Article de Jaume Freire publicat a les pg. 208-212 del informe Cambio Global en España 2020-2050
Jaume Freire González. Doctor en Economía Aplicada por la UAB. Trabaja como investigador y consultor en áreas relacionadas con la economía ecológica y la economía ambiental, así como la modelización económico-ambiental. Actualmente es consultor sénior en ENT Environment and Management.
Desde diversas disciplinas se argumenta que un crecimiento económico ilimitado resulta insostenible y choca con los límites biofísicos del planeta. Frente a estas argumentaciones, el desarrollo del progreso tecnológico ha sido considerado, por parte de determinados sectores, como la solución a este problema, justificando así la perpetuación de este modelo basado en un crecimiento continuo de la producción. Esta visión considera que el desarrollo de nuevas tecnologías ahorradoras de recursos posibilitaría un menor uso de recursos naturales para sostener los mismos niveles de bienestar material, ya que mejoraría la productividad de los factores, recursos y procesos, incrementando la eficiencia en su uso.
A pesar de que ésta es una proposición irrefutable en un marco matemático-ingenieril, existen dudas sobre su validez a otros niveles de análisis, como sería un nivel socioeconómico. Existe suficiente evidencia del hecho de que, a pesar del gran desarrollo tecnológico experimentado y de que las mejoras en eficiencia en el uso de recursos han sido constantes desde el incipiente pre-capitalismo, el consumo global de recursos no ha parado de crecer desde entonces.
Un destacado estudio de Fouquet y Pearson muestra la evolución de la demanda de energía para iluminación y el progreso que ha seguido su tecnología a lo largo de siete siglos.1 Este estudio muestra cómo cada introducción de una nueva tecnología (candelabros medievales, lámparas de aceite, lámparas de gas, lámparas eléctricas…) mejoraba la eficiencia energética, pero a la vez el consumo global de energía se incrementaba de manera espectacular. A pesar de que las luces eléctricas actuales son unas 700 veces más eficientes que las lámparas de aceite del siglo XVIII, el consumo medido en lúmenes-hora per cápita es unas 6.500 veces mayor.
Ante la constatación de un consumo cada vez mayor de recursos, cabe preguntarse cuál es el papel que juega el progreso tecnológico sobre las presiones que la sociedad, mediante el consumo, ejerce sobre el medio ambiente.
Son diversos los aspectos a considerar para entender la inefectividad del desarrollo tecnológico para reducir el consumo de recursos. A continuación se analizan las principales causas sugeridas por la literatura.
Las paradojas de la tecnología y el consumo de recursos
En lo referente a las medidas tecnológicas y el consumo de energía, los estados han implementado políticas de mejora de la eficiencia energética para reducir su consumo e impactos, en términos de agotamiento de recursos (o dependencia energética) y emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el consumo energético no ha parado de crecer.
Hay que considerar diversos factores para comprender este hecho. Éstos pueden agruparse, como mínimo, en dos paradojas: la Paradoja de la eficiencia energética y la Paradoja de Jevons.
La Paradoja de la eficiencia energética
Esta paradoja se refiere al hecho de que, a pesar de las supuestas ventajas en términos económicos y ambientales de las medidas de ahorro y la eficiencia energética, los niveles de inversión en ellas no llegan al nivel que correspondería por los beneficios potenciales que conllevan. Es decir, existen barreras prácticas a la extensión e introducción de muchas medidas tecnológicas de eficiencia y ahorro energético. Linares y Labandeira argumentan cómo las posibles causas de esta paradoja podrían estar tanto en los fallos del mercado como en la falta de consideración de los aspectos relacionados con el comportamiento humano y social.2 Las causas que citan son las siguientes:
- Falta de rentabilidad por los precios: los precios de las tecnologías y energías convencionales no suelen reflejar muchos de sus costes (es el caso de las externalidades ambientales y sociales ignoradas por los mecanismos de mercado o de las infraestructuras subvencionadas estatalmente), frenando la inversión en medidas de ahorro y eficiencia por falta de rentabilidad.
- Costes de inversión más elevados de lo esperado. En este aspecto, también hay costes “ocultos” (menor nivel o calidad del servicio energético).
- Incertidumbre e irreversibilidad de las inversiones: la incertidumbre de los precios energéticos dificulta las decisiones de inversión y, además, las inversiones en eficiencia energética a menudo resultan difíciles de recuperar, si éstas finalmente resultan innecesarias o no rentables.3
- Fallos de información (incluida la información asimétrica, imperfecta o miope): la falta de información o la disponibilidad de información sesgada provoca que los consumidores no puedan tomar siempre las decisiones más racionales.
- Racionalidad limitada: incluso con la mejor información disponible, los consumidores no pueden (o no están interesados en) realizar todos los cálculos necesarios para tomar la mejor decisión.
- Lentitud de la difusión tecnológica: los procesos de difusión tecnológica son lentos, en parte debido a la incertidumbre y la heterogeneidad de los consumidores.4
- Problema del agente-principal: sucede cuando el agente que paga la inversión no recibe los beneficios derivados de ella. Por ejemplo, para las inversiones en aislamiento térmico de los hogares esto sucedería si el inversor (propietario) no es el mismo que paga la factura de electricidad (inquilino).5
- Imperfecciones de los mercados de capital: en determinados casos, y para algunos segmentos de la población, existe una dificultad de acceso a una adecuada financiación de este tipo de medidas.
