone la mejora de eficiencia. Dado que el efecto rebote indirecto en los hogares supone una propagación hacia el sistema productivo, también sería necesario actuar sobre sus consumos energéticos. Todas estas medidas irían destinadas a la regulación sobre los estilos de vida, un factor clave para la limitación del efecto rebote. Finalmente, cabría preguntarse si es posible, en este contexto, mantener un crecimiento económico ilimitado.
1. Fouquet, R. y Pearson, P. (2006): “Seven centuries of energy service: the price and use of light in the United Kingdom (1300–2000)”, The Energy Journal 27 (1).
2. Linares, P. y Labandeira, X. (2010): “Energy efficiency: economics and policy”, Journal of Economic Surveys 24 (3).
3. Metcalf, G.E. (1994): “Economics and rational conservation policy”, Energy Policy 22.
4. Jaffe, A.B. y Stavins, R.N. (1994): “The energy paradox and the diffusion of conservation technology”, Resource and Energy Economics 16.
5. Según varios autores, este factor afecta a alrededor de un tercio de la demanda residencial energética en EEUU (Murtishaw, S. y Sathaye, J. (2006): “Quantifying the effect of the principal–agent problem on US residential energy use”, LBNL-59773 Rev).
6. Hausman, J.A. (1979): “Individual discount rates and the purchase and utilization of energyusing durables”, Bell Journal of Economics 10.
7. a) Jevons, W. S. (1865): “The coal question”, Macmillan and Co; b) Brookes, L. G. (1979): “A low energy strategy for the UK”, en Leach, G. et al.: “A review and reply”, Atom 269; c) Saunders, H. (1992): “The Khazzoom-Brookes Postulate and neoclassical growth”, Energy Journal 13 (4).
8. a) Brookes, L. G. (1978): “Energy policy, the energy price fallacy and the role of nuclear energy in the UK”, Energy Policy 6; b) Khazzoom, J. D. (1980): “Economic Implications of mandated efficiency standards for household appliances”, Energy Journal 1; c) Greening, L. A. et al (2000): “Energy efficiency and consumption – The rebound effect – A survey”, Energy Policy 28; d) Binswanger, M. (2001): “Technological progress and sustainable development: what about the rebound effect?”, Ecological Economics 36 (1); e) Sorrell, S. (2007): “The rebound effect: an assessment of the evidence for economy-wide energy savings from improved energy efficiency”. UK Energy Research Centre, october 2007.
9. Los usuarios también podrían incrementar el consumo de los productos que ya consumían, o ahorrar más, lo cual incrementaría el consumo, aunque lo podría dilatar en el espacio o en el tiempo, a través de los productos financieros.
10. La disparidad de los resultados mostrados es debida a la diferencia de los ámbitos analizados, los materiales empleados, las metodologías de estimación y la poca evidencia empírica existente en el área de análisis.
11. Sartori, I. y Hestnes, A. G. (2007): “Energy use in the life-cycle of conventional and low-energy buildings: a review article”, Energy and Buildings 39.
12. Feist, W. (1996): “Life-cycle energy balances compared: low energy house, passive house, selfsufficient house”, Proceedings of the International Symposium of CIB W67; Winther, B. N. y Hestnes, A. G.. (1999): “Solar versus Green: the analysis of a Norwegian row house”, Solar Energy 66(6).
13. Royal Commission on Environmental Pollution (2007): “The Urban Environment”, London.
14. Casals, X. G. (2006): “Analysis of building energy regulation and certification in Europe: their role, limitations and differences”, Energy and Buildings 38.
15. Semboja, H.H.H. (1994): “The effects of an increase in energy efficiency on the Kenyan economy”, Energy Policy March 1994; Glomsrød, S. y Taojuan, W. (2005): “Coal cleaning: a viable strategy for reduced carbon emissions and improved environment in China?”, Energy Policy 33; Hanley, N.D. et al (2006): “The impact of a stimulus to energy efficiency on the economy and the environment: a regional computable general equilibrium analysis”, Renewable Energy 31.
16. Freire-González, J. (2010): “Empirical evidence of direct rebound effect in Catalonia”, Energy Policy 38.
17. Freire-González, J. (2011): “Methods to empirically estimate direct and indirect rebound effect of energy-saving technological changes in households”, Ecological Modelling 223.
18. Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (2007): “Consultation document: energy, cost and carbon savings for the draft EEC 2008 – 11 illustrative mix”.

200.000 millones para insistir en un modelo energético cuestionable

Pot publicat al web  Inmodiario

11-03-2015 (12:20:10)

Los cerca de 200.000 millones de euros de inversión que se van a requerir en la Unión Europea durante los próximos años de cara a crear un mercado único de la energía que refuerce las interconexiones entre los Estados, vuelve a poner sobre la mesa el debate acerca de la viabilidad de un modelo, en un escenario de reducción de la demanda eléctrica y de descentralización de la generación eléctrica, y en el que la apuesta no debería ser el gas que la Unión Europea no tiene.

Una inversión altamente costosa para alcanzar el 10% de capacidad de interconexión entre los Estados miembros, entre líneas de transporte eléctrico de alta tensión y gasoductos, que acabará repercutiendo, como siempre, primero en las empresas y, después, en los clientes finales. Impacto económico y, también, en términos de costes externos en forma de contaminación, residuos, salud, o pérdida de servicios ecosistémicos.

Y todo en un momento de cambio, en que el incremento en los precios de la energía es un efecto del agotamiento progresivo de los combustibles fósiles y del incremento de la demanda mundial, liderado por países como China o India, y en el que el calentamiento global y la reducción de los impactos ambientales, pero también la independencia y la soberanía energéticas, exigen la puesta en marcha de un plan de transición energética.

Entraría aquí de lleno la aplicación del cambio de modelo, del que todo el mundo habla, pero que no acaba de arrancar como alternativa real, el que debe incidir en la sostenibilidad ambiental, la sostenibilidad económica, la independencia energética, y la gestión democrática y transparente de un bien común como es la energía.

Cambio que debe pasar por una reducción importante en el consumo de energía en los países industrializados mediante la remodelación del urbanismo y el transporte, el cierre de centrales de carbón y nucleares, la paralización de proyectos de gas, y la apuesta decidida por las energías renovables.

Con la apuesta de la Unión Europea por el mantenimiento del sistema, con limitaciones demasiado tibias en cuanto al incremento de la demanda, y el mantenimiento de una industria y un mercado en declive no es la mejor política pública, se incide en lo mismo. Un sistema tan complejo como es el energético, con grandes sectores en forma de monopolio natural, con necesidades de planificación estratégica y a largo plazo, decisiones políticas, e impactos sobre la salud, la economía y el medio ambiente no puede quedar en las manos del mercado libre y competitivo.

Alemania nacionaliza sus redes de distribución

Publicat per  % Attac
Marta Victoria / Cristóbal J. Gallego – Público.es
7 marzo 2015

Si hablamos de nacionalización y red eléctrica probablemente lo primero que nos venga a la mente sea Bolivia, donde el Gobierno de Evo Morales ha nacionalizado recientemente varias empresas de transporte y distribución de electricidad. En ambas ocasiones, la repercusión mediática en nuestro país fue muy amplia porque las multinacionales propietarias de estas redes eran españolas. La empresa Transportadora de Electricidad (TDE) que era propiedad de Red Eléctrica Internacional se nacionalizó en mayo de 2012 y las distribuidoras Electropaz y Elfeo, anteriormente en manos de Iberdrola, se nacionalizaron en diciembre de ese mismo año. Algunos argumentos para propiciar el debate informado sobre estos procesos, que no es el objetivo de este artículo, pueden encontrarse en los enlaces anteriores.
Sin embargo, la decisión de numerosos municipios alemanes de hacer pública la gestión de sus redes de distribución eléctrica ha tenido bastante menos repercusión mediática. En un artículo reciente hablamos del cambio de la generación eléctrica en Alemania hacia un mix basado en renovables y de cómo los consumidores habían asumido el coste de esta transición. En este texto repasaremos algunas de las recientes remunicipalizaciones ocurridas en el país germano.
Una de las localidades pioneras en constituir una empresa de electricidad municipal fue Schönau. Tras el accidente de Chernóbil en 1986, la convicción de un grupo de ciudadanos de querer dejar de consumir electricidad de origen nuclear llevó a la creación de la empresa municipal de electricidad EWS en 1994. Tres años después, y tras superar dos referendos públicos, EWS se hacía con la distribución de la electricidad en la localidad.
El recomendable documental El espíritu de Schönau pone de manifiesto cómo la concienciación ciudadana fue clave para el éxito de esta empresa. Numerosos conciertos, charlas y visitas puerta a puerta consiguieron movilizar a la ciudadanía para luchar contra la maquinaria de comunicación de la compañía que operaba la red en régimen de monopolio hasta la fecha. La principal argumentación de dicha compañía era que la recién constituida empresa municipal estaba formada por un grupo de aficionados que no sabrían hacer funcionar la red. Hoy, 17 años después, EWS sigue distribuyendo electricidad en Schönau a precios muy competitivos y es generadora de la mitad de la energía que distribuye vetando la energía nuclear y favoreciendo el suministro de energía de origen renovable. EWS se convirtió además en la primera comercializadora de energía verde para particulares y suministra actualmente su electricidad a 150.000 hogares.
Con este mismo espíritu, 72 eléctricas municipales han sido creadas en Alemania desde 2005 enfocadas a obtener mejores resultados en cuanto a impacto económico local, transición energética y protección del medio ambiente. Objetivos que difícilmente pueden alcanzarse dejando que todas las decisiones sean tomadas en base al libre mercado. Esta ola de remunicipalizaciones se produce porque en los últimos años están caducando muchas de las concesiones privadas que se concedieron por un periodo de 20 años. La mayor de estas remunicipalizaciones se ha llevado a cabo recientemente en la ciudad de Hamburgo, donde los ciudadanos decidieron democráticamente remunicipalizar las redes de distribución de electricidad, gas y calefacción doméstica.
En Berlín también se está produciendo el debate sobre la remunicipalización, aunque la idea no prosperó en un reciente referéndum. En este caso, los ciudadanos se quejan de que la empresa que suministra la electricidad, Vattenfall, basa su generación exclusivamente en centrales de carbón, con la consecuente contaminación asociada. Además, el desarrollo de las renovables en la capital germana es prácticamente nulo. Por último, la ciudad de Stuttgart también ha vivido un proceso de recuperación del control público en la gestión de los servicios. En 2011, el Gobierno local recuperó la empresa pública Stadwerke Stuttgart y desde marzo de 2014 esta empresa es la encargada, junto a la eléctrica EnBW, de administrar las redes de gas y electricidad de la ciudad.
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Compañías eléctricas municipales creadas desde 2005 (en la parte oeste del país). La oleada de remunicipalización en la parte este tuvo lugar en la década de los 90 (ver fuente)
Este es uno de los debates que probablemente deberíamos abordar en España. Tras años de un funcionamiento sobrerretribuido de las redes de distribución y centrales de generación, ¿funcionarían éstas mejor si los propios municipios fueran sus propietarios? ¿Sería más fácil imponer objetivos más sensatos, tales como el desarrollo de renovables o unas tarifas eléctricas razonables, en lugar de la omnipresente maximización del beneficio privado?
Mientras que en España la mayoría de expertos y medios de comunicación abogan por una mayor privatización del sector eléctrico (y no solo de éste), el espejo alemán, con el que habitualmente nos comparan, está recuperando la gestión pública de sus redes eléctricas. No solo esto, sino que además está demostrando que la gestión ciudadana es técnicamente posible y, en muchos casos, mejor que la iniciativa privada. Sin duda, el debate está sobre la mesa y debemos ser capaces de abordarlo huyendo de clichés, utilizando información veraz y el rigor necesario.
Observatorio Crítico de la Energía, colaboradores del círculo de Economía, Energía y Ecología de Podemos

