Santa Coloma pagará sueldos y subvenciones en su moneda local este mismo año

Article publicat a La vanguardia

  • El pleno municipal aprueba este martes de forma definitiva el reglamento que servirá de base para el nuevo sistema de pago digital a través de teléfono móvil
  • Busca ‘relocalizar’ la economía de la ciudad y evitar la fuga de gasto a localidades vecinas
Santa Coloma pagará sueldos y subvenciones en su moneda local este mismo año
Presentación del sistema de pago de la moneda local de Santa Coloma (Ajuntament de Santa Coloma)
, Badalona

31/05/2016 00:02 | Actualizado a 31/05/2016 00:29 Santa Coloma de Gramenet comenzará a pagar este 2016 con su propia moneda local a través de una plataforma digital que se podrá utilizar desde los dispositivos móviles convencionales. El pleno municipal aprueba este martes de forma definitiva el reglamento y las propuestas de parámetros que sentarán las bases del funcionamiento del nuevo sistema, y que incluye detalles como el porcentaje de las subvenciones que entidades y comercios recibirán en este nuevo valor o las bonificaciones de las que se podrán beneficiar aquellos que lo usen en su día a día.
“Seremos el primer ayuntamiento de todo el estado que canalice gasto público con su propia moneda digital de ámbito local a través de un Circuito de Comercio Social”, enaltece la alcaldesa Núria Parlon. Ese es el mayor factor diferencial del proyecto colomense con respecto al de otras ciudades del mundo. Existen unos 4.000 casos de monedas locales alrededor del planeta, algunos en España y Catalunya, pero Santa Coloma añade el componente tecnológico con una innovadora plataforma diseñada por la empresa Ubiquat Technologies y se lanza a un vacío sin explorar como es el del gasto público a través de esta iniciativa.
En otras palabras, Santa Coloma pagará a sus entidades y comercios una parte o la totalidad de sus subvenciones en la moneda local, y hasta un máximo del 30% del salario a su plantilla municipal y cargos electos. Estos serán los primeros pasos del proyecto, que saldrá a la calle el último trimestre de este mismo año. La nueva moneda no llegará hasta el bolsillo del ciudadano y de la totalidad de las entidades hasta el 2017. “También es una forma de generar expectativa; las entidades comerciales y deportivas y los comercios la empezarán a mover pero los vecinos y vecinas tendrán que esperar un poco más”, avanza el primer teniente de alcalde, Esteve Serrano. Cuando el sistema se asiente, también existirá la posibilidad de pagar impuestos y tributos municipales, dado que los ciudadanos podrán cambiar euros por moneda propia.
Beneficios y bonificaciones
A la práctica, una unidad de la nueva moneda valdrá exactamente lo mismo que un euro, pero la local gozará de ciertas ventajas. El reglamento estipula las bonificaciones que las entidades o los comercios obtendrán por usar la moneda. “Cuanto mayor sea el porcentaje de subvención que estén dispuestos a recibir, y por tanto mayor fomento se haga, más dinero se cederá”, relata esquemáticamente Esteve Serrano. Para el comercio y la ciudadanía, por otro lado, existirá la posibilidad de impulsar ofertas, tanto colectivas como individuales, y combinar la moneda local con tarjetas de fidelización que ya existen en Santa Coloma.
Evitar la fuga de gasto en una localidad terciarizada
Desde la perspectiva global de ciudad, el lanzamiento de esta iniciativa supone la creación de un Circuito de Comercio Social al que se adherirán Ayuntamiento, plantilla municipal, entidades, comercios y ciudadanía, y cuya función primera es multiplicar la circulación y distribución de la riqueza dentro de las fronteras locales.
Santa Coloma es una ciudad con una actividad económica basada, sobre todo, en el sector de servicios y con poca capacidad industrial. En este sentido, la fuga de gasto hacia otras localidades es un mal que toca la fibra del productor interior. “Los estudios que hemos hecho nos indican que la fuga de gasto es de alrededor del 30%, muy elevada. Es un margen muy importante por el que luchar con la moneda local como herramienta”, sostiene el regidor socialista.
“Este circuito tiene el objetivo de favorecer los procesos de relocalización de la economía, reducir los desplazamientos motorizados y, por tanto, las emisiones de CO2. A la vez, fomenta la mayor liquidez para las empresas locales, lo que las hará mantenerse e incluso crecer”, expone la alcaldesa.
Capítulo aparte, la intención es que el proyecto avive el “sentimiento de pertenencia”, el “soy de Santa Coloma, compro en Santa Coloma”, subraya Parlon. “Al final, la idea es enriquecer el orgullo de comprar en casa, en los comercios de nuestros barrios; es una forma de cohesión social. Y, si se generan excedentes, se podrán dedicar a proyectos sociales en los distritos”, matiza Esteve Serrano. Para controlar los movimientos y supervisar posibles cambios, se creará un consejo dentro de este circuito comercial en el que podrá participar y decir la suya todo el mundo. Aunque cualquier cambio requerirá siempre el visto bueno del pleno.
Proceso participativo para elegir el nombre
“A día de hoy la llamamos UDI, Unidad de Intercambio, porque no tiene nombre todavía”, bromea el edil. Una vez aprobado el reglamento, el Ayuntamiento, con la colaboración de las entidades y la red de economía social y solidaria, empezará una amplia campaña informativa entre los comercios y asociaciones de toda la ciudad, que contará con la participación de dinamizadores especializados que asesorarán a los usuarios potenciales. Paralelamente, Santa Coloma impulsará un proceso para escoger el nombre de su nueva moneda que, a priori, culminará en septiembre, coincidiendo con la fiesta mayor local.
 