- Heterogeneidad de los consumidores: algunas medidas que para determinados consumidores pueden resultar rentables no lo resultan para otros, si no hacen el mismo uso de éstas.6
- Divergencia entre las tasas sociales de descuento y las privadas: esto también sucede con otro tipo de inversiones y haría que, a pesar de que socialmente las medidas fueran muy beneficiosas, no se considerara así a nivel privado.
La Paradoja de Jevons
Esta paradoja está relacionada con la eficacia real que tienen las medidas tecnológicas ahorradoras de recursos. Es un hecho empírico que las nuevas tecnologías ahorradoras de energía no producen el ahorro energético que inicialmente habían previsto los cálculos ingenieriles. Incluso, en determinados casos, el consumo de energía una vez implementada la medida podría resultar mayor que el consumo inicial.7
Efecto rebote es el término utilizado para describir el conjunto de mecanismos que hacen que una mejora de la eficiencia energética no reduzca el consumo de energía como se esperaba, o incluso acabe incrementándolo, ya sea de manera individual o agregada.8 Esto es debido al comportamiento de los consumidores ante el menor coste de proveer un servicio energético que supone una mejora de la eficiencia energética. El efecto se traduce en más horas de utilización del servicio energético, más consumidores utilizándolo o en una mayor calidad del mismo. Cuando el consumo final de energía resulta mayor que el inicial, se cumpliría el Postulado de Khazzoom–Brookes8c o la Paradoja de Jevons.
Para el caso del aislamiento térmico en los hogares, una vez instalada la medida los consumidores detectarían una reducción de la factura energética, obteniendo el mismo confort térmico. Esto provocaría que determinados hogares decidieran incrementar la superficie o número de habitaciones con calefacción/refrigeración, las horas de utilización del servicio, o acceder a un servicio de mayor calidad, al que anteriormente no podían acceder por cuestiones económicas, compensando parte o toda la reducción de consumo energético. El efecto sobre la demanda del propio servicio energético es conocido como efecto rebote directo. En la tabla siguiente se muestra el efecto rebote directo que podría producirse sobre diversos servicios energéticos en los hogares tras la instalación de un aislamiento térmico.
Por otra parte, aunque los usuarios/as decidieran no incrementar el uso del servicio energético mejorado, la mejora provocaría un ahorro monetario neto, el cual se destinaría a consumir nuevos bienes y servicios, cuya producción a su vez requeriría más consumo de energía, incrementando de manera indirecta el consumo energético global.9 Esto es conocido como efecto rebote indirecto. La energía utilizada en el proceso de fabricación e implementación de las medidas (conocido como contenido energético de las medidas) también formaría parte del efecto rebote indirecto.
Estimaciones del efecto rebote directo por usos finales del sector doméstico en los EEUU
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El porcentaje representa la parte de ahorro de energía esperado (por aplicación de una mejora de la eficiencia) que no se haría efectivo. Fuente: Greening, L. A. et al (2000): “Energy efficiency and consumption – The rebound effect – A survey”, Energy Policy 28.
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Respecto a estos efectos indirectos, diversos estudios muestran, dentro de rangos dispares, un peso importante en el consumo energético total en edificios.10 Una revisión de literatura de 60 casos de estudio mostró que la proporción del contenido energético en el ciclo de vida de los materiales empleados en su construcción, respecto al consumo total de energía en edificios a lo largo de su vida útil, era de entre un 9% y un 46% para aquellos de bajo consumo energético, y de entre un 2% y un 38% para edificios convencionales.11 Otros estudios similares muestran datos dispares de tiempo de recuperación de las inversiones en términos energéticos, desde inferiores a un año12 hasta 15 años aproximadamente.13 Por otro lado, a nivel de la UE, un estudio muestra cómo ni en 100 años de vida útil podría recuperarse el contenido energético de las medidas aplicadas a los edificios de bajo consumo, a partir de los ahorros energéticos operacionales obtenidos.14
Las implicaciones del efecto rebote
Más a largo plazo, una mejora de la eficiencia energética produciría ajustes en precios, cantidades, salarios y otras variables macroeconómicas que llevaría a una nueva situación de equilibrio a toda la economía, con otro consumo agregado de energía, que podría ser mayor o menor que el inicial, en función de multitud de factores. Esto se conoce en la literatura como economy-wide effects (efectos sobre toda la economía).
A pesar de que para este ámbito todavía hay cierta escasez de literatura empírica, por las mayores dificultades metodológicas que supone estimar los efectos sobre toda la economía, algunos estudios sugieren que las mejoras podrían llevar a un incremento en el consumo de energía (a mayor productividad de la energía, más crecimiento económico, propiciando una economía “mayor”, y por lo tanto mayores necesidades energéticas globales).15
La existencia del efecto rebote es ampliamente aceptada por los economistas que tratan temas de energía, y la evidencia empírica existente así lo corrobora. La principal controversia radica en el tamaño real del mismo y la identificación de las fuentes que lo provocan.9c,e Algunos sostienen que el efecto rebote es menor del 100%, produciendo un ahorro neto de energía (aunque menor del esperado), mientras que otros sostienen que es mayor del 100%, produciéndose lo que se denomina backfire y cumpliéndose la Paradoja de Jevons, es decir, que el consumo de energía se incrementa ante una mejora de la eficiencia energética.
A pesar de la controversia y la poca evidencia existente, diversos estudios9c,e han concluido que, en general, el efecto rebote directo sería más elevado para aquellos servicios energéticos que están lejos de ser saciados, es decir, donde hay más margen de incremento de su consumo. También lo sería para aquellos países menos industrializados y para aquellos segmentos de población con menor renta, ya que aprovecharían la reducción del coste de los servicios para incrementar su consumo, mejorando su bienestar personal.