Europa pren mesures contra el canvi climàtic

Article publicat a La Vanguardia

La UE logra un «ambicioso» acuerdo para reducir emisiones de CO2
La reunión de jefes de estado y de gobierno acuerda también aumentar la interconexión eléctrica entre España y el continente | Pese a la oposición de Polonia, la Unión Europea se compromete a reducir en 2030 un 40% las emisiones de gases que causan el cambio climático
Vida | 24/10/2014 – 07:56h | Última actualización: 24/10/2014 – 08:49h
París, en un día sin contaminación en agosto de 2012 y el pasado 14 de marzo AFP
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Bruselas (EFE).- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) superaron el jueves 23 sus diferencias iniciales y fijaron un nuevo marco climático y energéticopara el periodo 2020-2030, que incluye un triple objetivo en materia de emisiones, renovables y eficiencia energética, así como una meta voluntaria de interconexiones.
La tradicional oposición de Polonia complicó el acuerdo sobre los objetivos de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero, punto en el que Varsovia finalmente accedió a aceptar una disminución del 40 % respecto a los niveles de 1990 a cambio de financiación europea para modernizarse y de extender el reparto de créditos gratuitos de emisión más allá de 2020.
Los Veintiocho también han acordado que las renovables representen «al menos» un 27 % de la energía que se utilice en la Unión en 2030, una meta que finalmente será de obligado cumplimiento a escala europea, pese a la resistencia presentada por el Reino Unido, entre otros.
El cumplimiento del objetivo se evaluará haciendo una media a nivel europeo, de manera que unos podrán compensar a otros, en lugar de imponer metas nacionales tal y como se hace hasta el momento.
Los líderes han pactado, por otro lado, establecer un objetivo «indicativo» del 27 % de ahorro de energía respecto a 2007, que se revisará en 2020 con vistas a ampliarlo hasta el 30 %, de nuevo salvando la resistencia de Londres, que consideraba que éste debería haber sido descartado, según fuentes europeas.
En materia de interconexiones eléctricas, una cuestión que preocupaba sobre todo a España y Portugal, que son una «isla energética», la UE dijo aspirar a que en 2030 los Estados miembros puedan exportar a sus países vecinos un 15 % de la energía que producen, un objetivo que mantendrá el carácter voluntario que ahora tiene la meta para 2020, del 10 %.
«Detrás de los objetivos indicativos, hay proyectos concretos que definiremos», señaló al término del encuentro, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que destacó que la Comisión Europea (CE) tendrá ahora que supervisar el avance de los proyectos e informar al Consejo de manera regular.
España cuenta de momento con dos infraestructuras ya incluidas en la lista de proyectos de interés común de la UE, pero aspira a que se reconozcan otras tres para poder lograr los objetivos para 2020 y 2030, indicaron ayer fuentes del Gobierno español.
Los trabajos de la interconexión eléctrica de alta tensión entre la localidad española de Santa-Llogaiga y la francesa de Baixàs a través de los Pirineos es la única de las dos que ya están proyectadas que ya está en construcción, mientras que la otra entre el Golfo de Vizcaya y Aquitania (Francia) está aún en una fase de evaluación de su viabilidad.
En la actualidad España tiene un nivel de interconexión del 2,4 % que se elevaría a cerca de el doble una vez que en 2015 concluya el primer proyecto ya planeado, según fuentes diplomáticas españolas.
«Queremos hasta 2020 lograr el 10 % y vamos a esforzarnos para llegar al 15 % y para eso habrá que mirar aparte de posibilidades de financiación privada, qué posibilidades hay a nivel de UE para crear esa interconectividad», señaló por su parte la canciller alemana, Angela Merkel, quien subrayó que esta medida afecta sobre todo a la Península Ibérica y a los países bálticos.
El presidente de Francia, François Hollande, dijo que «muchos de los fondos» del plan de inversiones de hasta 300.000 millones de euros anunciado por el presidente electo de la CE, Jean-Claude Juncker, se destinarán a energía y a interconexiones eléctricas.
Por su parte, el presidente de la CE, José Manuel Barroso, que al igual que Van Rompuy participan en su último Consejo Europeo antes de que se produzca su relevo en las dos instituciones que dirigen, subrayó que «la aprobación de este objetivo tan ambicioso ha sido por unanimidad».
Organizaciones ecologistas como Greenpeace, Oxfam o Friends of the Earth Europe señalaron que los objetivos que han fijado los Veintiocho son «muy bajos», «insuficientes» y «están muy por debajo de lo que se necesita y de lo que Europa podría hacer para combatir el cambio climático».
Esta propuesta de paquete climático para 2030 contrasta con el más ambicioso que la UE adoptó para 2020, que incluía dos objetivos obligatorios del 20 % para recorte de CO2 y renovables y otro voluntario, también del 20 %, para reducir el consumo energético.

¿Qué salida a la crisis ecológica desde la izquierda? De la “Última Llamada” a la transición energética, ¿están maduras las alternativas?

Article amb comentaris,  publicat a La Vanguardia.

“Última llamada”, manifiesto que sitúa la crisis económica en una crisis civilizatoria.
Esto es más que una crisis económica… es una crisis de civilización” logró 5.500 adhesiones en 3 días. “Última Llamada”, título del manifiesto, se articula sobre cinco conceptos: (1) la necesidad de una respuesta audaz que no se base en políticas de expansión y crecimiento de raíz keynesiana (2) la contradicción entre crecer para salir de la crisis y destruir las bases naturales con de dicho crecimiento, (2) reacción de los ciudadanos ante las elites, (4) el enorme desafío que supone seguir en una tierra habitable que podemos seguir en ella llamándonos humanos y (5) escenario catastrófico del cambio climático.
Deberían ser frecuente este tipo de “llamadas” de atención, cuando parece no darle por aludida la clase política que prefiere protagonizar escenas de cortos vuelos, sin aliento para afrontar los grandes retos y desafíos de la época. Recordemos cómo, en medio de las aburridas elecciones alemanas, Axel Honneth y otros intelectuales lanzaron “Bewegung jetzt” (moverse ahora); denunciaban una agenda política sin criterio normativos, articulaban cuales son las cuestiones claves: (1) futuro energético renovable, (2) una Alemania Europea, (3) democracia vibrante, (4) sociedad igualitaria y (5) sociedad industrial sostenible.
Entre los promotores del manifiesto “Última Llamada” están M. Eugenia R. Palop (Universidad Carlos III), Antonio Serrano (fue Secretario de General de Biodiversidad con Cristina Narbona -interesantes reflexiones sobre la sostenible insostenibilidad en: http://www.fundacionsistema.com/Info/Item/Details/5403), Jorge Riechmann (fue director del Observatorio Español de Sostenibilidad, profesor de Filosofía Moral en la UAM, poeta e impulsor de la ecológica desde ISTAS de CC.OO.; acaba de publicar “ahí es nada”), Florent Marcallesi (Centro de Ecopolítica, autor de “Adiós al crecimiento” -editado por Viejo Topo), Fernando Prats (CCEIM programa Cambio Global España 2020/50 -http://www.upv.es/contenidos/CAMUNISO/info/U0637191.pdf), Pedro Prieto (vicepresidente Asociación para el Estudios de Recursos Energético) y otros.

Logró la firmar de ecologistas de larga trayectoria, Domingo Jiménez-Beltrán, Secretario General de medio ambiente hasta 1993, Director de la Agencia Europea de Medio Ambiente hasta 2001, o José Manuel Naredo y Joan Martínez Alier; con políticos de nuevas generaciones, Ada Colau, Alberto Garzón, Pablo Iglesias… hasta ahora la ecología no había estados entre sus prioridades, ¿se inclina la nueva izquierda hacia la ecología dando la espalda a Krugman o Stiglitz? Se pregunta Joan Martínez Alier en un articulo (http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7107).
El manifiesto anticipa un cambio de paradigma, no sólo en la izquierda. La certeza y la confianza en el progreso, con una definición de modernidad sin frenos para la reflexión, ha hecho envejecer tanto las respuestas como las preguntas. Más adelante veremos que las relaciones conflictivas entre “decrecimiento” y “transición energética” presente en el manifiesto que se opone a las políticas del maquillaje o retórica vacía: (1) estamos ante un genocidio a cámara lenta, (2) ya no sirven mantas cosméticas del desarrollo sostenible o propuestas de “economía verde”, (3) las soluciones tecnológicas a la crisis ecológica, como el declive energético, no sirven, (4) los obstáculos: las inercias del modo de vida capitalista e intereses de grupos privilegiados y (5) hay que construir alternativas ecológicas rigurosas y viables.

¿No tenemos tiempo?
 
Se opone al capitalismo keynesiano con el que nos proponen salir de la crisis. Tras la segunda guerra mundial tuvo lugar un nuevo ciclo de expansión económica; otro ciclo llevaría al colapso civilizatorio; ahora no es posible, ni hay base material, ni espacio ecológico, ni recursos naturales para ello. Con una advertencia, “la ventana de oportunidades se está cerrando”. Nada nuievo si se recuerda las advertencias a los limites del crecimiento en los años 70. Hasta aquí ninguna objeción.
No analizaré las intenciones del manifiesto. Pero no deja de sorprender una crítica, soterrada, a la impaciencia reformista. Uno se carga de razones cuando observa que las cumbres del clima fracasaron por la “parálisis del consenso”. El presupuesto de una gobernanza de arriba abajo, con la trampa de tejer acuerdos de mínimos, en lugar de construir plataformas de acción horizontales. Laurence Tubiane, directora de IDRRI, tras Copenhague, advirtió de que es posible encontrar acuerdos de “abajo arriba”: no funciona las política climáticas si disocia quién decide y quién actúa. Laurent Fabius la ha nombrado para construir una agenda positiva en Paris 2015 en el ministerio de exteriores francés. No espera una década. Propone actuar ya. Sègonéle Royal aprobará, en breve, una ley de transición energética (http://www.developpement-durable.gouv.fr/Segolene-Royal-salue-l-engagement.html). La nueva directora del IDDRI es Teresa Ribera que fue Secretario de Estado de Cambio Climático en el anterior gobierno de España.

http://www.developpement-durable.gouv.fr/Segolene-Royal-salue-l-engagement.html

No se puede tachar de “sermón apocalíptico” cuando lo que se propone, sin sobresaltos, lo está implementando Francia o Alemania. Esta última acaba de aprobar su ley de renovables 2.0, la actual ley, con tres revisiones, no daba para más. En determinados momentos alcanzan un 75% de generación eléctrica con renovables . El manifiesto parece que rechaza lo construido hasta ahora, sea el “desarrollo sostenible” o las energías renovables atizadas desde todos los frentes. En su lugar propone alcanzar un gran acuerdo entre una gran mayoría: “… tenemos [a lo sumo] un lustro para asentar un debate amplio y trasversal sobre los límites del crecimiento… Deberíamos ganar mayorías para un cambio de modelo económico”. Cuando tenemos una cita en París en 2015, la cumbre del cambio climático que lleve acciones globales; ¿no valdría la pena orientar, sin renunciar a la crítica, hacia esta cita los esfuerzos? Laurence Tubiane ha contribuido a que el “decrecimiento” forme parte de la agenda de los socialistas franceses. 

http://www.dailymotion.com/video/x13lqej_pleniere-croissance-laurence-tubiana_news

 
¿Son las energías renovables enemigas del de-crecimiento? ¿Construir o destruir alternativas? 
 