Pago a través del teléfono móvil

Plataforma moneda digital
Plataforma moneda digital (Arxiu Ajuntament de Santa Coloma / LV)

¿Cómo funcionará? La nueva moneda se sustentará sobre una plataforma digital con una página web y un sistema de pago mediante una aplicación de móvil o mensajes de texto para aquellos aparatos menos modernos que no hayan saltado la brecha tecnológica. Nada de moneda física. Tampoco los comercios que se adhieran de forma gratuita necesitarán nada en especial; sencillamente instalarse la aplicación en sus dispositivos convencionales, ya sea tablet, móvil u ordenador. Ni cuota ni terminales específicos.
Refuerzo del comercio de proximidad
La Agrupación de Comerciantes de Santa Coloma (ACI), con más de 200 asociados, valora positivamente la moneda local y espera “conseguir que se compre más en Santa Coloma”. A falta de disponer de toda la información a nivel técnico y de funcionamiento, aseguran haber dado todo el apoyo al proyecto hasta ahora y coinciden en que ayudará a evitar la fuga de gasto, por ejemplo hacia los centros comerciales de La Maquinista (Barcelona) y Montigalà (Badalona).
Fondo Comerç, otra de las asociaciones representativas de la ciudad e implicada en el proceso de lanzamiento de la moneda, también sostiene que el proyecto puede contribuir a incrementar la actividad del pequeño comercio de Santa Coloma. Aunque se muestran cargados de ilusión, admiten que será un “proceso lento y difícil”, pero animan a todas las tiendas a formar parte del circuito.

Referencia para otras ciudades y administraciones
“¡Santa Coloma le ha tomado la delantera a Barcelona y a Ada Colau, finalmente!”, bromeamos. “No se puede comparar. Hemos trabajado en este proyecto desde 2012, no se trata de que seamos más listos, sino de que llevamos más tiempo”, sale al corte el regidor. Como Barcelona, existen otras ciudades que han anunciado su intención de explorar una moneda local, pero lo cierto es que Santa Coloma se lo ha tomado muy en serio y ha querido ir un paso más allá de lo que se había hecho hasta ahora. Por eso otras administraciones y ayuntamientos, como la propia capital catalana o el AMB, están en contacto con los técnicos del municipio del Besòs para conocer cómo avanza la experiencia. Los preparativos han durado cinco años y ahora el proyecto entra en la recta final. Uno de los pasos previos era buscar referentes internacionales, lo que ha llevado a Santa Coloma a formar parte del consorcio europeo para el proyecto Digipay4Growth, en el que también están implicadas ciudades como Bristol, donde ya funciona un sistema de pago digital similar al colomense, la isla de Sardenya y otras pruebas piloto.

Se presenta en Madrid la moneda BioRegional. La basura que hackea el sistema: Una moneda basada en biorresiduos

Publicat a  El Salmón Contracorriente 
15 de julio de 2015
Genoveva López Morales

El pasado 7 de julio se presentó en Madrid «Economías BioRegionales«, una moneda social para dar valor a los biorresiduos y basada en los principios de la economía circular

La basura que hackea el sistema: Una moneda basada en biorresiduos

Una moneda basada en los principios de la economía circular

La economía circular es un término genérico para denominar a aquella economía que utiliza los recursos de manera constante, es decir, donde los recursos circulan a lo largo del proceso económico siendo reutilizados, sin causar desperdicios. Este tipo de economía toma su modelo de acción de los patrones de funcionamiento de la naturaleza, la cual no funciona de un modo lineal (producir-usar-tirar) sino que funciona de modo circular:

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Imagen: innodriven.com  
Imagen: innodriven.com

La economía circular está basada en los siguientes principios:

  • La basura es alimento: en el ciclo circular no hay desperdicios.
  • La diversidad fortalece: los entornos diversos son más resilientes, resisten mejor el cambio y las crisis.
  • La energía debe provenir de recursos renovables.
  • Basada en modelos de pensamiento sistémico: el mundo se organiza en sistemas, no en partes estancas. Cualquier acción que se lleve a cabo tiene consecuencias en un entorno sistémico.

La moneda bioregional que usa la basura

La Asociación de Economías BioRegionales es de ámbito estatal y agrupa a activistas y profesionales de diferentes disciplinas implicados en la innovación social. La asociación, constituida en 2015, tiene por objetivo dinamizar la creación, diseño y orientación de monedas complementarias en territorios de escala local y regional. Pretende impulsar los ciclos virtuosos y fomentar los procesos de transición agroecológica y construcción de soberanía alimentaria, energética, financiera y monetaria que compensen y complementen los retos de desigualdad social e insostenibilidad que plantean los procesos globalizadores, ineficientes ambientalmente e intensivos en capital financiero, y que debilitan los procesos sociales y de desarrollo local.
La Asociación propone una moneda social, alternativa y solidaria en la BioRegión zona centro de la Península Ibérica. Es una moneda basada en BioResiduos que tiene «un alto valor sinérgico que permite ahorrar costes, capitalizar socialmente nuevas eficiencias, especialmente en los ámbitos de los residuos y las energías renovables, y contribuir a corregir comunitariamente las graves ineficiencias económicas y ecológicas de nuestros municipios y comunidades» según su página web.