En el caso español, sólo existen estimaciones del efecto rebote producido por las mejoras de eficiencia energética en los hogares para Cataluña. El efecto rebote directo en el caso del uso de electricidad en los hogares se estima que sería del 36%-49%,16 mientras el efecto rebote directo e indirecto estáticos podrían llegar al 56%-65%;17 tendría que considerarse la posibilidad de un efecto rebote mayor en un contexto dinámico y de mayor productividad energética a largo plazo, con la posibilidad de backfire.
Políticas de eficiencia, crecimiento económico y desmitificación del cambio tecnológico
A pesar de que el progreso tecnológico mediante la eficiencia energética puede contribuir a reducir el consumo de recursos naturales y las emisiones contaminantes y a luchar contra el cambio climático, resulta conveniente una mayor comprensión de las complejas relaciones existentes entre el desarrollo tecnológico, los sistemas socioeconómicos y las presiones medioambientales.
Por una parte, hay barreras a la introducción de las medidas que mejoran la eficiencia, a las que hay que hacer frente, pero adicionalmente, como se ha mostrado, determinadas tecnologías ahorradoras de recursos tienen potenciales efectos adversos, en particular a causa del efecto rebote. Este efecto rebote es raramente tenido en cuenta en los análisis oficiales sobre los ahorros energéticos potenciales de las mejoras de la eficiencia energética y en las decisiones políticas. Una excepción es la política del Reino Unido para mejorar el aislamiento térmico de los hogares,18 la cual incluye un 15% de reducción de los ahorros energéticos esperados de las medidas de aislamiento en los edificios para contabilizar el efecto rebote directo.
No considerar el efecto rebote hace que las políticas de mejora de eficiencia pierdan efectividad. Sería necesario, en la concepción e implementación de la política energética, que estas fueran acompañadas de medidas complementarias que evitaran el efecto rebote. Estas serían una mezcla de medidas de sensibilización, normativas específicas y medidas de fiscalidad ambiental orientadas a compensar la reducción de coste que supone la mejora de eficiencia. Dado que el efecto rebote indirecto en los hogares supone una propagación hacia el sistema productivo, también sería necesario actuar sobre sus consumos energéticos. Todas estas medidas irían destinadas a la regulación sobre los estilos de vida, un factor clave para la limitación del efecto rebote. Finalmente, cabría preguntarse si es posible, en este contexto, mantener un crecimiento económico ilimitado.
1. Fouquet, R. y Pearson, P. (2006): “Seven centuries of energy service: the price and use of light in the United Kingdom (1300–2000)”, The Energy Journal 27 (1).
2. Linares, P. y Labandeira, X. (2010): “Energy efficiency: economics and policy”, Journal of Economic Surveys 24 (3).
3. Metcalf, G.E. (1994): “Economics and rational conservation policy”, Energy Policy 22.
4. Jaffe, A.B. y Stavins, R.N. (1994): “The energy paradox and the diffusion of conservation technology”, Resource and Energy Economics 16.
5. Según varios autores, este factor afecta a alrededor de un tercio de la demanda residencial energética en EEUU (Murtishaw, S. y Sathaye, J. (2006): “Quantifying the effect of the principal–agent problem on US residential energy use”, LBNL-59773 Rev).
6. Hausman, J.A. (1979): “Individual discount rates and the purchase and utilization of energyusing durables”, Bell Journal of Economics 10.
7. a) Jevons, W. S. (1865): “The coal question”, Macmillan and Co; b) Brookes, L. G. (1979): “A low energy strategy for the UK”, en Leach, G. et al.: “A review and reply”, Atom 269; c) Saunders, H. (1992): “The Khazzoom-Brookes Postulate and neoclassical growth”, Energy Journal 13 (4).
8. a) Brookes, L. G. (1978): “Energy policy, the energy price fallacy and the role of nuclear energy in the UK”, Energy Policy 6; b) Khazzoom, J. D. (1980): “Economic Implications of mandated efficiency standards for household appliances”, Energy Journal 1; c) Greening, L. A. et al (2000): “Energy efficiency and consumption – The rebound effect – A survey”, Energy Policy 28; d) Binswanger, M. (2001): “Technological progress and sustainable development: what about the rebound effect?”, Ecological Economics 36 (1); e) Sorrell, S. (2007): “The rebound effect: an assessment of the evidence for economy-wide energy savings from improved energy efficiency”. UK Energy Research Centre, october 2007.
9. Los usuarios también podrían incrementar el consumo de los productos que ya consumían, o ahorrar más, lo cual incrementaría el consumo, aunque lo podría dilatar en el espacio o en el tiempo, a través de los productos financieros.
10. La disparidad de los resultados mostrados es debida a la diferencia de los ámbitos analizados, los materiales empleados, las metodologías de estimación y la poca evidencia empírica existente en el área de análisis.
11. Sartori, I. y Hestnes, A. G. (2007): “Energy use in the life-cycle of conventional and low-energy buildings: a review article”, Energy and Buildings 39.
12. Feist, W. (1996): “Life-cycle energy balances compared: low energy house, passive house, selfsufficient house”, Proceedings of the International Symposium of CIB W67; Winther, B. N. y Hestnes, A. G.. (1999): “Solar versus Green: the analysis of a Norwegian row house”, Solar Energy 66(6).