Si las energías renovables han sido atizadas desde las tecnologías convencionales por su costes, ser ineficientes e inmaduras, etc., parece que le acaba de salir un nuevo enemigo. Margarita Mediavilla, redactora del manifiesto, escribe “cuando decimos que es la última llamada es porque esto se acaba, ya hemos empezado la cuesta abajo y la tecnología no nos va a salvar… quienes no conocen los datos básicos pueden tachar de alarmistas”; y añade “la transición es posible pero no se puede hacer en dos días… Si hubiera tecnologías mejores por descubrir, no van a llegar a tiempo, porque la tecnología necesita décadas para su desarrollo y el declive empieza ya” (https://ultimallamadamanifiesto.wordpress.com/2014/07/09/marga-mediavilla-cuando-decimos-que-es-la-ultima-llamada-es-porque-esto-se-acaba-ya-hemos-empezado-la-cuesta-abajo-y-la-tecnologia-no-nos-va-a-salvar/).

En una entrevista, tras la catástrofe de Fukushima, se le preguntaba por el cierre de las nucleares en Alemania “¿es una agenda política a golpe de sustos?”. Respondía que las inversiones en energía necesitan que estén allí 50 o 60 años…., por ello, la transición energética debe de coincidir con el agotamiento en los combustibles. Tacha la decisión alemana de precipitada. Sorprende que critique a Angela Merkel por el cierre de las centrales nucleares, más que use el argumento de pico de petróleo en 2020. ¿Cómo califica la política de la gran coalición CDU y SPD a favor seguir apostando por las energías renovables? ¿De impaciencia reformista? No precipitar la transición energética cuando no hay tiempo. Explica que analizó el coste de la nuclear en construcción en Finlandia: es un 50% más barata que los aerogeneradores. El propio gobierno francés, con Sarzoky, en 2011 muestra que el coste de Flamanville 115 euros frente los 56 de la eólica. Lo sorprendente es que la nuclear en funcionamiento pierde más de 8 euros por MWh.

¿Nos llevan las energías renovables a una “economía de guerra”? 
 
El debate esta muy abierto. ¿Qué se entiende por “las tecnologías no son la única la respuesta? Cierto: hay que desprenderse del viejo modelo regulatorio que privilegia determinadas tecnologías para que se desarrollen las energías renovables. Antonio Turiel, promotor del manifiesto y investigador del CSIC señala que “el problema es si se puede extraer de manera suficientemente rápida y con un rendimiento suficientemente bueno [esa energía del sol, 10.000 veces lo que consumidos], cosa que justamente sabemos que es imposible”. La conclusión es que no hay alternativa al colapso inevitable (https://ultimallamadamanifiesto.wordpress.com/2014/07/11/antonio-turiel-una-vision-de-ultima-llamada-desde-dentro/).

“La transición energética nos llevaría una “economía de guerra”, en la cual, sería necesario invertir un 10% del PIB anual durante 30 años”. Jorge Riechmann citaba a Antonio Turiel, que añade: “es evidente que, en el marco de un sistema de economía de mercado, el capital privado no acometerá una inversión tan grandiosa y de tan dudosa o nula rentabilidad”. ¿Les da la razón a ministro José Manuel Soria, que culpa a las energías renovables la insostenibilidad del sistema eléctrico? En El País (23.6.2013) escribía “la bondad de las renovables queda entredicho si no es económicamente y financieramente sostenible”. Alberto Nadal reconoce que lo que en 2008 costaba 7 millones de euros hoy cuenta medio millón (caída del coste más del 80% -la Comisión Europea sigue con previsiones de caída de costes un 50% en 2030, datos obsoletos que frena la transición energética).

California quiere lograr 33% de renovables en 2020. El MW de gas en 66 dólares, frente 152 de la fotovoltaica (pero el coste de las primeras suben 15-22%, las segundas caen de vértigo). La caída de costes podría ser mayor, 8.000 millones menos en la Unión Europea si se suprimen barreras mentales, obstáculos regulatorios, ello ha permitido una caída de los costes de financiación un 20%. En Alemania desde el 2012 el precio de la fotovoltaica es más barata que el precio del kWh de la redes . Eso que la mayor entra de renovable hace que caiga el precio de mercado.

No es la Alemania que ha desarrollado las renovables la que vive en una “economía de guerra” sino las regiones que obstaculizaron el desarrollo de las energías renovables; las cuencas mineras del Ruhr son las que tiene energía más cara, con una fuerte desindustrialización y situaciones de pobreza energética y exclusión socialStadtwerke.

Si coincido con Jorge Riechmann cuando hace referencia al libro del ecososcialista Daniel Tanaro: “respetar las exigencias de rentabilidad de los capitales privados, no resulta viable estabilizar el clima del planeta” (http://www.servicioskoinonia.org/agenda/archivo/obra.php?ncodigo=807). Expresa esas diferencia entre la estrategia de accionista, que miran la rentabilidad inmediata, frente el valor de los ciudadanos, que contemplen el bienestar para las generaciones futuras. Es lo que expresó en Eurosolar el alcalde de Múnich, Christian Ude (SPD), antes de expropiar la red eléctrica. Múnich tenia 9.000 millones para lograr 100% renovables, el gestor de las redes anteponía reducir inversiones y maximizar el reparto de dividendos, para mantener inversores. Es sus cálculos no está ni la economía, el medio ambiente, la cohesión social local. No veo que se puede desprender de lo que dice el manifiesto: “…una economía que tenga como fin la satisfacción de necesidades dentro de los limites que imponen la biosfera, y no el crecimiento privado”; restringir la libertad a los ciudadanos de aprovechar un bien común -de forma individual o cooperativa, un bien común como el sol y el viento. 

¿Una socialdemocracia acomplejada?

 
La socialdemocracia no puede basar su acción en la permanente predisposición para la protesta de base; no significa que no se deba oponer a las perforaciones de petróleo en Canarias, Baleares o Valencia. “Valdría la pena que algún que otro partido político se arremangara y luchase de forma ofensiva…”, escribía Jürgen Habermas, “la comunidad internacional no puede sustraerse al cambio climático, a los riesgos mundiales de la tecnología nuclear, a la necesidad de regulación de un capitalismo impulsado por los mercados financieros…”. La socialdemocracia está demasiado acomplejada, como repite una vez y otra vez Pedro Sánchez, para afrontar estos desafíos.

Los miedo para luchar de forma ofensiva en otro campos, como el debate sobre las puertas giratorias. Pedro Sánchez pidió, como los hizo José Antonio Pérez Tapias, cerrar las puertas giratorias. Eduardo Madina, en cambio, calificó dicha propuesta de condena a la muerte laboral a los políticos , en fin, … impediría atraer talento. Tras la denuncia que presentó la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético ante la fiscalía anticorrupción por las puertas giratorias, el PSOE se apresuró a abandonar dicha plataforma. Un ejemplo de eso que señala Pedro Sánchez: “un PSOE “acomplejado”. 

Josep Borrell señaló, en una entrevista con Jordi Evolé, ese mismo problema, una clase política “acomplejada” frente los mercados. Sorprende que Ignacio Urquizu, en lugar de abrir el debate para situar el PSOE para luchar por la democracia, afrontar nuevos conceptos de transparencia, puertas giratorias, poder de los lobby, etc., opta por atacar ese nuevo espacio de la política. ¿Puede el PSOE abandone ese nuevo terreno, inmóvil en el clásico conflicto entre izquierda y derecha? No entiende el nuevo conflicto entre élites y ciudadanos. “Me cuesta imaginar una sociedad sin élites… incluso en escenarios más revolucionarios”.

Marco Bülow, diputado del SPD, publicó Wir Absnicker; en él describe su experiencia de diputado: la erosión de poder de la soberanía popular, representada en el parlamento, ante la enorme influencia de los lobby. En España ese terreno ha sido ocupado por Podemos, UPyD, Ciutadans y la CUP. La izquierda esta acomplejada, en una repliegue, tras las trincheras, sin ser capaz de atacar a la casta, venga de donde venga. La disciplina de voto queda absolutamente obsoleto cuando los diputados son elegidos por los ciudadanos no por las ejecutivas de sus partidos según la constitución. Pedro Sánchez se pronunció a favor de la libertad de voto. ¿Cómo superar una socialdemocracia acomplejada? Queda demasiado tímidas e inocentes las afirmaciones del manifiesto: “Cada vez más gente está reaccionando ante los intentos de las élites de hacerles pagar los platos rotos”. ¿Cómo calificaría a Jürgen Habermas? 
 
Crisis de la democracia frente las élites. ¿Una socialdemocracia desacomplejada?

 
Jürgen Habermas ponía un ejemplo de que sí es posible obedecer a los ciudadanos en lugar de las élites. Está en el abandono de la energía nuclear. Es la excepción que demuestra todavía es posible el triunfo de la democracia; dirigir la mirada, en lugar de “hacia arriba, hacia las elites políticas y los medios de comunicación”, mirar a hacia esa “labor soterrada y tenaz de los movimientos sociales”. ¿Por qué en la política energética ha triunfado la democracia, en cambio, en la crisis financiera se ha impuesto las élites económicas?

Pedro Sánchez respondía a Economistas Frente a la Crisis sobre la cuestión nuclear. Propone “promover el cierre de las nucleares a medida que vayan consumiéndose los periodos de vida para las que se les concedió la autorización de la puesta en marcha”, esto es, 30 años. Los otros dos se referían lo que dice en el programa, antes de Fukushima, 40 años. Pedro Sánchez coincide con la política tras Fukushima del gobierno alemán. Es un tema que elude Última Llamada. Pero Pablo Echenique, eurodiputado de Podemos, se ha manifestado a favor de la energía nuclear, “no es buena ni mal, sino depende de para qué la uses”. Sorprendía más su respuesta sobre los transgénicos, se opone por “estar bajo el control de unas cuentas multinacionales… habrá gente desinformada que piense que son malos per se”. ¿Los gobiernos de Francia y Alemana están desinformados?