El modelo que propone la Asociación de Economías BioRegionales se enmarca en la modalidad de monedas respaldadas en euros. Las monedas respaldadas en moneda nacional pretenden tener un modelo de gestión y decisión más amplio (público-privado) y un horizonte de objetivos cuantitativos y cualitativos de mayor extensión, tanto en tipo de actores como en número de ciudadanos.
La moneda BioRegional (MbR) da valor a los BioRresiduos, cuya gestión es clave en los procesos de soberanía alimentaria y biorregionalización. La MbR propone introducir un sistema de manejo agroecológico para los BioResiduos de tal manera que se fomenten los sistemas de economía circular, la producción agroecológica y el consumo local.
El modelo presentado en Madrid comprende distintos elementos creando un círculo económico donde los pasos son los siguientes: en primer lugar, los poderes locales que muestren interés en la gestión de los BioRresiduos comprarían un bono por valor de en torno a 10.000 euros para que la Asociación de Economías BioRegionales gestione la recogida de BioRresiduos en su localidad. Inicialmente, los vecinos concienciados ecológicamente y comprometidos aportarían sus BioResiduos perfectamente separados (tal y como hacemos con el papel y cristal) a determinados puntos de recogida como los huertos urbanos, por ejemplo. Una vez allí los BioResiduos serían recogidos por una empresa de economía social y repartidos a agricultores para su compostaje y uso en producciones ecológicas. Los resultados de esa cosecha, serían vendidos en el comercio local de la BioRegión zona centro de la península.
Lo interesante del modelo es que cuando el Ayuntamiento paga los 10.000 euros a la Asociación, ésta emite el mismo valor en Moneda BioRegional, duplicando de esta manera la masa monetaria. Tanto los euros como las MbR serían repartidos entre los distintos actores que ven de esta manera incentivada su participación en el sistema de economía circular. Las MbR serían aceptadas en los comercios locales para la compra de productos del territorio, de esta manera se incrementaría la riqueza local, se fomentaría lo ecológico y se acortarían las distancias económicas.
Los actores del sistema serían tres por lo tanto: los hogares, los gestores de recogida y los gestores de agrocompostaje. Todos ellos se organizarían en REDES integradas por NODOS.
Red bioLocal. Es una red de recogida integrada por NODOS. Un NODO supone un punto y momento determinado de recogida de los BioRresiduos de estos hogares. Los NODOS están compuestos por unos 20 hogares. Una red está compuesta por 5 o 10 nodos (100 o 200 hogares).
Gestor de recogida (GRE). Es una organización o persona que se compromete a la recogida de una Red para trasladarlo a un gestor agrocompostador.
Gestor agrocompostador (GAR). Es una organización o persona que se compromete a la recepción y agrocompostaje de los BioRresiduos, para aplicación en su “huerta” individual o venta como fertilizante orgánico.
Las Administraciones Locales se consolidan como un actor clave en el proyecto de MbR y de fomento de una economía circular, más eficiente social y ecológicamente. Para emitir moneda sobre el valor de ahorro de prevención de vertido y generación de otro circuito son necesarias dos premisas fundamentales: la disposición por parte de las Administraciones Locales de participar en un proyecto de prevención en la recogida de BioResiduos mediante un mecanismo de agrocompostaje comunitario, y la realización de una campaña de información a los ciudadanos para organizar nodos y compromisos de separación y recogida selectiva de los bioResiduos.
Franco Llobera, de la Asociación Economías BioRegionales, afirma que los BioResiduos representan uno de los sectores que más ha incrementado en emisiones de gases de efecto invernadero. «En España el modelo de gestión de residuos es especialmente perverso e ineficiente económicamente, y especialmente contaminante». Por ejemplo, en Austria, el 60% de la capacidad de tratamiento y recirculación de la materia orgánica se hace mediante agrocompostaje, y supone unos costes de unos 50 €/tonelada mientras que en España, los costes que asumimos están en torno a los 150 y 300 €/tonelada.
Asimismo, la Asociación se plantea que las políticas de remoción de carbono, «deben evolucionar desde los modelos lineales (carbono fijado en biomasa arbórea) a los sistémicos BioRegionales de base agroalimentaria. España gasta cerca de 110 Millones de euros al año en compra de derechos de emisión. Si hiciéramos como Australia que ha convencido al panel intergubernamental de que el suelo es el mayor sumidero de carbono, los agricultores podrían recibir cerca de 1000 € año por hectárea para fertilizar con materia orgánica».
En estos días, la Asociación de Economías BioRegionales está dando a conocer el modelo y realizando distintos talleres para que el público y Administraciones se familiaricen con la nueva Moneda BioRegional.
Para conocer las fechas de sus próximos talleres y presentaciones pinchar en este enlace.