13. Royal Commission on Environmental Pollution (2007): “The Urban Environment”, London.
14. Casals, X. G. (2006): “Analysis of building energy regulation and certification in Europe: their role, limitations and differences”, Energy and Buildings 38.
15. Semboja, H.H.H. (1994): “The effects of an increase in energy efficiency on the Kenyan economy”, Energy Policy March 1994; Glomsrød, S. y Taojuan, W. (2005): “Coal cleaning: a viable strategy for reduced carbon emissions and improved environment in China?”, Energy Policy 33; Hanley, N.D. et al (2006): “The impact of a stimulus to energy efficiency on the economy and the environment: a regional computable general equilibrium analysis”, Renewable Energy 31.
16. Freire-González, J. (2010): “Empirical evidence of direct rebound effect in Catalonia”, Energy Policy 38.
17. Freire-González, J. (2011): “Methods to empirically estimate direct and indirect rebound effect of energy-saving technological changes in households”, Ecological Modelling 223.
18. Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (2007): “Consultation document: energy, cost and carbon savings for the draft EEC 2008 – 11 illustrative mix”.
Me temo que no está citando correctamente mi frase sobre Alemania (no sé de dónde exactamente la ha sacado y no conozco, por tanto, el contexto). Una cosa que he dicho en varias ocasiones es que entre 2010 y 2013 (extemporánea, por tanto, su mención a 2014) el consumo de carbón en Alemania ha crecido un 6% mientras que las renovables el crecimiento era superior al 130% (doy los números de memoria, así que puede haber algún pequeño error), pero que en cifras absolutas ese 6% de carbón era mucho mayor que el 130% de las renovables y que la tendencia que se está observando globalmente es un rápido crecimiento del consumo de carbón, ahora que el petróleo no puede subir mucho más. Por los números que da para el año 2014, expresados en Tw·h, parece que se está Vd. refiriendo solamente al consumo de energía eléctrica (conviene una vez más recordar que la energía eléctrica es una minoría de la energía final que se consume en el mundo, en torno al 10%, llegando a ser del 21% en España por ejemplo; aún y todo minoritaria).
Que la apuesta de Alemania por las renovables está disminuyendo es una cosa completamente evidente y no puede ser discutida, simplemente; e.g., lea la valoración que se hace en este blog pro-renovable a los últimos cambios legislativos: http://power-to-the-people.net/2014/04/german-renewable-energy-act-reform-is-not-a-feed-in-tariff-2-0/. Por cierto que me da la impresión de que confunde la mera enunciación de hechos con los deseos; que yo diga que pasa eso no quiere decir que yo desee que pase eso. He explicado miles de veces lo que yo pienso, partiendo de la realidad física del mundo, y no creo que merezca la pena que me extienda aquí mucho más.
Es errónea también su transcripción de la mi frase “cosa que justamente sabemos que es IMPOSIBLE”, que cambia completamente su sentido.
Con respecto al tema de la economía de guerra, creo que no debería tomarse la cuestión tan a la ligera. Jorge Riechmann alude a un trabajo que publicamos en Energy Policy hace unos años y que se centraba en ver cómo se podría hacer una transición a un mix 100% renovable tomando en cuenta una serie de factores generalmente ninguneados, particularmente la TRE y la disponibilidad de materiales. No es un tema menor ni que pueda ser tratado con ligereza, y que uno describa esta dificultad no significa naturalmente que se esté apostando por alguna otra alternativa (inexistente, por lo demás).
Me temo que no está citando correctamente mi frase sobre Alemania (no sé de dónde exactamente la ha sacado y no conozco, por tanto, el contexto). Una cosa que he dicho en varias ocasiones es que entre 2010 y 2013 (extemporánea, por tanto, su mención a 2014) el consumo de carbón en Alemania ha crecido un 6% mientras que las renovables el crecimiento era superior al 130% (doy los números de memoria, así que puede haber algún pequeño error), pero que en cifras absolutas ese 6% de carbón era mucho mayor que el 130% de las renovables y que la tendencia que se está observando globalmente es un rápido crecimiento del consumo de carbón, ahora que el petróleo no puede subir mucho más. Por los números que da para el año 2014, expresados en Tw·h, parece que se está Vd. refiriendo solamente al consumo de energía eléctrica (conviene una vez más recordar que la energía eléctrica es una minoría de la energía final que se consume en el mundo, en torno al 10%, llegando a ser del 21% en España por ejemplo; aún y todo minoritaria).
Que la apuesta de Alemania por las renovables está disminuyendo es una cosa completamente evidente y no puede ser discutida, simplemente; e.g., lea la valoración que se hace en este blog pro-renovable a los últimos cambios legislativos: http://power-to-the-people.net/2014/04/german-renewable-energy-act-reform-is-not-a-feed-in-tariff-2-0/. Por cierto que me da la impresión de que confunde la mera enunciación de hechos con los deseos; que yo diga que pasa eso no quiere decir que yo desee que pase eso. He explicado miles de veces lo que yo pienso, partiendo de la realidad física del mundo, y no creo que merezca la pena que me extienda aquí mucho más.
Es errónea también su transcripción de la mi frase “cosa que justamente sabemos que es IMPOSIBLE”, que cambia completamente su sentido.