Lo que pretendo, más que encontrar respuestas en el camino, es desvelar que esos caminos están llevas de certezas con una enorme capacidad de evaporación. En ese crisis de civilización, la política ha de ser repensada en su conjunto, la de izquierda en particular. El día a día hace que los políticos se sientan apabullados y faltos de aliento.

¡Hay Alternativa!

 
Marga Mediavilla veía comprensible alargar la vida útil de las centrales nucleares, eso sí, no construir nuevas. El parlamento de Francia acaba de publicar un informe que muestra que el coste de la operatividad de las nucleares para un cierre a los 40 años costará 55.000 millones entre 2014 y 2025. 110.000 millones hasta 2030 (http://dialec.blogspot.com.es/2014/06/allargar-la-vida-operativa-del-parc.html). ¿Tiene sentido invertir en tecnologías que se han desarrollado hasta el limite, que están siendo remplazadas por las renovables? El gobierno de Manuel Valls reducirá un 50% el consumo de energía en 2050, cerrará un tercio de nucleares hasta 2022, con una apuesta por las renovables.

La apuesta por las renovables está disminuyendo incluso en Alemania”, dice Antonio Turiel, “las grandes economías están apostando por el carbón… el combustible de futuro es el combustible pesado” (http://www.cookingideas.es/oil-crash-20131216.html). La realidad realmente existente en Alemania es que lo que llevamos de 2014 las renovables crecieron: 4,2 TWh la eólica, y 4 TWh la solar, por ningún lado se que crezca el carbón, a revés decrece el carbón 9,3 TWh menos, 5,6 TWh menos de gas y 0,8 TWh menos de nuclear. El INSM son los que quieren poner el freno a las renovables, mientras crece la protesta por no apretar el acelerador -50 diputados que dan apoyo a la Gran Coalición, CDU y SPD, no apoyaron la reforma por poco ambiciosa.

Lo que tenemos no es una aplastante mayoría absoluta del PP. Es un gobierno que podría disolver el parlamento, gobierna con el artículo 86.1 que permite al ejecutivo dictar disposiciones legislativas actuando como poder legislativo. Un gobierno que no tiene ninguna vergüenza para obedecer el dictado de las élites. La propuesta de Pedro Sánchez a favor de más transparencia como la que hay en Reino Unido, allí desde los directores generales tiene sus agendas públicas, con quien se reúne y para qué. Permitió ver la desigualdad de trato entre el sector energético renovable y el convencional.

Si descarrilan trenes, alguien los puso. El cambio ya ha empezado. En Berlín se celebró un referéndum para devolver a los ciudadanos las decisiones sobre la energía. Berlín quería como otras ciudades alemanas tener unos servicios de energía públicos en manos municipales. Su modelo es “democracia energética”, que no sean los políticos los que se sienten en los consejos, sino los ciudadanos elijan a sus representantes. En Francia las ciudades quieren ser Stadtwerke, cien de ellas ya lo son por motivos históricos, descubren el potencial para dirigir la transición energética. Quien observa el mapa renovable en Alemania se da cuenta que la revolución energética va por barrios, o mejor dicho, por Stadtwerke. Los estados federales de Estados Unidos tienen sus Asociaciones Municipal Utility. Vivimos en un país que es inmune.

Última Llamada más que apunta a la respuesta, el propio manifiesto permite entender las dificultades de formular la pregunta. El PSOE muestra los dilemas, mucho de ellos excluyentes. Quizá ningún de los candidatos tiene la respuesta, pero la predisposición para formularse las preguntas adecuadas. Pedro Sánchez apuesta por una reindustrialización verde, con una cambio de modelo energético, con una apuesta por las energías renovables, ello requiere más democracia. La crisis económica se presenta como un te complejo para experto, cerrando la puerta a la democracia y los ciudadanos. Como dijo José Antonio Pérez Tapias hay que abrir las puertas del partido y cerrar las puertas giratorias.