Chiemgauer: una moneda regional que ayuda a proyectos sociales

Publicat a El País

 Por: Autor invitado | 03 de febrero de 2014
Por Miguel Yasuyuki Hirota, experto en monedas sociales
Chiemgauer 2012 face (1)
Chiemgauer
 
es la moneda regional más activa en Alemania y funciona en las comarcas de Rosenheim y de Traunstein, además de la ciudad de Rosenheim, Baviera (en la zona entre Múnich y Salzburgo, Austria). Aunque ya me he referido a esta experiencia en este blog, quisiera volver a presentarlo detalladamente para que sepáis cómo contribuye este medio de intercambio a la zona.
Chiemgauer nació en enero de 2003 como actividad extracurricular de una escuela Waldorf (escuela privada con un currículum elaborado a base de la filosofía de Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía). La región es económicamente muy próspera gracias a varias actividades, entre otras, la agricultura, la industria y el turismo (allí está el lago Chiemsee, un destino turístico importante). Christian Gelleri, en aquel entonces profesor en esta escuela, hablaba de monedas sociales en la clase cuando seis alumnas estuvieron interesadas en iniciar un proyecto.
SANY0048

Las 6 alumnas que iniciaron Chiemgauer, en la conferencia «Monedas complementarias en Europa», julio 2004, Bad Honnef, Alemania)

Esta moneda está totalmente respaladada con el euro y funciona del siguiente modo: los consumidores eligen un proyecto social al dar de alta y cambian, por ejemplo, 100 euros en Chiemgauer, con el 3% del efectivo que va al proyecto social. Luego los consumidores compran a comercios locales y pagan en Chiemgauer en par (1 Chiemgauer = 1 euro), y los comercios tienen dos opciones: a) ir a la oficina de Chiemgauer y reconvertirlos en euros, pagando el 5% de comisión o b) pagar a otros comercios locales para evitar esta comisión. Vamos a ver cuáles son las ventajas para cada actor:
  • Consumidores: Donación del 3% de gastos en comercios locales al proyecto social que eligen. Si uno gasta 500 € por mes, se puede donar 180 € por año (500 x 3% x 12 meses).
  • Proyectos sociales (principalmente asociaciones): Ingreso adicional que podrá gastar para sus propios proyectos.
  • Comercios locales: Atracción de los consumidores conscientes de la comunidad.
Y los 100 euros que deja el consumidor se distribuyen en: 95 euros como reserva para la reconversión, 3 euros como donación al proyecto social y 2 euros que se gasta para la administración de esta moneda.
Otro aspecto importante de Chiemgauer es la oxidación (más información en mi post anterior): Los billetes caducan cada tres meses y se requiere colocar un timbre del 2% del valor (2, 4, 10, 20, 40 céntimos y un euro para billetes de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 Chiemgauers, respectivamente), alentando a que los portadores de billetes gasten cuanto antes para evitar este costo. Además Chiemgauer ofrece microcréditos con una condición maravillosa en el programa de Zinsbonus: aunque los prestatarios en esta moneda social tienen que pagar tasas de interés, ¡estos costos financieros serán retornados si consiguen devolver toda la cantidad de su préstamo sin retraso!
Esta iniciativa ha crecido desde su fundación: el siguiente gráfico muestra cómo se ha desarrollado.
2003
2006
2009
2012
Consumidores
130
1,097
1,899
2,573
Comercios locales
100
540
587
633
Cambio € > C
68.286
548.947
1.286.244
1.864.463
Cambio C > €
58.286
534.709
1.145.750
1.815.108
C en circulación
10.000
64.346
449.064
599.757
Donación a proyectos sociales
1.800
16.468
38.587
55.934
Facturaciones en C
75.873
1.372.368
4.042.204
6.452.279
Circulación de C por año
9,48
23,98
10,67
11,22
Circulación de € por año
6,78
6,29
4,82
4,03
Efecto multipicador de C
1,11
2,50
3,14
3,46
Lo más destacable de este gráfico es el aumento constante del efecto multiplicador de Chiemgauer (de 1,11 en 2003 a 3,46 en 2012): Esta cifra significa que Chiemgauer realiza cada vez más transacciones económicas en la región antes de ser reconvertido en euro y escaparse, fomentando cada vez más la economía local. Os valdría la pena estudiar este modelo para ver si lo podéis poner en marcha en vuestra comunidad.
Imagen de apertura: Billete de 2 Chiemgauer, con oxidación del 2% por trimestre

Cronobank, el banco de tiempo mundial

http://www.periodismoalternativoblog.com/2013/05/nace-el-primer-banco-mundial-que.html

Un Banco del Tiempo… MUNDIAL

Se crea un Banco del Tiempo que permite conseguir, sin dinero,  de forma solidaria y sin problema de idiomas, casi cualquier cosa a lo largo de todo el mundo. Esta iniciativa permite  un uso adaptado a la movilidad geográfica, cada vez mayor, de las personas que buscan una solución a su situación económica y social.
 