Con respecto al tema de la economía de guerra, creo que no debería tomarse la cuestión tan a la ligera. Jorge Riechmann alude a un trabajo que publicamos en Energy Policy hace unos años y que se centraba en ver cómo se podría hacer una transición a un mix 100% renovable tomando en cuenta una serie de factores generalmente ninguneados, particularmente la TRE y la disponibilidad de materiales. No es un tema menor ni que pueda ser tratado con ligereza, y que uno describa esta dificultad no significa naturalmente que se esté apostando por alguna otra alternativa (inexistente, por lo demás).
Saludos cordiales
Cualquier duda sobre referencias de textos, encantado de seguir en el debate. Que el manifiesto tiene la virtud de abrir. Igual demasiado precavido ante las criticas de “alarmistas”.
Un saludo cordiales, Jordi
Creo que nuevamente te estás centrando en la generación eléctrica, pero el carbón se usa para más cosas. Con respecto al rápido crecimiento del consumo de carbón a escala mundial puedes echar un vistazo a los datos históricos de los BP Annual Review que puedes encontrar en la páginas Flujos de Energía: http://mazamascience.com/OilExport/index_es.html; de hecho, es este aumento del consumo de carbón el que explica por qué la concentración de CO2 atmosférico está subiendo a mayor ritmo últimamente. Una cosa es lo que se diga en los parlamentos y otra muy diferente lo que está pasando en la calle, y la Energiewende corre el riesgo en quedarse en papel mojado si no afronta la dura realidad que ya se está manifestando. Tampoco estoy de acuerdo que el aumento del consumo de carbón (que no es “sólo” de 2013, mira la serie histórica) sea una cosa coyuntural, tras cuatro años de subidas: no por casualidad desde el pico de precios del petróleo de 2008. Está pasando un movimiento anticipado desde hace décadas, puesto que las reservas de carbón son mucho más abundantes que las de petróleo (aunque mucho menos de lo que la gente se piensa). En Italia ya hay varias factorías de petróleo sintético de carbón (variantes de Fischer-Tropsch) y este proceso va a ir a más y acabará llegando a España, sobre todo teniendo en cuenta que la producción de petróleo crudo convencional ya está disminuyendo y en pocos años lo hará de manera acelerada.
Centrarse excesivamente en la electricidad tiene el peligro de no ver que la electricidad es un tipo especializado de energía no fácilmente intercambiable con los otros muchos usos de la energía que estamos haciendo hoy en día. Occidente está pasando por una situación bastante complicada por falta de petróleo, y le están faltando los elementos sustitutivos que deberían funcionar con electricidad, el más conocido de los cuales es el coche eléctrico. El coche eléctrico es, sin embargo, una quimera y no será nunca una alternativa de masas. Sin coche eléctrico y en general sin maquinaria pesada eléctrica (exceptuando algunos usos concretos, en sistemas sobre raíles y con pantógrafo a una catenaria). Los Gobiernos tienden a publicitar extensamente sus actuaciones en el mercado eléctrico, porque es el más visible y autóctono, distorsionando la percepción pública de la realidad energética de sus países. Y la realidad es que los países industrializados consumen muchísimo petróleo en el transporte de mercancías y de pasajeros, y muchísimo gas y carbón no sólo en la generación de electricidad, sino en hornos industriales (¿cómo se hace el cemento? ¿y el acero?).
Saludos cordiales
La Energiewende tiene perdedores, Nicholas Stern dice que 9 trillones puestos en PB, Chevron…
¿Tu crees que Soria publicitan eso de las renovables?
Tu mirar el petróleo sintético con carbón en Italia… yo miro el gas de síntesis con renovable en Alemania. ¿Cuál se impondrá? Tecnológicamente la renovable tiene más recorrido. ¿Acierto en que no creéis en las renovables como alternativas?
Saludos cordiales. Jordi
Creo que casi todo lo que comenta sobre mis opiniones respecto a las energías renovables en este artículo es completamente erróneo.
En el post publicado en la web de Ultima Llamada digo que la tecnología no nos va a salvar porque los estudios que hemos hecho en nuestro grupo (y también otros investigadores como Gorka Bueno) vemos claramente que las energía renovables sólo podrán servirnos para sustituir a tiempo los usos ELÉCTRICOS, pero, ahora , en esta misma década, no vamos a poder sustituir a tiempo los COMBUSTIBLES LÍQUIDOS, derivados mayoritariamente del petróleo, cuyos sustitutos son muy ineficaces.
Por ello, aunque yo siempre he defendido las energías renovables creo que sólo son una pieza de la solución y probablemente no la más importante.
No sé tampoco cómo de lo que digo en la entrevista que usted cita en CyL TV puede deducir que critico la decisión de Merkel o defiendo la energía nuclear (dedico un buen rato a criticarla en esa entrevista, por cierto). Observe que quien habla de “gobernar a base de sustos” ¡es la presentadora no yo! Y, evidentemente, ¡contesto que no se debe gobernar a base de sustos de forma general!
Además quizá le ha parecido que cuando digo que “la inversión en energías renovables debe hacerse al ritmo del declive de las fósiles” es porque debemos esperar décadas, pero ¡es lo contrario! Las fuentes que nosotros estamos consultando estiman el declive de todos los combustibles fósiles antes de 2050, es decir, tenemos que empezar YA a sustituirlos, también para la electricidad, pero sobre todo en los combustibles líquidos. ¡Cuando hablo de que debemos acomodarnos al declive de las fósiles es porque tenemos que darnos prisa, no lo contrario!