11 comentarios

Comentarios 11

  1. He leído su artículo y estoy bastante de acuerdo con la mayoría de las cosas que dice; he detectado, sin embargo, ciertos errores. Me gustaría aclarar aquellos que hacen referencia a cosas que supuestamente yo he dicho, si lo tiene a bien.
    Me temo que no está citando correctamente mi frase sobre Alemania (no sé de dónde exactamente la ha sacado y no conozco, por tanto, el contexto). Una cosa que he dicho en varias ocasiones es que entre 2010 y 2013 (extemporánea, por tanto, su mención a 2014) el consumo de carbón en Alemania ha crecido un 6% mientras que las renovables el crecimiento era superior al 130% (doy los números de memoria, así que puede haber algún pequeño error), pero que en cifras absolutas ese 6% de carbón era mucho mayor que el 130% de las renovables y que la tendencia que se está observando globalmente es un rápido crecimiento del consumo de carbón, ahora que el petróleo no puede subir mucho más. Por los números que da para el año 2014, expresados en Tw·h, parece que se está Vd. refiriendo solamente al consumo de energía eléctrica (conviene una vez más recordar que la energía eléctrica es una minoría de la energía final que se consume en el mundo, en torno al 10%, llegando a ser del 21% en España por ejemplo; aún y todo minoritaria).
    Que la apuesta de Alemania por las renovables está disminuyendo es una cosa completamente evidente y no puede ser discutida, simplemente; e.g., lea la valoración que se hace en este blog pro-renovable a los últimos cambios legislativos: http://power-to-the-people.net/2014/04/german-renewable-energy-act-reform-is-not-a-feed-in-tariff-2-0/. Por cierto que me da la impresión de que confunde la mera enunciación de hechos con los deseos; que yo diga que pasa eso no quiere decir que yo desee que pase eso. He explicado miles de veces lo que yo pienso, partiendo de la realidad física del mundo, y no creo que merezca la pena que me extienda aquí mucho más.
    Es errónea también su transcripción de la mi frase “cosa que justamente sabemos que es IMPOSIBLE”, que cambia completamente su sentido.
    Con respecto al tema de la economía de guerra, creo que no debería tomarse la cuestión tan a la ligera. Jorge Riechmann alude a un trabajo que publicamos en Energy Policy hace unos años y que se centraba en ver cómo se podría hacer una transición a un mix 100% renovable tomando en cuenta una serie de factores generalmente ninguneados, particularmente la TRE y la disponibilidad de materiales. No es un tema menor ni que pueda ser tratado con ligereza, y que uno describa esta dificultad no significa naturalmente que se esté apostando por alguna otra alternativa (inexistente, por lo demás).
  2. He leído su artículo y estoy bastante de acuerdo con la mayoría de las cosas que dice; he detectado, sin embargo, ciertos errores. Me gustaría aclarar aquellos que hacen referencia a cosas que supuestamente yo he dicho, si lo tiene a bien.
    Me temo que no está citando correctamente mi frase sobre Alemania (no sé de dónde exactamente la ha sacado y no conozco, por tanto, el contexto). Una cosa que he dicho en varias ocasiones es que entre 2010 y 2013 (extemporánea, por tanto, su mención a 2014) el consumo de carbón en Alemania ha crecido un 6% mientras que las renovables el crecimiento era superior al 130% (doy los números de memoria, así que puede haber algún pequeño error), pero que en cifras absolutas ese 6% de carbón era mucho mayor que el 130% de las renovables y que la tendencia que se está observando globalmente es un rápido crecimiento del consumo de carbón, ahora que el petróleo no puede subir mucho más. Por los números que da para el año 2014, expresados en Tw·h, parece que se está Vd. refiriendo solamente al consumo de energía eléctrica (conviene una vez más recordar que la energía eléctrica es una minoría de la energía final que se consume en el mundo, en torno al 10%, llegando a ser del 21% en España por ejemplo; aún y todo minoritaria).
    Que la apuesta de Alemania por las renovables está disminuyendo es una cosa completamente evidente y no puede ser discutida, simplemente; e.g., lea la valoración que se hace en este blog pro-renovable a los últimos cambios legislativos: http://power-to-the-people.net/2014/04/german-renewable-energy-act-reform-is-not-a-feed-in-tariff-2-0/. Por cierto que me da la impresión de que confunde la mera enunciación de hechos con los deseos; que yo diga que pasa eso no quiere decir que yo desee que pase eso. He explicado miles de veces lo que yo pienso, partiendo de la realidad física del mundo, y no creo que merezca la pena que me extienda aquí mucho más.
    Es errónea también su transcripción de la mi frase “cosa que justamente sabemos que es IMPOSIBLE”, que cambia completamente su sentido.
    Con respecto al tema de la economía de guerra, creo que no debería tomarse la cuestión tan a la ligera. Jorge Riechmann alude a un trabajo que publicamos en Energy Policy hace unos años y que se centraba en ver cómo se podría hacer una transición a un mix 100% renovable tomando en cuenta una serie de factores generalmente ninguneados, particularmente la TRE y la disponibilidad de materiales. No es un tema menor ni que pueda ser tratado con ligereza, y que uno describa esta dificultad no significa naturalmente que se esté apostando por alguna otra alternativa (inexistente, por lo demás).
    Saludos cordiales
    • Jordi Ortega dice:
      Antonio, muchas gracias. He escrito sobre el puco de consumo de carbón en 2013, que obedece a cuestiones coyunturales, exportación de EEUU de carbón barato, caída del precio del CO2, incremento de las exportaciones de electricidad, por 4 desde el cierre de la mitad de nucleares… Por eso sorprende que digas “la apuesta de Alemania por las renovables está disminuyendo es una cosa completamente evidente y no puede ser discutida”. 50 centrales de gas, carbón y nucleares van a invernar. La siderurgia pide carbón barato. Por ahora lo que negocia el gobierno es que tengan desgravaciones de la tasa a la renovables la industria exportadora -hasta ahora hasta los campos de golf no pagan EEG. En 2017 una EG 2.0. sorprende más “la tendencia que se está observando globalmente es un rápido crecimiento del consumo de carbón, ahora que el petróleo no puede subir mucho más”. El debate alemán, puedes ver Agora Energiewende, es que papel puente cumple el carbón. 17.000 puestos de empelo en peligro y 35.000 millones invertido por RWE se pueden esfumar por su ex CEO Jürgen Grossmann -turbo nuclear y turbo carbón que creía en “la tendencia observable globalmente”. Peter Tirium nuevo CEO dice que RWE esta en seria peligro de quiebra si no acelera la Energiewende. Escribiré, tras su aprobación en el Bundesrat sobre la votación. Cierto, Alemania frena la eólica marina en el norte; Baviera y Baden-Württemberg apuestan por eólica terrestre en el sur -mucho más barata, sin grandes infraestructuras. La UBA, su director es secretario de Estado, en diciembre daba un precio a la Fotovoltaica de 5 céntimos de euro KWh en 2017 -supone apostar por generación distribuida.
      Cualquier duda sobre referencias de textos, encantado de seguir en el debate. Que el manifiesto tiene la virtud de abrir. Igual demasiado precavido ante las criticas de “alarmistas”.
      Un saludo cordiales, Jordi
      • Hola, Jordi:
        Creo que nuevamente te estás centrando en la generación eléctrica, pero el carbón se usa para más cosas. Con respecto al rápido crecimiento del consumo de carbón a escala mundial puedes echar un vistazo a los datos históricos de los BP Annual Review que puedes encontrar en la páginas Flujos de Energía: http://mazamascience.com/OilExport/index_es.html; de hecho, es este aumento del consumo de carbón el que explica por qué la concentración de CO2 atmosférico está subiendo a mayor ritmo últimamente. Una cosa es lo que se diga en los parlamentos y otra muy diferente lo que está pasando en la calle, y la Energiewende corre el riesgo en quedarse en papel mojado si no afronta la dura realidad que ya se está manifestando. Tampoco estoy de acuerdo que el aumento del consumo de carbón (que no es “sólo” de 2013, mira la serie histórica) sea una cosa coyuntural, tras cuatro años de subidas: no por casualidad desde el pico de precios del petróleo de 2008. Está pasando un movimiento anticipado desde hace décadas, puesto que las reservas de carbón son mucho más abundantes que las de petróleo (aunque mucho menos de lo que la gente se piensa). En Italia ya hay varias factorías de petróleo sintético de carbón (variantes de Fischer-Tropsch) y este proceso va a ir a más y acabará llegando a España, sobre todo teniendo en cuenta que la producción de petróleo crudo convencional ya está disminuyendo y en pocos años lo hará de manera acelerada.
        Centrarse excesivamente en la electricidad tiene el peligro de no ver que la electricidad es un tipo especializado de energía no fácilmente intercambiable con los otros muchos usos de la energía que estamos haciendo hoy en día. Occidente está pasando por una situación bastante complicada por falta de petróleo, y le están faltando los elementos sustitutivos que deberían funcionar con electricidad, el más conocido de los cuales es el coche eléctrico. El coche eléctrico es, sin embargo, una quimera y no será nunca una alternativa de masas. Sin coche eléctrico y en general sin maquinaria pesada eléctrica (exceptuando algunos usos concretos, en sistemas sobre raíles y con pantógrafo a una catenaria). Los Gobiernos tienden a publicitar extensamente sus actuaciones en el mercado eléctrico, porque es el más visible y autóctono, distorsionando la percepción pública de la realidad energética de sus países. Y la realidad es que los países industrializados consumen muchísimo petróleo en el transporte de mercancías y de pasajeros, y muchísimo gas y carbón no sólo en la generación de electricidad, sino en hornos industriales (¿cómo se hace el cemento? ¿y el acero?).
        Saludos cordiales
        • Jordi Ortega dice:
          La dura realidad de la Energiewende en Alemania es que va por delate de lo que dice el papel. El efecto es que EON y RWE, si te lees lo que dicen, están perdiendo una cuota de mercado y con caída de precios. La reforma aprobada frena las renovables, que en lugar de gestionarla el sistema, incrementa por 4 las exportaciones. Francia con 4 GW solares deja de importar, precios diurnos caen.
          La Energiewende tiene perdedores, Nicholas Stern dice que 9 trillones puestos en PB, Chevron…
          ¿Tu crees que Soria publicitan eso de las renovables?
          Tu mirar el petróleo sintético con carbón en Italia… yo miro el gas de síntesis con renovable en Alemania. ¿Cuál se impondrá? Tecnológicamente la renovable tiene más recorrido. ¿Acierto en que no creéis en las renovables como alternativas?
          Saludos cordiales. Jordi
  3. Margarita Mediavilla dice:
    Sr. Rodriguez,
    Creo que casi todo lo que comenta sobre mis opiniones respecto a las energías renovables en este artículo es completamente erróneo.
    En el post publicado en la web de Ultima Llamada digo que la tecnología no nos va a salvar porque los estudios que hemos hecho en nuestro grupo (y también otros investigadores como Gorka Bueno) vemos claramente que las energía renovables sólo podrán servirnos para sustituir a tiempo los usos ELÉCTRICOS, pero, ahora , en esta misma década, no vamos a poder sustituir a tiempo los COMBUSTIBLES LÍQUIDOS, derivados mayoritariamente del petróleo, cuyos sustitutos son muy ineficaces.
    Por ello, aunque yo siempre he defendido las energías renovables creo que sólo son una pieza de la solución y probablemente no la más importante.
    No sé tampoco cómo de lo que digo en la entrevista que usted cita en CyL TV puede deducir que critico la decisión de Merkel o defiendo la energía nuclear (dedico un buen rato a criticarla en esa entrevista, por cierto). Observe que quien habla de “gobernar a base de sustos” ¡es la presentadora no yo! Y, evidentemente, ¡contesto que no se debe gobernar a base de sustos de forma general!
    Además quizá le ha parecido que cuando digo que “la inversión en energías renovables debe hacerse al ritmo del declive de las fósiles” es porque debemos esperar décadas, pero ¡es lo contrario! Las fuentes que nosotros estamos consultando estiman el declive de todos los combustibles fósiles antes de 2050, es decir, tenemos que empezar YA a sustituirlos, también para la electricidad, pero sobre todo en los combustibles líquidos. ¡Cuando hablo de que debemos acomodarnos al declive de las fósiles es porque tenemos que darnos prisa, no lo contrario!
    El único dato en el que reconozco que tiene razón es en el dato de los costes de las centrales nucleares. En aquellos momentos tomé los datos del proyecto de construcción de la central nuclear de Olkiluoto-3 que se anunciaba a bombo y platillo aquellos años como la bandera del renacer nuclear porque iba a construirse mucho más rápidamente y con costes menores que las centrales de décadas anteriores. El tiempo ha demostrado que los abanderados del renacer nuclear se han despeñado y Olkiluoto-3 ya se estima que va a costar, como mínimo, el doble. Luego ese dato que doy sobre el coste de la nuclear ahora mismo es erróneo, y además la energía eólica se ha abaratado desde 2011, pero en ese momento estaba tomando las previsiones optimistas de la industria nuclear ¡y criticaba que, a pesar de todo, las renovables eran más interesantes por no depender de un combustible cuyo precio es previsible que aumente!
    De hecho, coincido con usted en que el carbón y no las renovables, es la energía que más subvenciones ha disfrutado, y, además, muy mal empleadas, sin que hayan servido para proporcionar un futuro a las comarcas mineras.
    Otra de las frases que destaca es la que atribuye a Jorge Riechmann “es evidente que, en el marco de un sistema de economía de mercado, el capital privado no acometerá una inversión tan grandiosa y de tan dudosa o nula rentabilidad” y habla de una “economía de guerra” hablando de la inversión en renovables.
    De nuevo, creo que se ha entendido bastante mal esa expresión.
    La expresión “economía de guerra” la utilizaba Antonio García Olivares en su estudio sobre la transición a energías renovables (Energy Policy, 41, pp 561-574, 2012). En este estudio proponía sustituir los 11TW del consumo de energía total mundial (no sólo eléctrica) con renovables, es decir: cambio de todos los vehículos a motor por eléctricos, calefacción de viviendas, industria, etc.) Su conclusión era que las inversiones necesarias eran enormes y el consumo de minerales también, de forma que veía muy complicado que una economía de mercado las realizara y sólo una economía fuertemente orientada hacia el bienestar futuro y planificada de alguna manera podría hacerlo.
    Eso no quiere decir que no se deba invertir en renovables (sobre todo para los usos eléctricos en los que son muy eficaces), pero hay que darse cuenta de que no son milagrosas y NO TODO ES INVERTIR EN RENOVABLES. Antes (o a la vez) de lanzarse a invertir en renovables tenemos que pensar GLOBALMENTE, y pensar si realmente necesitamos esa energía. Antes de poner los paneles fotovoltaicos para usarlos en una estufa eléctrica tenemos que pensar si hay que aislar el tejado y cambiar las ventanas, porque quizá no necesitamos esa energía.