«Todo sin dinero, pero con más amigos en el mundo» podría ser el lema de este banco de tiempo online  http://www.cronobank.org   que permite a la gente del mundo entero conseguir, sin dinero y sin límites de fronteras o idiomas, servicios, bienes, conocimientos e incluso alojamiento, usando el tiempo como moneda de cambio.
 «Hemos agrupado todo lo mejor que hacen los diferentes bancos del tiempo del mundo y lo ofrecemos, con más de 55 idiomas, a todas las personas en un solo lugar: en http://www.cronobank.org», comenta uno de los fundadores, Sergio García, psicólogo y profesor y, a su vez, miembro de un banco del tiempo local con más de veinte años de existencia, uno de los más antiguos de Europa.
Y efectivamente, conectándose al Banco del Tiempo Mundial – Cronobank – resulta fácil  conseguir desde noches de alojamiento hasta un coche a cambio de tiempo. El requisito para el alojamiento es pagar una hora por persona y noche. Los servicios y los conocimientos respetan la norma «1 hora por 1 hora«, es decir, que cada uno recibe las mismas horas que ha destinado a prestar el servicio o sus conocimientos.
La compra o venta de bienes ofrece más libertad para valorar en tiempo ya que los moderadores de la plataforma invitan a que se haga respondiendo a la pregunta «¿cuánto tiempo de tu vida estarías dispuesto a dar para conseguir eso que necesitas?», recordándonos así que lo importante en la vida no es lo que se tiene, sino lo que se comparte.
En realidad, Cronobank.org es mucho más que un banco del tiempo puesto que da la posibilidad a las personas y a los colectivos de crear y gestionar gratis su propio banco del tiempo sin limitaciones de usuarios ni gastos de mantenimiento. Cada Banco del Tiempo creado tiene una red social interna 3.0 que permite una comunicación entre los usuarios a través de  la mejor tecnología. Ayuntamientos, colegios, asociaciones y Bancos del Tiempo locales pueden utilizarlo y contar con un asesoramiento personalizado por teléfono o red social si lo necesitan.
Los Bancos del Tiempo creados en http://www.cronobank.org pueden hacer libremente intercambios de tiempo entre ellos, creando así enlaces y una red mundial de bancos del tiempo. Es una nueva generación de bancos del tiempo.
De hecho, lo primero que salta a la vista cuando se entra en la web de cronobank.org es el «Mapa del tiempo» donde se pueden localizar geográficamente las personas o los colectivos que usan el tiempo como moneda en el mundo entero.  En este mapa también se están situando todos los bancos del tiempo repartidos por el mundo para que los usuarios interesados  puedan encontrarlos con total facilidad. Si un Banco del Tiempo concreto no aparece todavía en él, se puede enviar un correo a su email de contacto y actualizarán el mapa con los datos remitidos  en menos de 48 horas.
La internacionalidad de este Banco del Tiempo Mundial no es su única originalidad. Ésta se basa también  en la solidaridad que transciende todo lo que ofrecen. Por ejemplo, para  promover el voluntariado y el cooperativismo, compensan con tiempo cualquier iniciativa para ayudar a personas o implicarse en la protección del medio ambiente de forma independiente o colaborando con una ONG. Hace poco, por ejemplo, los voluntarios que limpiaron los cauces del río Vaca se vieron recompensados con 7 horas en la cuenta de tiempo que abrieron para esa ocasión. Las asociaciones que se adhieren a esta iniciativa se llaman «cronopartners».
La web es de fácil utilización  y está diseñada para poder ser accesible por todos, en particular, por las personas mayores o con discapacidad.
Cronobank es una asociación sin ánimo de lucro cuya finalidad es  «promover y facilitar el uso del Tiempo como moneda social universal«. Sus miembros son tan internacionales como su Banco del Tiempo ya que proceden de España, Cuba, Francia, Alemania…Sus perfiles profesionales son también diversos e incluyen profesores, psicólogos, administrativos, diseñadores, especialistas en bioconstrucción…

Más información en: www.cronobank.org

Notícia publicada a  Diario crítico

El decreixement, una estratègia per contrarestar la crisi?

Article publicat a   Green European Journal 

Traduït per Rafael Granero


El decrecimiento ¿una estrategia para contrarrestar la crisis?
Visítalo en El Debate
La idea del decrecimiento ha sido siempre una parte del pensamiento verde, pero ¿qué significa exactamente decrecimiento en nuestra economía, sociedad y en relación con el planeta. ¿Puede el decrecimiento proporcionar la respuesta a la crisis social y ecológica?