El único dato en el que reconozco que tiene razón es en el dato de los costes de las centrales nucleares. En aquellos momentos tomé los datos del proyecto de construcción de la central nuclear de Olkiluoto-3 que se anunciaba a bombo y platillo aquellos años como la bandera del renacer nuclear porque iba a construirse mucho más rápidamente y con costes menores que las centrales de décadas anteriores. El tiempo ha demostrado que los abanderados del renacer nuclear se han despeñado y Olkiluoto-3 ya se estima que va a costar, como mínimo, el doble. Luego ese dato que doy sobre el coste de la nuclear ahora mismo es erróneo, y además la energía eólica se ha abaratado desde 2011, pero en ese momento estaba tomando las previsiones optimistas de la industria nuclear ¡y criticaba que, a pesar de todo, las renovables eran más interesantes por no depender de un combustible cuyo precio es previsible que aumente!
De hecho, coincido con usted en que el carbón y no las renovables, es la energía que más subvenciones ha disfrutado, y, además, muy mal empleadas, sin que hayan servido para proporcionar un futuro a las comarcas mineras.
Otra de las frases que destaca es la que atribuye a Jorge Riechmann “es evidente que, en el marco de un sistema de economía de mercado, el capital privado no acometerá una inversión tan grandiosa y de tan dudosa o nula rentabilidad” y habla de una “economía de guerra” hablando de la inversión en renovables.
De nuevo, creo que se ha entendido bastante mal esa expresión.
La expresión “economía de guerra” la utilizaba Antonio García Olivares en su estudio sobre la transición a energías renovables (Energy Policy, 41, pp 561-574, 2012). En este estudio proponía sustituir los 11TW del consumo de energía total mundial (no sólo eléctrica) con renovables, es decir: cambio de todos los vehículos a motor por eléctricos, calefacción de viviendas, industria, etc.) Su conclusión era que las inversiones necesarias eran enormes y el consumo de minerales también, de forma que veía muy complicado que una economía de mercado las realizara y sólo una economía fuertemente orientada hacia el bienestar futuro y planificada de alguna manera podría hacerlo.
Eso no quiere decir que no se deba invertir en renovables (sobre todo para los usos eléctricos en los que son muy eficaces), pero hay que darse cuenta de que no son milagrosas y NO TODO ES INVERTIR EN RENOVABLES. Antes (o a la vez) de lanzarse a invertir en renovables tenemos que pensar GLOBALMENTE, y pensar si realmente necesitamos esa energía. Antes de poner los paneles fotovoltaicos para usarlos en una estufa eléctrica tenemos que pensar si hay que aislar el tejado y cambiar las ventanas, porque quizá no necesitamos esa energía.
Antes de invertir en renovables tenemos que darnos cuenta de que no podemos seguir haciendo depender nuestras ciudades del coche, ni tener un parque de viviendas tan ineficaz, ni basar nuestra alimentación en una agricultura completamente basada en el petróleo.
Y antes de lanzarnos a invertir masivamente en electricidad renovable tenemos que pensar en una estrategia energética global, porque si no lo hacemos corremos el riesgo de que nos pase lo que está pasando en España, donde sufrimos una constante sangría por el aumento del precio del petróleo (que requiere el 4,5% de nuestro PIB) se nos cae la economía y la demanda eléctrica baja y los lobbies eléctricos empiezan una guerra sin cuartel para ver quién se queda con la escasa demanda….y echan del mercado a las renovables. Y se da la paradoja de que por no abordar los problemas del corto plazo (el petróleo) estamos poniendo zancadillas a las energías que nos van a solucionar los problemas del largo plazo (electricidad).
Nos hemos acostumbrado demasiado a pensar que el problema de la energía es cambiar a energías renovables y eso no es cierto. El problema es mucho más complejo y requiere soluciones mucho más globales. Y la primera de ellas, como dice el manifiesto, es poner un poco de sensatez en una economía que se orienta casi exclusivamente al crecimiento que piensa que siempre va a haber tecnologías a mano para solucionar los problemas y no tiene en cuenta los límites del planeta.
Gracias por la respuesta. En algunas cosas tienes razón, el informe del Cour des comptes se publico después de la entrevista que te hicieron en la televisión de CyL. Es cierto que la entrevistadora es la que se refiere a gobernar a golpe de sustos, peor me reconoces que “¡contesto que no se debe gobernar a base de sustos de forma general!”.
En Alemania seis meses en octubre de 2010, se gobernaba a golpe de la presión 40 grandes empresas, que firmaban un manifiesto por el futuro energético, no precipitarse en el cierre de las nucleares. Algo que Angela Merkel dijo presión intolerable de la casta, que traduciríamos ahora, sobre la democracia. Lo que hizo después de Fukushima fue aplicar la ley de 2001 que permite cerrar 8 nucleares -la mitad. Se dijo entonces, que Alemania está gobernada desde el miedo; un miedo astuto, contestaba Ulrich Beck, capaz de olfatear las oportunidades de las energías renovables. El error del gusano, es aquellos que ante la metamorfosis en mariposa renovables prefieren regresar al gusano nuclear. En Francia, no las futuras, las actuales nucleares pierden 8 euros MWh -los precios mayorías están hundidos. E.ON en Baviera ha cerrado una nuclear porque no es rentable como Garoña en España.
No hay que tomar datos de la industria nuclear optimista. Conocerás los estudios de DIW que los escenarios de 2050 se basan en proyecciones de abaratamiento de las renovables que la realidad de 2012 la supera. no un 50% hasta 2030, un 80% en 2013.
Sobre los combustibles líquidos, no para 2050, Merkel tiene en su programa el desarrollo del gas de síntesis… a partir de hidrogeno generado con renovables. Hay plantas para aprovechar superávit de la eólica marina.