    Antes de invertir en renovables tenemos que darnos cuenta de que no podemos seguir haciendo depender nuestras ciudades del coche, ni tener un parque de viviendas tan ineficaz, ni basar nuestra alimentación en una agricultura completamente basada en el petróleo.
    Y antes de lanzarnos a invertir masivamente en electricidad renovable tenemos que pensar en una estrategia energética global, porque si no lo hacemos corremos el riesgo de que nos pase lo que está pasando en España, donde sufrimos una constante sangría por el aumento del precio del petróleo (que requiere el 4,5% de nuestro PIB) se nos cae la economía y la demanda eléctrica baja y los lobbies eléctricos empiezan una guerra sin cuartel para ver quién se queda con la escasa demanda….y echan del mercado a las renovables. Y se da la paradoja de que por no abordar los problemas del corto plazo (el petróleo) estamos poniendo zancadillas a las energías que nos van a solucionar los problemas del largo plazo (electricidad).
    Nos hemos acostumbrado demasiado a pensar que el problema de la energía es cambiar a energías renovables y eso no es cierto. El problema es mucho más complejo y requiere soluciones mucho más globales. Y la primera de ellas, como dice el manifiesto, es poner un poco de sensatez en una economía que se orienta casi exclusivamente al crecimiento que piensa que siempre va a haber tecnologías a mano para solucionar los problemas y no tiene en cuenta los límites del planeta.
    • Jordi Ortega dice:
      Mediavilla, no soy el Sr. Rodríguez.
      Gracias por la respuesta. En algunas cosas tienes razón, el informe del Cour des comptes se publico después de la entrevista que te hicieron en la televisión de CyL. Es cierto que la entrevistadora es la que se refiere a gobernar a golpe de sustos, peor me reconoces que “¡contesto que no se debe gobernar a base de sustos de forma general!”.
      En Alemania seis meses en octubre de 2010, se gobernaba a golpe de la presión 40 grandes empresas, que firmaban un manifiesto por el futuro energético, no precipitarse en el cierre de las nucleares. Algo que Angela Merkel dijo presión intolerable de la casta, que traduciríamos ahora, sobre la democracia. Lo que hizo después de Fukushima fue aplicar la ley de 2001 que permite cerrar 8 nucleares -la mitad. Se dijo entonces, que Alemania está gobernada desde el miedo; un miedo astuto, contestaba Ulrich Beck, capaz de olfatear las oportunidades de las energías renovables. El error del gusano, es aquellos que ante la metamorfosis en mariposa renovables prefieren regresar al gusano nuclear. En Francia, no las futuras, las actuales nucleares pierden 8 euros MWh -los precios mayorías están hundidos. E.ON en Baviera ha cerrado una nuclear porque no es rentable como Garoña en España.
      No hay que tomar datos de la industria nuclear optimista. Conocerás los estudios de DIW que los escenarios de 2050 se basan en proyecciones de abaratamiento de las renovables que la realidad de 2012 la supera. no un 50% hasta 2030, un 80% en 2013.
      Sobre los combustibles líquidos, no para 2050, Merkel tiene en su programa el desarrollo del gas de síntesis… a partir de hidrogeno generado con renovables. Hay plantas para aprovechar superávit de la eólica marina.
      Sobre las inversiones el Wuppertal-Institut defendía una energía pública municipal, ante la falta de capacidad de inversión dar libertad a los ciudadanos para ser propietario -comunitarios- de las renovables. La planificación de las redes, sistemas de gestión, etc., en manos publicas. Cuando se pide grandes inversiones Europeas en grandes infraestructuras me temo que no es para cambiar sino consolidar el actual modelo. La reformas son barreras para que los ciudadanos o, mejor, comunidades puedan invertir, como explicó Hermann Scheer en el Imperativo energ-ético.
      No acabo de entender el problema de “consumo de minerales”. ¿En que sentido es un limite de las renovables? Y no es un limite si es inversión estatal.
      Decías que se podía calificar de “alarmista”. Lo he llamado cualquier cosa excepto “llamada apocalíptica”. Espero que tenga la repercusión que se merece.
      Espero que podamos seguir con el interesante debate en otras ocasiones. Un cordial saludo, Jordi.
  4. Margarita Mediavilla dice:
    Estimado Jordi Ortega,
    En primer lugar, pido perdón por el desliz del apellido (cosas de contestar a esas horas de la noche).
    Es probable que Merkel, simplemente, aprovechara el tirón mediático de Fukushima para hacer algo que ya tenía pensado y es probable que esté haciendo una apuesta inteligente al apoyar las renovables, al menos a largo plazo. Desde luego más inteligente que la actual política eléctrica española.
    Aunque, como dice el manifiesto, no sólo es cuestión de renovables. Si la política mundial no funciona y la economía mundial no funciona y las decisiones no se hacen pensando en el largo plazo y en el bien común sino en las ganancias de los mercados de capital podemos ver todo el esfuerzo tecnológico irse al garete.
    Hay que tener cuidado con las previsiones optimistas de los “pro-” pero no sólo los pro-nucleares, también hay que tener cuidado con las previsiones de las renovables. Ahora se está investigando en acumulación de energía (cosa que durante décadas no se hizo, porque solo había dinero para nuclear), quizá algunas de esos proyectos que citas despeguen, o quizá no. En los últimos años hemos visto muchos resultados mediocres (coche eléctrico, thin films, pilas de combustible…). De todas formas el problemas del transporte y los combustibles líquidos ya no tiene solución en esta década, porque, aunque funcionen los proyectos, no llegamos a tiempo. El bache en esta década no nos lo quita nadie ya, para la próxima ya veremos.
    La cuestión de los límites de minerales se basa en el artículo de A. G. Olivares (también realizado por A. Turiel) y llega a la conclusión de que un despegue renovable a gran escala y siguiendo el “business as usual” es decir, constante aumento del consumo, sin cambio en los modos de vida, sin gestión de la demanda, etc. Requeriría un consumo de cobre, hierro, litio y otros minerales enorme, muy superior a los consumos actuales. La minería requiere mucho petróleo (maquinaria muy pesada) y si los ritmos de consumo se aceleran habría que ir a mineral mucho menos concentrado, con lo cual el consumo energético se acelera (de petróleo, además).
    ¿Mi opinión respecto a las renovables? Yo siempre las defiendo, y creo que son viables y que cuantas más tengamos ahora mejor nos va a ir dentro de 20 años y, desde luego, mucho mejor “tirar” el dinero en hacer molinos (si es que realmente no resultan rentables) que tirarlo en hacer autopistas, bloques de viviendas que la gente no puede comprar y estadios de fútbol, pero creo que las renovables sólo tienen sentido dentro de un contexto más amplio de diseño tecnológico y social asentado sobre bases más sensatas.
    Y para explicarlo simplemente pongo un ejemplo. Tengo unos amigos que decidieron reconvertir su explotación ganadera a la agricultura ecológica hace unos años. Llegaron a la conclusión de que el modelo industrial se basaba en producir mucho pero también con compara muchos insumos, con lo cual su ganancia era mínima. Buscaron la autosuficiencia, sacar todo de sus tierras y vender directamente. La ganadería ecológica exigía que las vacas pastaran y, como viven en plena castilla, necesitaban regadío. Como el regadío exigía mucho gasóleo se plantearon usar energías renovables para regar. Después de un estudio técnico llegaron a la conclusión de que necesitaban tal cantidad de paneles o molinos que no llegaban a amortizarlo en muchos años. Y la conclusión a la que llegaron es que lo que no necesitaban era regadío. Investigaron y desarrollaron un sistema de gestión de pastos de secano muy inteligente que ahora les permite hacer una fantástica gestión de sus tierras. El ahorro de gasóleo que han conseguido es enorme (más del 50% respecto al anterior que ya era menor que el convencional), la productividad agraria de las tierras ha mejorado y además están creando empleo en el medio rural.
    ¿Renovables? Si, pero sólo si antes nos planteamos si necesitamos la energía y para qué, y sabemos diseñar correctamente una sociedad, una economía, y una tecnología que usen la cabeza.
    • Jordi Ortega dice:
      Margarita, a ciertas horas de la noche pasan estas cosas. Coincido que hay que analizar las energías renovables realmente existentes. En Alemania ha ido por delante de todas las proyectes que se hicieron. Un caso, antes de aprobar en julio de 2011 se analizaron escenarios de cierre de nucleares, ¿Cuando crecerán las importaciones? Resulta que se multiplicaron por 3 las exportaciones en 2012 y 4 en 2014. ¿Qué efecto tendría sobre el precio? Hace dos semanas entre las 12.00 y 17.00 a menos 60 euros MWh. Agora Energiewende sirven para observar como los cambios que provoca el despliegue de las energías renovables hace que el sistema de apoyo se convierta en un freno de las mismas. Totalmente de acuerdo las cautelas a la hora de hacer proyecciones de futuro. Más para justificar inversiones, como aquello que cada MW renovables requería un MW convencional de respaldo.
      Totalmente de acuerdo en que no es una cuestión solo de renovables. Hermman Otto fue diputados Die Gruene, director del Wuppertal en excedencia, explicó en Estados Unidos la Energiewende. ¿Cómo Alemania apuesta por la solar si tiene el sol de Alaska? la apuesta es por las tecnologías de gestión que optimizan las renovables, precios por horas, control de demanda desde la tableta o movil, 6 GW de acumuladores hasta 2017. ¿Dónde se ponen esas megabaterias de 5 MW? En Aachen Stadtwerke, municipios con la energía publica local y fuerte participación ciudadana. Noruega municipalizó al energía con una expropiación, estaban en manos de fondos de inversión en Banckog. Su estrategia era no invertir y repartir dividendos. La energía es un recurso y moto para la economía local.
      No estoy de acuerdo con “el regadío exigía mucho gasóleo se plantearon usar energías renovables para regar. Después de un estudio técnico llegaron a la conclusión de que necesitaban tal cantidad de paneles o molinos que no llegaban a amortizarlo en muchos años”. En Argelia Socoin -filial de Fenosa, ahora de Gas Natural, invierte en Fotovoltaica para bombear el gas para la compañía. No es rentable quemar gas a pie de pozo. Este es el baile con mochilas con números cargados de intereses. ¿No es rentable para quién? si las redes de los canales son propias, a no ser que tengan una energía subvencionada, que la está, el coste de oportunidad entre solar y energía convencional mucho más barata. En Lleida en el congreso de “Rural Smart Grid” el director de la OCDE en Rural Smart dijo, ¿cómo subsidiais la energía para una agricultura que produce manzanas verdes típicas de Israel, para exportar con dumping de precios, en lugar de apoyar la sostenibilidad de la agricultura local con, por ejemplo, paneles solares? En un modelo insostenible las renovables no son rentables. Ni el 50% es un tema renovable, se divide en subsidios adecuados, sistemas de gestión, modelo agrario… La solución de no hacer regadío es buena. El regadío existente ha de cambiar, dejar el modelo de subsidios energéticos insostenibles a la exportación.
      Otra vez nos encontramos unas relaciones de producción fósil que son un obstáculo para el desarrollo de tecnologías renovables que ya están maduras -Beck redefine el conflicto entre fuerzas productivas y relaciones de la producción -de Marx. El problema no es que sea “mucho mejor “tirar” el dinero en hacer molinos”; la eólica construida en Alemania, por ejemplo, cuando se conecten a las redes el precio cae en 10 euros MWh: ninguna central de gas será rentable -50 planta en la lista para solicitar invernar. Las más modernas se reconvierten en plantas de gas de síntesis, ofrecer respaldo a las renovables.
      Sobre materiales, ¿tiene más cobre, por ejemplo, por kwh generado: una CTCC o una eólica? No veo coherente decir que antes que poner renovables preguntarse si necesitamos para qué con la ultima llamada. Alemania al alcanzar 56 GW solares, equivale al 100% del consumo, se preguntará como seguir. Una ley renovables 3.0. Como dice Hermann Scheer aún no podemos saber cual serán las reglas de ese mercado exclusivo de renovables.
      Gracias por tus comentarios, un tema que no agotaremos aquí; antes nos agotaremos nosotros y a los lectores.
      Un cordial saludo, Jordi
  5. Margarita Mediavilla dice:
    No, desde luego, el tema no se agota en este debate ni en muchos otros…!
    De todas formas, por mucho que las renovables tengan puntos fuertes, no debemos despreciar el diseño ni el ahorro.
    Hemos despreciado durante demasiado tiempo diseñar las cosas para que ahorren energía (igual que durante años se despreció a las renovables).
    Y, si, los ganaderos de la granja llegaron a la conclusión que el sistema de pastos de secano era mucho más ahorrador, más económico y les permite poner a trabajar a las vacas para muchas otras funciones.
    Ese es el enfoque de la Permacultura (muy interesante como filosofía) preguntarse si se pueden diseñar las cosas de otra forma. Yo creo que esa es la mejor tecnologia que tenemos a mano, no es lo que llamamos “high tech” ni lo que tiene la gente en mente, pero es realmente eficaz.
    Porque el tema energético es una de las patas de la insostenibilidad, pero tenemos también los materiales, que deberiamos reciclar al 100% o prácticamente, puesto que son limitados y es obvio que es un poco estúpido dejarlos que se dispersen en basureros hasta tal punto que después reciclarlos necesite una energía casi infinita. Hay muchas cosas que cambiar en nuestra tecno-ciencia, las renovables son sólo una pieza del puzle.
    Saludos y gracias por el debate
    • Jordi Ortega dice:
      Margarita, Aquí te doy la razón.
      Hay que volver a pensar todo con la cabeza -que dice Domingo Jímenez-Beltrán. El New Deal de 1929 con la apuesta por el modelo centralizado, provocó que los agricultores abandonarlas, marginaran, etc., los molinos capaces de generar energía. Millones en todo el país para autoconsumo. Dinamarca algunas granjas a final de XIX producían hidrógeno. Ese sistema más eficiente, con menor consumo, con incipiente tecnología basadas en recursos renovables, fue marginado en el siglo XX por arrogancia tecnología. Willy Brandt dijo en 1984, antes de Chernóbil, “ni hombre ni la tecnología son infalibles”.
      Son reflexiones del último artículo sobre la medicina antroposófica (algo de agricultura biodinámica). La técnica y la ideología de la ciencia ha convertido al hombre en un medio; no en el fin en si mismo, que cada cual ha de buscar su felicidad o definición de buena vida. Las locuras tecnológicas del siglo XX será una herencia y carga para las generaciones futuras (el gluten del trigo modificado hace que cada vez más productos lleven las señal “sin gluten” -toda una señal de desastroso progreso del siglo XX).
      La transición energética pone la atención a cuestiones que aún ni somos capaces de comprender muy bien. Un modelo descentralizado requiere una administración y economía descentralizada. Volveremos hablar de “lo pequeño es hermosos”.
      http://www.lafabriqueecologique.fr/wp-content/uploads/2014/07/d%C3%A9centralisation-%C3%A9nerg%C3%A9tique1.pdf
      Gracias por las aportaciones enriquecedoras. Jordi