Autor Vincent Liegey

Coautor de “A Degrowth Project-Manifesto for an Unconditional Autonomy Allowance

Dada la convergencia de las diversas crisis interconectadas, convergencia que se podría tildar de crisis antropológica, el decrecimiento, un lema de reciente aparición en el pensamiento y en la experimentación socioeconómica, tiene como objetivo iniciar una transición democrática y pacífica a los nuevos modelos de sociedades sustentables y deseables.
Esto es lo que hemos tratado de elaborar en nuestro trabajo colectivo “A Degrowth Project-Manifesto for an Unconditional Autonomy Allowance” («Decrecimiento, un Proyecto-Manifiesto por una Asignación para la Autonomía Incondicional»). Por lo tanto, sobre la base de nuestras discusiones, debates, experiencias y propuestas, apoyamos el establecimiento de un ingreso incondicional, emitido en derechos de giro no monetarios disponibles a través de derechos de acceso a los servicios y recursos públicos, conjuntamente con asignaciones monetarias en moneda local, mejor que en Euros. 
Abogar por el decrecimiento en medio de un creciente desempleo, ¿no es indecente a la par que absurdo?
El crecimiento no asegura el pleno empleo: es un mito. En los últimos cuarenta años, el PIB ha crecido, pero también lo ha hecho la tasa de desempleo. Imponer la austeridad, con devastadoras consecuencias humanas, con la esperanza de volver al crecimiento, mientras hacemos la vista gorda ante el colapso ecológico, es sencillamente irresponsable. No podemos crecer indefinidamente en un mundo finito.
El término decrecimiento asusta…
El decrecimiento es un término provocativo utilizado para instigar un debate en profundidad. ¿Qué estamos produciendo? ¿Cómo? ¿Por qué? El crecimiento que nos obliga a producir más y más cosas inútiles agotará los recursos. ¿Cómo podemos salir de ése círculo vicioso y reinventar una sociedad que valore las relaciones humanas y que sea una alternativa a la relación entre herramienta, producción y naturaleza? Lo que está ocurriendo en América Latina en torno al concepto de «buen vivir” nos interesa. El decrecimiento no propone de ninguna manera que volvamos a la Edad de Piedra. Antes que un decrecimiento económico, debe haber un decrecimiento de las desigualdades, de las inequidades.
¿Cómo lograr el decrecimiento?
En primer lugar, tenemos que abandonar la religión de crecimiento económico. Debemos recuperar la autoridad para emitir dinero, cancelar los pagos para las porciones ilegítimas de la deuda, total o parcialmente, nacionalizar el sistema bancario, prohibir los paraísos fiscales e imponer un impuesto a las transacciones financieras. Debemos establecer una renta máxima aceptable (MAI, por sus siglas en inglés), en torno a cuatro veces el salario mínimo, en contraste con la situación actual en la que el ingreso máximo es 4.000 veces mayor que el ingreso mínimo. Paralelamente, se propone una Asignación para la Autonomía Incondicional (UAA, por sus siglas en inglés) que permite que todos tengan acceso a una vida digna y frugal, desde el nacimiento hasta la muerte.
 ¿Qué es una Asignación para la Autonomía Incondicional (UAA)?
La idea se originó en el movimiento por el decrecimiento a partir de conceptos como la renta básica incondicional, la extensión de la gratuidad de servicios, el uso adecuado o inadecuado de los recursos y experiencias alternativas. También hemos llevado a cabo discusiones con respecto a los ingresos máximos aceptables, la crisis de la deuda, la administración del sistema monetario en un marco democrático, y en consecuencia el final de la religión del crecimiento económico.
Poniendo todo eso junto, y dentro de un enfoque de transición que reubique gradualmente la economía, se nos ocurrió la idea de una renta básica “no monetarizada”, proporcionada principalmente a través de derechos de giro sobre los recursos y derechos de emisión en moneda local.
¿Asignación para la Autonomía Incondicional y Renta Básica Universal?
Apoyamos una renta básica universal  por razones de justicia social, porque reduciría el sufrimiento causado por la creciente desigualdad y la austeridad. También estamos a favor de ella porque es una herramienta para evitar la alienación del trabajo, para superar la centralidad del valor del trabajo, y para avanzar hacia una sociedad donde las actividades puedan ser elegidas.
Sin embargo, debemos ser muy prudentes, porque si tal medida se aplicara sin una comprensión de qué significa hoy producir y consumir o el papel muy importante que juega la publicidad en nuestras sociedades, esa renta puede conducir a algo tan preocupante como que continúe el consumo de cosas que no son útiles. La renta básica, de acuerdo con la versión de Milton Friedman, también podría dar lugar a la destrucción de una serie de mínimos sociales o de los derechos laborales (nota del traductor, Friedman entendía que la financiación de la Renta Básica debía hacerse a través del por él llamado «Impuesto negativo al salario» en su libro Capitalism and Freedom, 1962, y lo entendía dentro de la lógica de su propuesta de desmantelar el Estado Social, de ahí que afirme la supuesta destrucción de mínimos derechos asociada a la RBU).
Somos, sin embargo, totalmente favorables a una renta básica, siempre que se englobe dentro de una nueva visión de la sociedad; que piense en una transición hacia modelos económicos nuevos, locales y alternativos, que tenga en cuenta la preocupación ambiental, y que medite las preguntas claves de nuestro pensamiento: ¿Qué estamos produciendo? ¿Cómo? ¿Para qué sirve?
¿Constituiría la renta básica un paso hacia la UAA?
Hemos desarrollado tres escenarios de implantación. En el primero, nos basamos en una transición ya en marcha, el conjunto de alternativas concretas emergentes en todo el mundo (la moneda local, la permacultura, talleres de reciclaje locales, y de los sistemas de intercambio local). Podemos desarrollar gradualmente una nueva forma de producir, modelos económicos alternativos y poner en marcha la UAA. Pero este paso, si bien es necesario, no es suficiente, ya que no tiene en cuenta el problema del poder, los conflictos de interés, y las luchas de poder.
En el segundo escenario, sin dejar de centrarse en alternativas prácticas, nos imaginamos una reducción significativa del tiempo de trabajo con el fin de compartir los frutos del trabajo y poner fin al desempleo.  El tiempo libre puede ser invertido para desarrollar modelos alternativos de las economías locales y para la reapropiar las herramientas y la producción a nivel local.
Por último, el tercer escenario implica efectivamente establecer una renta básica incondicional. Aunque bastante fácil de configurar técnicamente, requiere mucho coraje político. Supondría alcanzar el poder político, re-apropiación democrática del sistema económico, cancelación total o parcial de la deuda, y una re-apropiación de los bancos centrales y de la capacidad de creación monetaria. Así podríamos establecer una renta básica universal junto con una renta máxima aceptable y, poco a poco, convertiríamos la renta prevista en euros en derechos de giro sobre recursos y monedas locales alternativos.
¿Cómo deben ser tratadas las diferencias entre territorios?
La UAA ofrecería más derechos a las personas que la utilizan, que podrían organizar deliberaciones ciudadanas a nivel local, un fortalecimiento de la democracia, y discutir sobre lo que consumimos. Podríamos preguntarnos sobre el nivel de consumo sostenible, sobre cómo producir y adjudicar energía, y a partir de qué nivel de consumo se debe pagar un precio más alto.
Todo esto necesita suficiente tiempo para realizarse, y no se debe hacer a escondidas o de manera autoritaria. Podemos empezar dando un mínimo de consumo de gas, agua y electricidad de forma gratuita y progresiva (aumentando los precios de acuerdo a una curva de aumento de precios a más de diez años, por ejemplo), lo que da tiempo para que todos se adapten. Además, esto permite que la gente asuma como propios los cambios necesarios en su estilo de vida, de vivienda y en su relación con los demás.
Ello permite al mismo tiempo la protección de los más pobres, al proporcionar un acceso rápido a las necesidades básicas de forma gratuita, y funciona como una herramienta de transición que nos da margen para pensar en la forma en que producimos y utilizamos la energía y la manera de cambiar nuestro estilo de vida con el fin de cambiar significativamente nuestro consumo.
¿Puede provocar un incremento en la competencia entre los territorios?
Existe un riesgo, pero hoy en día ya existe esa competencia, sobre todo cuando se trata del agua, y es extremadamente violenta. El agua no se gestiona de forma democrática o de una manera que tenga en cuenta los principales problemas ambientales, por el contrario se gestiona siguiendo el mito delirante de la mano invisible. Con el objeto de producir lo que necesitamos de una manera sostenible, uno de los retos de la UAA y del movimiento por el decrecimiento en general es redefinir nuestras necesidades y comportamientos para poder organizar a nivel local y abiertamente los intercambios de productos y servicios.
Desde una perspectiva de transición, el objetivo es reducir nuestra huella de carbono. Obviamente, la solidaridad tendrá que ser impuesta. Pero el objetivo, en última instancia, es luchar por una sociedad que sean lo más autónoma posible.
Las transferencias UAA bajo la forma de derechos de giro y monedas locales ¿no es cierto que niegan a las personas la libertad de consumir productos que no son locales?
No estamos contra el mantenimiento de las monedas locales, regionales, nacionales o supranacionales. No se trata de oponer todo lo local contra lo mundial. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado. Las monedas locales, además de ser herramientas económicas más justas, son herramientas que ayudan a reapropiarse de la política y a repolitizar la sociedad, porque la gente es inducida a cuestionar el actual consumo, producción y usos. Esto no es en absoluto algo que se oponga a la libertad de movimiento y de cambio de divisa, que probablemente seguirá existiendo. No estamos a favor de la prohibición de que la gente que vaya al bosque con sus grandes 4×4 a disfrutar de sus paseos motorizados. Sin embargo, y en relación con el impacto ambiental que provocan, sí deberán pagar el coste real, así como su impacto en términos de mano de obra humana y de la gasolina utilizada para hacer que funcione.
A nivel mundial, el 20% de la población se ha apropiado de un 87% de los recursos naturales del mundo En Europa, vivimos entre algodones -especialmente los ricos- porque nunca vemos las externalidades negativas que nuestro consumo está generando. Pagamos un alto precio para mantener la ilusión de la libertad de consumir, tanto en términos de medio ambiente como de explotación y destrucción de otras poblaciones de todo el mundo. La lógica detrás de la re-localización de nuestra producción es romper con esta ilusión de la libertad. Si los productos nocivos para el medio ambiente que requieren la explotación de una gran cantidad de personas fueron producidos localmente, nos encontraríamos cara a cara con las consecuencias de nuestras acciones.
Hablamos de transición a largo plazo, libre de autoritarismo, pero al mismo tiempo discutimos la imposición de un techo máximo de ingresos y de una requisa de viviendas para trabajadores. ¿Cómo conseguir hacer nuestra aquella parte de la población que podemos llegar a perder si le pedimos aceptar tales propuestas?
 La elección es entre el decrecimiento por elección o recesión por necesidad. La Unión Europea ha impuesto esta última a través de planes de austeridad brutales. La huella ecológica de Grecia ha disminuido porque la gente no tiene nada, consumen sólo el mínimo cuando pueden, y ni trabajan ni utilizan su coche. Las consecuencias humanas son devastadoras.
Pero también vemos que los griegos han desarrollado modelos económicos alternativos. En particular, tenemos el ejemplo de la revolución de la patata [ventas directas del productor al consumidor, ed.]. Algunos imprimen dracmas, otros establecen intercambios de tiempo (el médico desempleado ofrece sus servicios al carpintero en paro y viceversa…) La experiencia de la recesión ha llevado a los resultados a los que un decrecimiento elegido está apuntando. Sin embargo, el camino recorrido hubiera sido muy diferente.