Sobre las inversiones el Wuppertal-Institut defendía una energía pública municipal, ante la falta de capacidad de inversión dar libertad a los ciudadanos para ser propietario -comunitarios- de las renovables. La planificación de las redes, sistemas de gestión, etc., en manos publicas. Cuando se pide grandes inversiones Europeas en grandes infraestructuras me temo que no es para cambiar sino consolidar el actual modelo. La reformas son barreras para que los ciudadanos o, mejor, comunidades puedan invertir, como explicó Hermann Scheer en el Imperativo energ-ético.
No acabo de entender el problema de “consumo de minerales”. ¿En que sentido es un limite de las renovables? Y no es un limite si es inversión estatal.
Decías que se podía calificar de “alarmista”. Lo he llamado cualquier cosa excepto “llamada apocalíptica”. Espero que tenga la repercusión que se merece.
Espero que podamos seguir con el interesante debate en otras ocasiones. Un cordial saludo, Jordi.
En primer lugar, pido perdón por el desliz del apellido (cosas de contestar a esas horas de la noche).
Es probable que Merkel, simplemente, aprovechara el tirón mediático de Fukushima para hacer algo que ya tenía pensado y es probable que esté haciendo una apuesta inteligente al apoyar las renovables, al menos a largo plazo. Desde luego más inteligente que la actual política eléctrica española.
Aunque, como dice el manifiesto, no sólo es cuestión de renovables. Si la política mundial no funciona y la economía mundial no funciona y las decisiones no se hacen pensando en el largo plazo y en el bien común sino en las ganancias de los mercados de capital podemos ver todo el esfuerzo tecnológico irse al garete.
Hay que tener cuidado con las previsiones optimistas de los “pro-” pero no sólo los pro-nucleares, también hay que tener cuidado con las previsiones de las renovables. Ahora se está investigando en acumulación de energía (cosa que durante décadas no se hizo, porque solo había dinero para nuclear), quizá algunas de esos proyectos que citas despeguen, o quizá no. En los últimos años hemos visto muchos resultados mediocres (coche eléctrico, thin films, pilas de combustible…). De todas formas el problemas del transporte y los combustibles líquidos ya no tiene solución en esta década, porque, aunque funcionen los proyectos, no llegamos a tiempo. El bache en esta década no nos lo quita nadie ya, para la próxima ya veremos.
La cuestión de los límites de minerales se basa en el artículo de A. G. Olivares (también realizado por A. Turiel) y llega a la conclusión de que un despegue renovable a gran escala y siguiendo el “business as usual” es decir, constante aumento del consumo, sin cambio en los modos de vida, sin gestión de la demanda, etc. Requeriría un consumo de cobre, hierro, litio y otros minerales enorme, muy superior a los consumos actuales. La minería requiere mucho petróleo (maquinaria muy pesada) y si los ritmos de consumo se aceleran habría que ir a mineral mucho menos concentrado, con lo cual el consumo energético se acelera (de petróleo, además).
¿Mi opinión respecto a las renovables? Yo siempre las defiendo, y creo que son viables y que cuantas más tengamos ahora mejor nos va a ir dentro de 20 años y, desde luego, mucho mejor “tirar” el dinero en hacer molinos (si es que realmente no resultan rentables) que tirarlo en hacer autopistas, bloques de viviendas que la gente no puede comprar y estadios de fútbol, pero creo que las renovables sólo tienen sentido dentro de un contexto más amplio de diseño tecnológico y social asentado sobre bases más sensatas.
Y para explicarlo simplemente pongo un ejemplo. Tengo unos amigos que decidieron reconvertir su explotación ganadera a la agricultura ecológica hace unos años. Llegaron a la conclusión de que el modelo industrial se basaba en producir mucho pero también con compara muchos insumos, con lo cual su ganancia era mínima. Buscaron la autosuficiencia, sacar todo de sus tierras y vender directamente. La ganadería ecológica exigía que las vacas pastaran y, como viven en plena castilla, necesitaban regadío. Como el regadío exigía mucho gasóleo se plantearon usar energías renovables para regar. Después de un estudio técnico llegaron a la conclusión de que necesitaban tal cantidad de paneles o molinos que no llegaban a amortizarlo en muchos años. Y la conclusión a la que llegaron es que lo que no necesitaban era regadío. Investigaron y desarrollaron un sistema de gestión de pastos de secano muy inteligente que ahora les permite hacer una fantástica gestión de sus tierras. El ahorro de gasóleo que han conseguido es enorme (más del 50% respecto al anterior que ya era menor que el convencional), la productividad agraria de las tierras ha mejorado y además están creando empleo en el medio rural.
¿Renovables? Si, pero sólo si antes nos planteamos si necesitamos la energía y para qué, y sabemos diseñar correctamente una sociedad, una economía, y una tecnología que usen la cabeza.
Totalmente de acuerdo en que no es una cuestión solo de renovables. Hermman Otto fue diputados Die Gruene, director del Wuppertal en excedencia, explicó en Estados Unidos la Energiewende. ¿Cómo Alemania apuesta por la solar si tiene el sol de Alaska? la apuesta es por las tecnologías de gestión que optimizan las renovables, precios por horas, control de demanda desde la tableta o movil, 6 GW de acumuladores hasta 2017. ¿Dónde se ponen esas megabaterias de 5 MW? En Aachen Stadtwerke, municipios con la energía publica local y fuerte participación ciudadana. Noruega municipalizó al energía con una expropiación, estaban en manos de fondos de inversión en Banckog. Su estrategia era no invertir y repartir dividendos. La energía es un recurso y moto para la economía local.