Informe de inversión de la Agencia Internacional de la Energía Qué es correcto, qué es incorrecto

Post  del web Our Finite World    publicat en castellà  per  Rebelión

Our Finite World

Traducido por Carlos Valmaseda

Recientemente la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado un «Informe Especial» titulado «Perspectivas mundiales de inversión en energía«. Empezemos con las cosas con las que estoy de acuerdo.
1. El mundo necesita 48 billones de dólares en inversiones para cubrir sus necesidades de energía hasta 2035. Esto es ciertamente verdad si suponemos, como supone la AIE, que el crecimiento económico mundial en efecto mejorará un poco, de un 3,3% por año en el periodo 1990-2011 a un 3,6% por año en el periodo 2011-2035. Es probable que el crecimiento en necesidades de inversión sea incluso mayor que el que indica la AIE. Desde mi punto de vista, este es un informe «cubre tu culo». La AIE ve problemas en lontananza. No hay forma de que una inversión de la cantidad necesaria (que es probablemente mucho más de 48 billones de dólares) se pueda cubrir. Con la publicación de este informe, la AIE puede decir: «Ya os lo dijimos. No habéis invertido lo suficiente. Por eso el suministro de energía choca con estos enormes problemas».
2. Sin una reforma de los mercados eléctricos la fiabilidad del suministro de electricidad en Europa está bajo amenaza. El actual modelo de precios, en el que la energía éolica y la solar fotovoltáica (FV) consiguen subvenciones [feed in tariffs] y los precios de la electricidad para otros combustibles se establecen usando el sistema de precios por órden de mérito produce enormes distorsiones de mercado.
Desde mi punto de vista, el problema es incluso peor de lo que entienden los autores del informe. El valor de la energía eólica y solar FV es intrínsecamente difícil de determinar porque producen un suministro intermitente y esto no es comparable con otros tipos de electricidad. Además, una gran parte de los costes están relacionados con la transmisión y distribución -un 42% de los costes de inversión en electricidad en el Escenario de Nuevas Políticas-. Muchos investigadores bienintencionados ven la energía eólica y la solar FV como una solución, pero tienden a ver la situación demasiado estrechamente. Para ver la situación adecuadamente se necesita ver el coste total del sistema de generar electricidad con renovables intermitentes (de una cantidad dada) comparado con el coste total del sistema de generar electricidad sin renovables intermitentes. Para poner unos precios adecuados se deben incluir todos los costes adicionales implicados, incluyendo el coste adicional de almacenamiento, el coste adicional de una transmisión a larga distancia y los costes adicionales que encuentran los proveedores de combustibles fósiles subiendo y bajando su transmisión para adaptarse a los cambios de producción de las renovables intermitentes.
Un estudio de Weissbach et al. (aquí o aquí) sugiere que las energías eólica y solar FV son «un orden de magnitud» menos efectivas que los combustibles fósiles, la hidroeléctrica o la nuclear cuando se tienen en cuenta todos los costes. Un análisis más amplio también plantea cuestiones sobre si hay un auténtico ahorro de carbono con la eólica y la solar FV -¿vendría la creencia de que eran útiles solo de haber subestimado los verdaderos costes del sistema?-.
Yo plantearía la cuestión preguntándome incluso si los mercados competitivos para la electricidad tienen sentido. Los mercados regulados permiten a los diversos actores conseguir un retorno adecuado y permiten a las empresas de servicios públicos recaudar unas tasas adecuadas por infraestructura. El supervisor puede aumentar o reducir la inversión de un tipo particular basándose en las necesidades del sistema particular. Un reciente artículo de Bloomberg dice que Europa se enfrenta a frenos en energía verde para detener la sobrecarga de las redes. El actual sistema claramente funciona mal.
3. El petróleo de formaciones compactas [tight oil] de los depósitos de esquistos [shale] necesitará un suplemento importante de otras fuentes si tiene que ser el suficiente como para cubrir nuestras necesidades hasta 2035. Este es el gráfico que he hecho con datos proporcionados por la AIE en sus Perspectivas de la energía mundial de noviembre de 2012, con respecto a su Escenario de Nuevas Políticas.
Figura 1. Mi interpretación de las previsiones de la producción futura de petróleo de los EEUU bajo el Escenario de «Nuevas políticas», basada en la información proporcionada por el informe de la AIE de 2012.
El informe actual no pretende ser un informe sobre el futuro de la producción de petróleo, pero uno de sus puntos destacados es: «Cubrir el crecimiento de la demanda de petróleo a largo plazo depende cada vez más de Oriente Medio una vez el aumento actual en la oferta de países que no son miembros de la OPEP empiece a perder ímpetu en la década de 2020». Esto implica no solamente que el tight oil de los EEUU no va a solucionar nuestros problemas, sino que tampoco lo hará el tight oil de cualquier otro sitio. En cambio la AIE vuelve a su viejo plan de «llamar a la OPEP» -con la esperanza de que el Medio Oriente esté allí para ayudar, si no hay nadie más cerca. Esto es confundir los deseos con la realidad, algo que discutiré más tarde.
4. El informe de inversión de la AIE documenta rendimientos decrecientes, aunque nunca usa ese término.Los rendimientos decrecientes se producen cuando la sociedad se vuelve cada vez menos eficiente al producir productos energéticos. Para el petróleo, el problema es que los recursos fáciles de extraer se sacaron primero; ahora debemos movernos a los recursos más difíciles de extraer. Para la electricidad, el problema es que los viejos recursos producen demasiado carbono; debemos movernos a enfoques con un precio más alto que (esperemos) produzcan menos carbono.
Podemos ver rendimientos decrecientes en muchos lugares del informe. El punto principal del informe es que los costes de inversión se espera que suban más rápidamente que la cantidad de petróleo o la cantidad de electricidad producida. También hay otras declaraciones más específicas. En el tight oil de los EEUU, «las altas tasas de producción implican que los recursos se agoten rápidamente, con su correspondiente aumento de los costes por barril a medida que los operadores salen de los puntos dulces a áreas en las que la recuperación por pozo es más baja» (página 65). La UE necesitará unos precios más altos que los de hoy para el GNL transportado desde América (página 76). En las refinerías la tendencia es a tecnologías más complejas y más caras (página 77). Hay una continuada trayectoria ascendente de los precios del petróleo en el Escenario de Nuevas Políticas (página 81). La éolica mar adentro se espera que se adentre aún más mar adentro, con unos costes que se espera sean más altos (página 104).
El punto que la AIE parece no entender es que los rendimientos decrecientes afectan a la capacidad de los compradores de pagar precios más altos por los productos. La AIE supone que los compradores serán capaces de pagar precios más altos (que el aumento general en inflación) por los productos energéticos sin afectar negativamente la economía. Esto claramente no es cierto porque los salarios no suben hasta compensar los costes de los productos energéticos. Los compradores recortarán en productos suntuarios cuando suban los precios de la energía. Esto lleva a despidos en los sectores suntuarios y muy posiblemente a la recesión. También lleva a un riesgo por defecto más alto. De hecho, los salarios tienden a caer con rendimientos decrecientes porque los trabajadores se vuelven, en cierto sentido, menos eficientes y por tanto producen menos bienes por hora de trabajo. Joseph Tainter en El colapso de las sociedades complejas dice que los rendimientos decrecientes fueron los que llevaron al colapso a civilizaciones antiguas.
Puntos de desacuerdo 1. Muchos de los países de la OPEP que tienen las mayores reservas y de menor coste están limitando deliberadamente sus tasas de producción para mantener las reservas a largo plazo. Esta es una idea errónea común, repetida por la AIE, pero no es cierta.
El verdadero coste de la producción en Oriente Medio no es solo el coste de sacar el petróleo de la tierra. Más bien, uno debe ver el coste total de todo el sistema necesario para la extracción, incluyendo cualquiera que sea el coste necesario para pacificar a la población del área, más cualquiera que sea el coste necesario para la infraestructura complementaria. Aunque Irak pueda en teoría aumentar la producción de petróleo esto no ocurre automáticamente. Aunque Libia pueda en teoría aumentar la producción, no deberíamos esperar que la lucha termine mañana. Con estos costes, el coste por barril sube hasta el coste actual del petróleo, o lo supera.
Arabia Saudí publica unas altas cifras de reservas, pero no hay ningún indicio de que los saudíes puedan, si quieren, aumentar enormemente la producción. La reciente gran ampliación de los Saudíes fue de 500.000 barriles al día de capacidad de refinería en 2013, de forma que pueda hacer uso del petróleo pesado y contaminado del campo de Manifa, que se suponía que formaba parte de «capacidad excedente». Y 400.000 barriles adicionales al día se supone que entrarán en funcionamiento en 2014. Se producen declives en todas partes por lo que no está claro que incluso estas ampliaciones se añadirán en realidad a su producción total de petróleo. La producción total de Arabia Saudí fue ligeramente menor en 2013 que en 2012, según la AIE.
Las «reservas probadas de petróleo» saudíes no son cifras auditadas. Su gran campo es Ghawar, que produce algo así como 5 millones de barriles al día. No sabemos cuánto tiempo puede seguir produciendo. Sabemos que los pozos horizontales pueden mantener la producción sin disminuir durante un tiempo, pero eso, si llega la disminución, hace que sea más grave que en los pozos verticales. Si la producción de Ghawar empieza a declinar significativamente, la producción mundial de petróleo es probable que caiga. Sabemos que Arabia Saudí tiene algo de petróleo pesado que en teoría puede desarrollar, no muy diferente de las arenas asfálticas canadienses o el petróleo pesado de la Faja del Orinoco venezolana. Este petróleo requiere grandes inversiones primarias y fluye muy lentamente. Según el Wall Street Journal , «Que los saudíes estén incluso considerando un proyecto así muestra lo difícil y costoso que es saciar la sed mundial de petróleo. También sugiere que puede que ni siquiera los Saudíes sean capaces de impulsar la producción rápidamente en el futuro si la demanda sube inesperadamente».
2. Tiene sentido encontrar nuevas fuentes de inversión que provean de financiación a menores tasas para financiar proyectos energéticos. El informe habla de intentar encontrar nuevas fuentes de inversión para proyectos energéticos, otras que las tradicionales. En particular, menciona la posibilidad de utilizar fondos de inversores institucionales (fondos de pensiones, aseguradoras, fondos soberanos y demás). Las compañías de fondos de pensiones y de seguros actualmente están evidentemente implicadas, poseyendo acciones y bonos de compañías petroleras y de otras compañías energéticas.
La razón por la que hacen falta nuevas fuentes de préstamo (además del problema con los altos costes) es el hecho de que las fuentes anteriores se están quemando al mismo tiempo que se necesitan enormes cantidades de nuevos préstamos. Los gobiernos solían ser fuentes de financiación, pero ya no se puede dar por garantizado (página 38). Los cambios en las reglas de Basilea III hacen más difícil para los bancos dar préstamos para energía a largo plazo sin cargar tipos más altos (página 39). Buena parte del préstamo en el futuro será necesario para los países en desarrollo (véase la Figura 2 debajo). Muchos de los que han prestado a países en desarrollo en el pasado han sufrido pérdidas (página 39). Con respecto a los proyectos petroleros, hay muchos ejemplos de compañías petroleras que han hecho grandes inversiones sin virtualmente ningún retorno, como el petróleo de Kazajistán (página 81).
Figura 2. Inversión en energía necesaria en diferentes partes del mundo. Presentación de la AIE.
Quizá los fondos soberanos si sienten que el riesgo es adecuado, puedan prestar en situaciones en las que pasadas experiencias sugieren que es necesaria la prudencia. Pero con mi experiencia en la industria del seguro no estoy segura de que tenga sentido que las compañías de seguros y los fondos de pensiones entren en la financiación de puertos en Irak, refinerías en la India o líneas de transmisión a larga distancia a turbinas eólicas mar adentro. Si lo hacen, deben formar parte de un programa en el que las bonificaciones por riesgo se incluyan en los tipos de interés y el riesgo se ditribuya entre un gran número de participantes usando bonos o algún tipo de titulización de activos. Parece que un intermediario como un banco sería necesario que interviniese.
El gran interés de aquellos que han escrito el informe es que los costes bajen para los prestatarios. Si los riesgos suben no está nada claro que los tipos de interés fuesen a bajar. Además, desarrollar un país subdesarrollado usando petróleo a 100 dólares el barril es mucho más difícil que desarrollar un país subdesarrollado usando petróleo a 20 dólares el barril. Esta es una gran razón por la que financiar la deuda en los países subdesarrollados no suele funcionar bien.
Comentario Con lo que la AIE ha tropezado sin darse cuenta es la razón por la que las limitaciones de petróleo son un problema y, de hecho, la razón por la que los límites energéticos en general son un problema. Parece que hay multitud de recursos disponibles y multitud de formas de reducir el uso de energía mediante la mitigación. De hecho, se vuelve imposible financiar todo lo que necesita hacerse.
Una estrategia para proporcionar energía, o un sistema de mitigación de ahorro de energía requieren un pago por adelantado. Este pago refleja el hecho de que el petróleo y otros recursos escasos (metales de alto precio, por ejemplo) tienen que usarse para crear estas estrategias. El petróleo y otros recursos escasos tienen que usarse para desarrollar nuevos campos de petróleo, gas y carbón, y para las plantas eléctricas también. Esto pone presión tanto sobre los mercados de deuda como sobre los recursos escasos. En algún punto, el uso de recursos escasos se vuelve demasiado grande y las necesidades de deuda se vuelven demasiado altas. Los proyectos con altos costes por anticipado están entre los peores contribuidores. El plan para seguir añadiendo más y más deuda no funciona. La economía crece demasiado lentamente. Los salarios de la gente no suben en correspondencia con los costes más altos implicados. Las localizaciones donde se necesita la deuda no están en la parte del mundo con servicios bancarios adecuados. Es la incapacidad de financiar todas las inversiones necesarias lo que hunde el sistema. La escasez de recursos está entre bambalinas, interpretando también su papel, pero sus problemas se esconden detrás de los problemas de financiar las necesarias inversiones energéticas.