Puedes acceder a más información en: http://www.greeneuropeanjournal.eu/degrowth-counter-crisis/#sthash.IhNlosvC.7eKUEEH0.dpuf

Investigación sobre las monedas sociales en España

Publicat a Xarxa Eco

Notícies

Más allá del dinero

Article publicat al diari El Mundo

La libra de Bristol. | C. F.

La libra de Bristol. | C. F.

Todo el abanico de la economía social se da cita en La Haya
Ante situaciones críticas, los ciudadanos crean sistemas paralelos

    Más allá del dinero se abre un nuevo horizonte de posibilidades. La crisis económica y la revolución tecnológica se han dado la mano para facilitar una auténtica explosión mundial de bancos de tiempo, monedas sociales, dinero virtual, sistemas de intercambio, redes de trueque y de ayuda mutua…
    Durante esta semana, hasta el 23 de junio, todo el abanico de la economía social se da cita en La Haya, donde se celebra (en versión bilingüe) la Segunda Conferencia Internacional sobre Sistemas de Monedas Complementarias. Allí se hablará largo y tendido de experiencias locales como la libra de Bristol, del «sol violette» de Toulouse, del Chiemgauer alemán o de las «horas» de Ithaca, cimentadas en la confianza mutua y arraigadas en la comunidad.