No estoy de acuerdo con “el regadío exigía mucho gasóleo se plantearon usar energías renovables para regar. Después de un estudio técnico llegaron a la conclusión de que necesitaban tal cantidad de paneles o molinos que no llegaban a amortizarlo en muchos años”. En Argelia Socoin -filial de Fenosa, ahora de Gas Natural, invierte en Fotovoltaica para bombear el gas para la compañía. No es rentable quemar gas a pie de pozo. Este es el baile con mochilas con números cargados de intereses. ¿No es rentable para quién? si las redes de los canales son propias, a no ser que tengan una energía subvencionada, que la está, el coste de oportunidad entre solar y energía convencional mucho más barata. En Lleida en el congreso de “Rural Smart Grid” el director de la OCDE en Rural Smart dijo, ¿cómo subsidiais la energía para una agricultura que produce manzanas verdes típicas de Israel, para exportar con dumping de precios, en lugar de apoyar la sostenibilidad de la agricultura local con, por ejemplo, paneles solares? En un modelo insostenible las renovables no son rentables. Ni el 50% es un tema renovable, se divide en subsidios adecuados, sistemas de gestión, modelo agrario… La solución de no hacer regadío es buena. El regadío existente ha de cambiar, dejar el modelo de subsidios energéticos insostenibles a la exportación.
Otra vez nos encontramos unas relaciones de producción fósil que son un obstáculo para el desarrollo de tecnologías renovables que ya están maduras -Beck redefine el conflicto entre fuerzas productivas y relaciones de la producción -de Marx. El problema no es que sea “mucho mejor “tirar” el dinero en hacer molinos”; la eólica construida en Alemania, por ejemplo, cuando se conecten a las redes el precio cae en 10 euros MWh: ninguna central de gas será rentable -50 planta en la lista para solicitar invernar. Las más modernas se reconvierten en plantas de gas de síntesis, ofrecer respaldo a las renovables.
Sobre materiales, ¿tiene más cobre, por ejemplo, por kwh generado: una CTCC o una eólica? No veo coherente decir que antes que poner renovables preguntarse si necesitamos para qué con la ultima llamada. Alemania al alcanzar 56 GW solares, equivale al 100% del consumo, se preguntará como seguir. Una ley renovables 3.0. Como dice Hermann Scheer aún no podemos saber cual serán las reglas de ese mercado exclusivo de renovables.
Gracias por tus comentarios, un tema que no agotaremos aquí; antes nos agotaremos nosotros y a los lectores.
Un cordial saludo, Jordi
De todas formas, por mucho que las renovables tengan puntos fuertes, no debemos despreciar el diseño ni el ahorro.
Hemos despreciado durante demasiado tiempo diseñar las cosas para que ahorren energía (igual que durante años se despreció a las renovables).
Y, si, los ganaderos de la granja llegaron a la conclusión que el sistema de pastos de secano era mucho más ahorrador, más económico y les permite poner a trabajar a las vacas para muchas otras funciones.
Ese es el enfoque de la Permacultura (muy interesante como filosofía) preguntarse si se pueden diseñar las cosas de otra forma. Yo creo que esa es la mejor tecnologia que tenemos a mano, no es lo que llamamos “high tech” ni lo que tiene la gente en mente, pero es realmente eficaz.
Porque el tema energético es una de las patas de la insostenibilidad, pero tenemos también los materiales, que deberiamos reciclar al 100% o prácticamente, puesto que son limitados y es obvio que es un poco estúpido dejarlos que se dispersen en basureros hasta tal punto que después reciclarlos necesite una energía casi infinita. Hay muchas cosas que cambiar en nuestra tecno-ciencia, las renovables son sólo una pieza del puzle.
Saludos y gracias por el debate
Hay que volver a pensar todo con la cabeza -que dice Domingo Jímenez-Beltrán. El New Deal de 1929 con la apuesta por el modelo centralizado, provocó que los agricultores abandonarlas, marginaran, etc., los molinos capaces de generar energía. Millones en todo el país para autoconsumo. Dinamarca algunas granjas a final de XIX producían hidrógeno. Ese sistema más eficiente, con menor consumo, con incipiente tecnología basadas en recursos renovables, fue marginado en el siglo XX por arrogancia tecnología. Willy Brandt dijo en 1984, antes de Chernóbil, “ni hombre ni la tecnología son infalibles”.
Son reflexiones del último artículo sobre la medicina antroposófica (algo de agricultura biodinámica). La técnica y la ideología de la ciencia ha convertido al hombre en un medio; no en el fin en si mismo, que cada cual ha de buscar su felicidad o definición de buena vida. Las locuras tecnológicas del siglo XX será una herencia y carga para las generaciones futuras (el gluten del trigo modificado hace que cada vez más productos lleven las señal “sin gluten” -toda una señal de desastroso progreso del siglo XX).
La transición energética pone la atención a cuestiones que aún ni somos capaces de comprender muy bien. Un modelo descentralizado requiere una administración y economía descentralizada. Volveremos hablar de “lo pequeño es hermosos”.
http://www.lafabriqueecologique.fr/wp-content/uploads/2014/07/d%C3%A9centralisation-%C3%A9nerg%C3%A9tique1.pdf
Gracias por las aportaciones enriquecedoras. Jordi