Fuente: http://ourfiniteworld.com/2014/06/10/iea-investment-report-what-is-right-what-is-wrong/

Sueños tecnológicos contra la pared de la realidad: el caso de la energía solar eléctrica

Publicat a Grupo de Energía y Dinámica de Sistemas

 

Aquellos científicos que tenemos un alma radicularmente ecologista (todo científico que sepa algo de cambio climático, energía a escala global, biodiversidad, etc. es un ecologista de raíz o un inmoral) hemos defendido las energías renovables desde siempre. Había motivos eco-lógicos y politico-lógicos para ello.

Y durante décadas se han desarrollado al calor de sueños lícitos en un mundo real: los pequeños molinos que subían agua del pozo se convirtieron en gigantes de más de 100 metros y el pequeño panel fotovoltaico que alimentaba un ordenador eficiente se convirtió en hectáreas valladas con cientos de paneles dentro. Queríamos energías nuevas y verdes para transformar el mundo y fue al revés.

Y muchos no han despertado de ese sueño y no quieren hacerlo porque bastantes problemas políticos han tenido estas tecnologías precisamente por venir defendidas por anticapitalistas de corazón.

Así que nuestro papel como investigadores es un tanto difícil y paradójico. Sabemos que nuestras estimaciones sobre los límites realistas de las renovables pueden servir de argumento a los que las atacan para defender las fósiles o la nuclear, cuando desde aquí defendemos que la transición energética a las renovables es necesaria (por motivos ecológicos) e inevitable (por motivos geológicos). Pero a la vez sabemos que existen ya grupos de presión en el sector renovable con mentalidad BAU (es decir, hacer lo de siempre con las herramientas de siempre: capitalismo neoliberal, pero con biomasa, viento o fotones, da igual) y grupos ecologistas y científicos tecno-optimistas haciendo su presión también .

Esta es nuestra última estimación recientemente publicada (aquí un borrador en versión no de pago):
Global solar electric potential: A review of their technical and sustainable limits. Nuestro primer intento de publicarla fue en Energy Policy (donde publicamos los límites del viento) pero topamos con revisores pro-fotovoltaica duros de convencer y uno de ellos incluso hizo trampas, cegado por su sueño de un mundo 100% renovable ya para el 2030. Tres años después el caso es que hemos publicado el trabajo en una revista de mayor impacto y prestigio, sencillamente porque tuvimos más suerte con los revisores.

Por supuesto que quien se lea el artículo podrá discrepar de nuestras estimaciones para el futuro, pero lo que es más importante es la misma conclusión que sacamos para la energía eólica: se exagera su potencial, el tecno-optimismo nos ciega. Nos tiende a cegar porque en la naturaleza humana, dicen los psicólogos, tendemos a ser optimistas a la hora de pensar en soluciones a nuestros problemas (y aquí sabemos que la energía es un problema de los gordos), y nos ciega porque se pierde la objetividad fácilmente cuando se lleva investigando, algunos décadas, en el desarrollo de una tecnología. Son estas personas las que suelen publicar sobre el potencial de esas tecnologías.

Para el caso del viento tuvo mucho delito: más de dos décadas publicando potenciales eólicos basándose en una metodología que terminaba violando el primer principio de la termodinámica y el principio de conservación de la cantidad de movimiento (si Boltzmann y Newton levantaran la cabeza…). Hoy siguen apareciendo artículos que siguen exagerando su pontencial, pero entre líneas el experto se dará cuenta de que ya reconocen que la metodología antigua estaba mal empleada.

Para el caso de la fotovoltaica y la concentración solar el delito quizás no es tan grave: simplemente no se les ha ocurrido a la mayoría confrontar lo que dicen sus papeles y sus cuentas con la simple realidad en una cuestión clave para estas tecnologías: la densidad energética, la energía eléctrica neta que viertes a la red por metro cuadrado de ocupación real de las infraestructuras necesarias. Nuestros resultados son contundentes: la densidad energética real es entre 4 y 7 veces menor que la publicada en revistas científicas en las que luego se basan informes como el de Greenpeace 100% renovables.

Y la cosa no acaba aquí, casi nadie tiene en cuenta que las energías renovables, como siempre dice nuestro amigo Pedro Prieto, son energías que se renuevan captadas con sistemas materiales que no se renuevan. Y nos topamos con límites parecidos a los que tienen las energías fósiles y nucleares: la escasez en un mundo finito con una economía soñando con el crecimiento perpetuo.

Con las tecnologías actuales que estamos aplicando difícilmente hay plata, germanio y otros minerales para producir más de 30 Exa-Julios al año (1TWe), cuando consumimos ya en forma eléctrica unas tres veces esa cantidad. Podemos solventarlo empleando menos plata y el abundante silicio en configuraciones que no requieran materiales escasos, sí, así podemos incluso multiplicar por varias veces ese límite, pero curiosamente, a costa de decrecer la densidad de energía (paneles menos eficientes) y por tanto haciendo quizás más cara la energía y sobre todo, requiriendo más espacio en un mundo que cada vez requiere más para otros usos humanos… Así pues, lo haremos mal: usando minerales escasos (como la mayoría de los “thin-film”) con límites a escala global irrisorios de unos 0,1TWe y a la vez usando mucho espacio en competencia no con las dunas del desierto (difíciles de parar por cierto en un mundo además que amplía los desiertos) sino con campos de cultivo o bosques.

Nuestra estimación en todo caso puede no ser muy pesimista en un mundo en transición decrecentista en una economía parecida a la de guerra: un límite para este siglo de 2-4TWe para la solar eléctrica (con macroestructuras para el almacenamiento de una parte de esa energía).

Además, Charles Hall y Pedro Prieto han publicado recientemente la TRE (tasa de retorno energético) de la fotovoltaica y su resultado es muy pobre (menos de 3) en un sistema que vierte en red la electricidad producida sin necesidad de almacenarla, con lo que los desarrollos tecnológicos del futuro a duras penas mejorarán una TRE si se pierde una buena parte en el almacenamiento (almacenar siempre cuesta energía: un tercio para el bombeo hidráulico, más de la mitad para el hidrógeno) y en las infraestructuras necesarias para ese almacenamiento. Puede que no dé de sí sin el apoyo de la energía fósil.

Con lo que personalmente yo me quedaría más con 2 que con 4 TWe.

En todo caso, para un mundo BAU verde es un jarro de agua fría que nos señala que la transición BAU por verde que se quiera hacer es un sueño, una entelequia, una utopía imposible (no deseable además si el BAU verde no se hace además humanamente equitativo, lo que tampoco sería BAU por cierto).