    Billetes de media hora, moneda autóctona de Ithaca. | EL MUNDOBilletes de media hora, moneda autóctona de Ithaca. | EL MUNDO

    Y también de experiencias históricas como la del Banco Palmas, que ha generado una auténtica revolución de economía solidaria en Brasil, donde funcionan ya medio centenar de monedas sociales con el respaldo del Banco Central. Y del Hureai Kippu, la «moneda» japonesa de la salud, surgida en plenas crisis de los noventa como un banco de tiempo de voluntarios, para paliar la falta de atención de los mayores y de los discapacitados.
    Tendiendo puentes entre lo social y lo tecnológico, tenemos desde el 2012 el Dropis, la moneda virtual para el intercambio en Italia. La idea es ir un paso más allá del tradicional banco de tiempo y convertir el Dropis en la auténtica moneda (sin cuño) de la economía colaborativa, permitiendo que la gente pueda adquirir bienes y servicios.
    En España está aún bien reciente el segundo encuentro nacional de monedas locales, Sociales, Alternativas y complementarias, celebrado en Sevilla, la tierra del «puma» (la red de moneda social que circula sobre todo en el casco histórico norte). El «eco» en Cataluña, la «turuta» en Villanova i la Geltrú, el «boniato» en Madrid, la «mora» en la sierra madrileña, el «expronceda» en Almendralejo, el «zoquito»en el Jerez y el «coin» de Coín son algunas de las coloristas muestras de la geografía alternativa al euro.
    Entre las últimas aportaciones de nuestro país a la economía social tenemos Sinergiaycrédito, una plataforma de intercambio multilateral «en base a la confianza y la circulación de crétito mutuo». A la larga lista de innovaciones podríamos añadir también la Social Coin, la moneda «biodegradable» made in Spain, creada para generar una cadenas de «acciones desinteresadas»…
    Poco a poco iremos desgranando esta economía paralela, cada vez más visible, explorada como pocos por Julio Gisbert, autor de ‘Vivir sin empleo’. Recuerda Gisbert cómo el impulso actual se remonta a finales de los años setenta en Canadá, con los «Green dollars» y los incipientes LETS (sistemas de intercambio y comercio local). En los años ochenta, y en Japón, arranca el fenómeno de los bancos de tiempo, que se propaga luego durante la «década perdida» de los noventa.

    Dos economías

    Ante situaciones críticas, los ciudadanos se movilizan y crean sistemas paralelos como ocurrió en Argentina durante el «corralito» y con la creación de las Redes de Trueque, de las que llegaron a formar parte hasta seis millones de personas. Hoy por hoy, en España, funcionan ya más de 300 bancos de tiempo y más de 70 monedas sociales, aunque Julio Gisbert, con su perspectiva única de la doble de la economía (trabaja también en el CaixaBank), no se atreve a poner la mano en el fuego…

    [foto de la noticia]

    «Lo que está ocurriendo puede ser una situación coyuntural. Pero algunas de las iniciativas que están surgiendo pueden sin duda arraigar y convertirse en alternativas o en sistemas complementarios de la economía oficial. La novedad está también en el uso de la tecnología, que posibilita unos niveles de intercambio sin dinero oficial impensables hace tan sólo una década».
    Asegura Gisbert que podemos empezar ya a hablar de «dos economías»: una convencional y de carácter monetario, y otras de carácter «paraeconómico» basado en la colaboración, el intercambio y la ayuda mutua… «Las dos coexisten, y la crisis del sistema formal fomenta normalmente el crecimiento de la economía informal. Aunque hay factores que sin duda van a estar contribuyendo al crecimiento y a la pervivencia de la «otra» economía, como el desempleo y la inestabilidad laboral, y la existencia de una clase media endeudada y cada vez más empobrecida».
    «No se puede hablar de pobreza cuando hay tanta gente con ganas de compartir sus habilidades y sus aptitudes», recoge la moneda Sebastiano Scrofina, cofundador de Dropis, con quien coincidimos a su paso por el Ouishare Fest en París. «Lo que hay que crear son cauces para la gente pueda intercambiar de otra manera, sin necesidad de dinero tradicional».
    «Un dropis vale lo que un euro, pero no se puede ni vender ni comprar«, explica Sebastiano. «Se trata en suma de una forma avanzada de intercambio. No nos parecemos en nada al Bitcoin, que no acaba de resolver los problemas del sistema monetario actual. Los Dropis tienen un DNA social: con ellos no podrás nunca especular».

    Bilbao treballa per implantar una moneda local

    Bilbao s’uneix a les ciutats que volen comptar amb la seva moneda local, i està compartint la seva experiencia a la web, penjant informació del procés, les actes de les seves reunions, events  importants…. És per tant un lloc per conèixer, per seguir  i per aprendre




    Diuen de si mateixos:

      ¿Quiénes somos?

       La iniciativa BilboDiru nació en Septiembre del 2011, en el seno del colectivo Desazkundea. Tras reflexionar sobre el sistema monetario vigente y cómo éste fuerza a la economía a crecer de forma ilimitada sobre un planeta limitado, nos planteamos el reto de crear una moneda local que enfrentara esa paradoja y promoviera la relocalización de la economía.

      Podeu enllaçar amb  Bilbodiru aquí

      No us oblideu de llegir el seu anteprojecte